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"La Familia Federal no quería que yo denuncie": Enrique Romero y la historia del Pozo de Vargas

MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA

El subsecretario de Tránsito municipal contó detalles del momento en que aportó la imagen satelital del lugar donde fueron arrojados cadáveres durante la última dictadura. Cómo consiguió la información y las presiones que sufrió en aquel entonces.





En las vísperas de un nuevo aniversario de último golpe de Estado cívico militar en Argentina, este jueves el subsecretario de Tránsito municipal, Enrique Romero, dialogó con Oscar Mazza y Gabriel Sanzano en La Tucumana de Mañana por latucumana 95.9. En la charla, Romero contó que fue él quien aportó la imagen satelital del Pozo de Vargas en 2002, que dio incio a la investigación sobre el macabro lugar.

"En 2002 realicé la denuncia en la Justicia Federal aportando la imagen satelital del Pozo de Vargas abierto, acudiendo al concepto de la verdad histórica, porque la Justicia Federal lamentablemente siempre ha sido reticente a este tipo de investigaciones", dijo Romero. Y agregó: "El concepto de la verdad historica implica que todos tenemos derecho a depositar una flor o prender una vela donde esté sepultado algún familiar, algún amigo, se acudió a eso". En este punto, señaló que "hay otra denuncia que es la de la fosa del Cementerio del Norte, donde se abrió una sola y se encontraron 53 cadáveres y quedan otras tres que hay que abrir; desconozco el motivo por el que no se las abre para terminar con este proceso de Memoria, Verdad y Justicia".

Consultado sobre cómo consiguió el dato de que el Pozo de Vargas se encontraba en esa zona, el subsecretario apuntó que "tenía un compañero, ya fallecido, Rubén Costilla, me decía que conocía el lugar exacto del Pozo de Vargas , yo estaba en la (Comisión) Bicameral de DDHH (de la Legislatura)". Sobre el lugar, recordó que "era inaccesible en ese momento, por la cantidad de impedimentos físicos, no había caminos". Y señaló: "Cuando tuve la foto satelital era el lugar exacto donde me había indicado". Además, afirmó que "se consiguieron testimonios, con mucho temor, de ciudadanos de lo que hoy es la avenida Francisco de Aguirre, se dejó bajo el resguardo de escribanía esas declaraciones, hasta que la Justicia decidió abrir el pozo y encontrar este macabro procedimiento realizado por el 'Proceso de Reorganización Nacional', con hombres que habían seguido los procedimientos de tortura de Vietnam como Antonio Domingo Bussi".

"Todo lo que era la finca de Vargas era matorrales", continuó Romero, "y todo lo que es el camino de la Francisco de Aguirre y lo que es Lomas de Tafí era una selva". En ese sentido, explicó que "el ejército cuando entraba a arrojar esos cadáveres, se entraba en Unimog, ese camión todoterreno con el cual arrojaban a los ciudadanos que no tenian ningún tipo de garantía atento a que había un estatuto que había anulado la Constitución Nacional".

Romero también recordó las trabas que encontró en aquel momento desde distintos sectores, incluso desde el Partido Justicialista, del cual formaba parte. "Lamentablemente el justicialismo no ha reivindicado estas banderas, tampoco el tema del Pozo de Vargas, debo decir con dolor que cuando hice la denuncia, ni el 'Mencho' (Gumersindo) Parajón (fallecido dirigente político de Pueblo Unido), que estaba en la Comisión de DDHH, ni el hijo del senador encontrado [se refiere a Guillermo Claudio Vargas Aignasse, cuyos restos fueron identificados en diciembre de 2011], (Gerónimo) Vargas Aignasse, vinieron a preguntar de dónde sacaba esa información ni citaron a la Comisión Bicameral, se manejó todo vía la Justicia". Reprochó que "no ha habido nunca un reconocimiento ni tampoco un 'hacerse cargo' de los que estaban ahí".

La crítica del funcionario no quedó ahí, ya que agregó que "muy por el contrario, hubo intereses y me hicieron llegar que había preocupación en la 'Familia Federal' para que yo no ratificara la denuncia, y lo pude comprobar: cuando voy a la audiencia para ratificar o rectificar, sale el juez Terán a tomar la declaracion y me advierte sobre el falso testimonio, tratando de intimidarme". Sin embargo, Romero manifestó que "no lo logró, tengo la piel de rinoceronte y el corazón con un caparazón de tortuga".

Otro destinatario de las críticas del candidato alfarista fue el ex juez Jorge Parache. "Cuando finaliza la Comisión Bicameral de DDHH, eran casi 600 causas, que fueron enviadas al juzgado de Parache, que, hábil émulo de Poncio Pilatos, se lava las manos y dice 'acá el que intervenía era IV cuerpo del Ejército, de Córdoba' y mandó todas las causas investigadas a esa provincia", afirmó Romero, quien agregó que "luego los militares procedieron a la incineración de esa documentación, quedaron copias en la Legislatura provincial, pero la original desapareció".

Asimismo, declaró que "para ser justos, esto habría que hacerlo también con el caso de (el capitán Humberto) Viola, donde lo fusilan a él, a su hija, donde los muchachos del ERP terminaron siendo indemnizados con 12 millones de pesos por haber estado a disposición del Poder Ejecutivo Nacional; o el caso de Rucci,  que lo matan los Montoneros, te das cuenta de que la Justicia debería investigar todos estos casos".

Finalmente, Romero recordó los casos del conscripto desaparecido Alberto Agapito Ledo, de quien dijo que "ya lo tenían catalogado como un subversivo cuando lo único que hacía era repartir panfletos, por eso lo toman como secretario cuando entra al Ejército, ya estaba marcado, tanto por (Esteban) Sanguinetti como por el bandido de (César) Milani" y lamentó que "en ese aspecto hay muchas cosas que no se han investigado".