Top

"Vio el video de Fernando sin querer": cómo está Álvaro Pérez Acosta y cómo vive la familia el caso que conmueve al país

SOCIEDAD

Por un descuido estaban puestas las noticias y vio las escenas del crimen de Báez Sosa en Villa Gesell. La palabra de su hermana Cecilia, el pedido al Gobierno y una sentencia: "La única diferencia con Fernando es que a Álvaro no lo mataron. Pero lo mataron en vida". Cómo se encuentra el muchacho que era catequista y soñaba ser administrador de empresas, a 26 años del brutal ataque que nadie olvida en Tucumán.

Álvaro y Cecilia: "Es la foto que más me gusta porque le brilla el corazón de oro que tiene".





Esas imágenes contra un cantero, esas imágenes tomadas por un celular, esas imágenes que golpean al país, esas imágenes de una manada de ocho personas contra un joven sin defensa a la salida de un boliche de Villa Gesell, esas son las imágenes que acá, en Tucumán, 26 años después, vuelven a doler en la familia de Álvaro Pérez Acosta.

Son 26 los años que han pasado desde aquella noche terrible del 27 de julio de 1996 cuando Álvaro, de apenas 23 años, era golpeado sin clemencia hasta quedar internado en coma durante siete meses, cinco veces al borde de la muerte, dejando a toda una familia destrozada, con una madre intentando quitarse la vida y hermanos olvidándose de sus propios caminos para dedicarse a cuidarlo hasta el día de hoy.

“La única diferencia con Fernando es que a Álvaro no lo mataron. Pero lo mataron en vida. Fernando murió. Alvaro tuvo muerte civil. No pudo cumplir sus objetivos de vida. Después de 26 años siente ese dolor. Él quería formar una familia y estudiaba para Administración de empresas y quería tener un jardín de infantes. Era catequista de niños y antes del día fatal, lo nombraron presidente del club de Santo Domingo, frailes dominicanos”. 

“Después del ataque de esa gente, Álvaro estaba como un bebé recién nacido al que había que cambiarle los pañales. Llegó a pesar 45 kilos. Yo lo levantaba con mis brazos. Era como una muerte en vida. Estuvo en estado vegetativo siete meses. Cuando vino de Córdoba, donde recibió rehabilitación neurológica, a los siete meses volvió consciente y pudo comunicarse a veces hablando y otras con la pizarra”.

Cecilia Pérez Acosta dialoga esta noche con eltucumano mientras por todos los canales de televisión los zócalos con placas rojas pasan esas imágenes que nadie nunca quiere ver. Son las imágenes que marcan el desenlace de la vida de Fernando Báez Sosa. Son imágenes que, por un descuido, también vio Álvaro Pérez Acosta.

“Alvarito vio el video. Estaba prendida la tele por casualidad porque a él no le gusta ver la tele. Lo que más le gusta es escuchar música en YouTube, cuencos tibetanos, sonidos de la naturaleza, o el canal católico donde pasan las misas. Lo que más le gusta es la música relajante que yo le pongo mientras le hago acupuntura. Pero sin querer estaban prendidas las noticias, vio el video de Fernando e hizo una convulsión muy fuerte. Desde ese momento apagué la tele y no vimos más noticias hasta el Mundial”.

Cecilia Pérez Acosta, la hermana mayor de Álvaro, también vio el video y las comparaciones son inevitables: “Yo no quería ver el video. Fue volver a revivir cosas que nosotros sabemos cómo fueron, cómo son, cómo se sienten. Fue muy parecido cómo golpearon a Fernando y cómo golpearon a Álvaro. La única diferencia es que en vez de ocho fueron dos”.

Mientras avanza el diálogo de Cecilia con eltucumano, en los canales de noticias ahora habla el abogado querellante Fernando Burlando, quien este miércoles 25 de enero, acaba de pedir la prisión perpetua para los ocho acusados de haber asesinado a Fernando Báez Sosa. “Acá en Tucumán lo que quedó es la sensación de que Álvaro no ha recibido justicia. La causa estaba caratulada como Lesiones graves agravadas por alevosía (cuando intervienen dos o más personas). Le sacaron la alevosía y a ambos (los hermanos Jensen) les dieron 8 años, pero por buena conducta salieron en cuatro años y uno antes. Una sola vez vi a uno en un aeropuerto. Lo vi flaquito, no me reconoció. De todas maneras, no pienso en ellos, me enfoqué en salvar a mi hermano”.

“Tampoco hubo un resarcimiento económico. El padre de los Jensen nunca se hizo cargo del resarcimiento económico hacia Álvaro. Quien tendría que hacerlo es el padre porque uno era menor de edad. Se declaró en quiebra. El padre nunca pagó. Los hijos ya mayores de edad jamás pagaron nada. La sociedad me pregunta: ¿dónde están? Para interpelarlos. Porque acá se habla de Álvaro, ¿pero y ellos? ¿Y los Jensen? ¿Dónde están? ¿Por qué nunca resarcieron económicamente a Álvaro? La Justicia determinó solo quitarle un porcentaje del sueldo de la madre porque el padre se declaró en quiebra. Fue la gente la que pagó la rehabilitación de mi hermano. Mi papá, que murió pidiendo Justicia, era arquitecto y Supervisor de Escuelas. ¿Sabés quién le daba plata para curar a mi hermano? Mucha gente del campo se acercaba a darle, mucha gente nos ayudó", aclara Cecilia.

"Todos los gobernadores, desde el interventor hasta el año 2016 pagaron su rehabilitación desde gobernación. Pero en 2017 que pasó a Subsidio de Salud y 2022 con recortes en discapacidad no se puede afrontar la rehabilitación con su equipo que recibió. Por ello le pedimos al gobernador Jaldo si puede intervenir desde gobernación. Y desde 2022, el recorte en discapacidad fue abismal. No podemos afrontar tales costos, por lo que pedimos al gobernador Osvaldo Jaldo interiorizarse (sabemos que él tiene buena predisposicion)”, le dice Cecilia a eltucumano mientras ahora por la tele habla Graciela Sosa, la madre de Fernando que conmueve al país.

“Cuando la veo a la madre, me pongo en el lugar de mi madre y entiendo por qué mi madre no podía funcionar, por qué cuando le dijeron cómo iba a quedar Álvaro se quiso tirar delante de un auto. A la madre de Fernando la veo más entera. Cuando la veo a esa mamá, no puedo escuchar todo lo que dice, pero sí sé que puede expresar su dolor. Mi mamá no pudo y mi papá justo se había jubilado. Y yo, que tenía mi vida programada, de pronto me encontraba en un abismo: la única hija tenía que funcionar”.

Son días sensibles para la familia Pérez Acosta, pero como lo hace desde aquella noche en el pasaje Padilla, a la salida del boliche Bull Dog, una entereza inclaudicable sale a la luz: “Álvaro es nuestro Fernando de Tucumán. Y quiere Justicia. ‘Yo me voy a defender con mi libro’, me dice. Porque ha terminado de escribir su libro. Con una pizarra primero y ahora con una tablet, así se comunica. Así nos pusimos manos a la obra y ya está terminado el libro con todos los recortes de diarios. Lo escribió Álvaro. Y tiene la cronología de todo lo que ha sucedido. Él siempre tuvo dos sueños: publicar un libro y tener su propia casa que es la que le construyeron sus amigos. Se lo contó a Magena Valentié de La Gaceta la última vez que lo entrevistó y logró que Álvaro hablara”. 

Con reseñas de su propio padre y prólogo del querido abogado y amigo de la familia, el doctor Damián Paz, quien lamentablemente falleció de covid, Álvaro cumplirá 50 años el próximo 25 de mayo y tiene el sueño de verlo publicado. Mientras tanto, ¿cómo vive estos días? “Ahora se detuvo en una meseta. Llora mucho. En la parte emocional está muy afectado. Se fue de viaje a Tafí del Valle a visitar a unos sacerdotes amigos y allá no lloraba. Acá llora. Es lógico: ya lleva 26 años en silla de ruedas. Pero también es fuerte. El 22 de agosto pasado, mi mamá se quebró la cadera y quedó internada. Siempre fue muy mamero, ¿pero sabés lo que hizo para demostrarle cuánto la quiere? Se levantó de la silla de ruedas que usa la mayor parte del tiempo, se puso de pie y caminó hacia ella, caminó hacia ella para demostrarle que todavía, pese a todo, puede caminar”.

Así está Álvaro hoy. Fue invitado por el padre Jerónimo Paz y paró en la casa de los Padres Lourdistas. "Álvaro era catequista y soñaba con tener un jardín de infantes".

Álvaro y Cecilia en 2019 junto a su madre. "Siempre fue muy mamero".

Zoom por el cumpleaños de Ávaro. El próximo 25 de Mayo celebrará sus 50 años y sueña con ver publicado su libro. "Ya está escrito. Necesitamos una editorial que nos ayude a publicarlo".

Adelanto del libro de Álvaro Pérez Acosta a cargo del doctor Damián Paz.