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Tras 20 años de trabajo, liberan el primer tapir para su reinserción en San Javier

exitoso proyecto

Se trata del mamífero terrestre más grande de Argentina que se extinguió en Tucumán hace unos 70 años. Buscan tener una población estable que se desarrolle en los próximos diez años.





Este lunes desde la Reserva de Horco Molle liberarán el primer ejemplar hembra de Tapir en el marco del proyecto de reinserción de la especie en Tucumán, provincia en la que lleva extinto unos 70 años. Se trata de la primera vez que se busca reinsertar un mega mamífero en el noroeste argentino.

La Reserva de Horco Molle lleva adelante este proyecto en conjunto con la Facultad de Ciencias Naturales, el Parque Sierra de San Javier, y la Universidad Nacional de Tucumán en su conjunto, apoyados por la Dirección de Flora y Fauna perteneciente al Ministerio de Desarrollo Productivo.

Tucumán ha sufrido un proceso de pérdidas de diferentes especies y de grandes mamíferos que no tiene parangón en otras regiones argentinas, salvo quizás en la provincia de Corrientes.  Lo que hacemos es recuperar parte de esa diversidad perdida”, explica en diálogo con eltucumano.com el director de la Reserva, Juan Pablo Juliá.

Además explica que el tapir es una especie clave ya que tiene una gran incidencia sobre el ecosistema. Modelan el paisaje al comer determinadas plantas, y generan así, ambientes diversos que pueden albergar otras especies. Son una especie arquitecta. “Con los primeros tapires liberados en este proyecto de reinserción, esperamos poder ir estudiando los cambios que van produciendo en el ecosistema de yungas y los beneficios que traen”, agrega.

También añade que se trata de un animal muy carismático, el más grande de Argentina, por lo que se puede llegar a transformar en un atractivo turístico y con eso, volverse un incentivo para fomentar la protección y conservación de la Sierra de San Javier.

El proyecto nació en un congreso internacional que ese hizo en Costa Rica en 2001. A partir de esa fecha, desde la Reserva se viene trabajando en conjunto con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como parte del grupo especialista de tapires diseñando documentos referentes a eso. “Había poca experiencia mundial sobre estas cuestiones, colaboramos en el diseño de Manuales de reintroducción de tapires, de los manuales veterinarias de campo. En estos años hemos adquirimos experiencia en el manejo tratamiento, cuidado y reproducción de ese animal. Si todo va bien, estaríamos hablando de la primera reintroducción de tapires exitosa en el mundo si no me equivoco”, añade.

En esta primera etapa soltarán una hembra al cercado de pre suelta, donde el animal transitará un proceso de aclimatación donde estará por un mes como adaptación. Estará equipada con un collar satelital para que el equipo reciba una posición georreferenciada del animal cada treinta minutos para saber dónde está.

“Formamos voluntarios universitarios para monitorear al ejemplar y los ejemplares que liberemos durante su el primer año en libertad para asegurarnos de que estén bien adaptados a su nuevo ambiente”, detalló el director de la Reserva. 

Luego de la liberación de este ejemplar, liberarán una hembra más y un macho. “Si no llegamos a concretarlo es este año, será en el verano del año que viene. Y así seguir sumando ejemplares durante los próximos diez años para formar una población estaba en la Sierra San Javier”, indica.

El especialista hace especial hincapié en que en Tucumán principalmente se perdieron especies por la modificación de los ambientes producto de la actividad humana ya que es la provincia más densamente poblada y eso tuvo un efecto negativo en la fauna.

“Han desaparecido el yaguareté, el venado de la pampa; Guanacos de la región chaqueña quedan en altura, pero en llanas desaparecieron; el tapir; el aguaraguasu; los osos hormigueros o pecarís meleros. Todo lo que eran mamíferos grandes. Los que aún quedan son pumas, pecaríes y corzuelas en yunga y la taruca y guanaco en alta montaña”, enumera.

 “Esperamos que lo que aprendamos con el tapir pueda ser aplicado a otras especies en el futuro.  El hecho de que seamos una provincia densamente poblada, no es excusa para que no podamos reintroducir y cuidar la fauna, recuperarla. En Europa hay grandes programas de recuperación que incluyen a carnívoros, son lugares densamente poblados también. Con normas claras y con voluntad política y social se puede convivir con la naturaleza”, expone.

“Los tapires son inofensivos y es nuestra responsabilidad y de todos cuidarlas y proteger, ayudar a recuperar parte de la grandilocuencia natural que tenía Tucumán que era por algo el jardín de la República, necesitamos que todos colaboren y que no lo desaprovechemos”, concluyó.