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Hernán Iramain: "Voy a dejar mi vida para que Osvaldo Jaldo sea Gobernador en 2023"

ENTREVISTA

Quién es, cómo piensa y qué hace el amigo personal del actual mandatario provincial y qué siente de cara al 2023 crucial para todos. Su tarea social y sus deseos.

Osvaldo y Hernán, una gran amistad.





El mismo Hernán Iramain que es empresario, que conoce el entretenimiento como nadie, que se mueve entre un mundo más superficial si se quiere es el mismo Hernán Iramain que todos los días se despierta a las 6 de la mañana, toma su celular y se pregunta: “¿A quién puedo ayudar hoy? ¿A quién le puedo dar una mano?”.

Quizás la generosidad sea la que une en común a aquel mundo que contábamos en el tucumano la semana pasada, el mundo del creador de Idear, con este mundo de acción social, de solidaridad, de ponerse al servicio de la gente, de levantar un teléfono a una obra social, de agilizar un trámite perdido, de poner a disposición a un abogado, de llevar a chicos a comer un sánguche de milanesa por primera vez en sus vidas, de hacerles conocer la cancha, de llevarlos a Famaillá a probar las empanadas, de comprar una bicicleta para un repartidor que la perdió.

Ese Hernán Iramain no pasa desapercibido para nadie. Nunca pasa desapercibido. Ni de noche ni de día. La principal diferencia es que aquí hay un trabajo social, sin ropa elegante ni música fuerte a menos que un vecino de Villa Amalia saque los parlantes a la calle para escuchar a una de las bandas que sonaron, suenan y sonarán en el templo de la música popular llamado Central Córdoba.

Este Hernán Iramain que a veces incomoda a propios y ajenos mientras se la juega y se gana el respeto y el cariño genuino de muchos, ha encontrado en el mismísimo gobernador Osvaldo Jaldo a un hombre que es su amigo, pero para quien Hernán Iramain también se ha convertido en su mano derecha para llegar adonde la política convencional no llega. Pero de Jaldo hablará más adelante. Primero es imperioso saber de dónde nace esa función de ayudar, de estar, de no poder solucionar 30 problemas que le llegan pero sí comprometerse y solucionar cinco o diez.

-¿Cuesta decir que no?

-Me cuesta. Decir no es difícil. Lo social forma parte de mi vida. Es un perfil diferente, distinto. Me siento pleno pudiendo hacer otras cosas. Con algo que por ahí para nosotros puede parecer nada o puede parecer normal, para mucha gente es mucho: es su primera salida, es la primera vez de algo. Entonces te moviliza porque ahí es donde te das cuenta que a veces tenemos un poquito mal puestos los pies sobre la tierra. Así nos damos cuenta que somos ricos. Y cuando te hablo de riqueza, no te hablo de plata. Te hablo de oportunidades como esta, por ejemplo, donde estamos hoy sentados en un bar tomando un café o tomando un mate. Es una bendición poder vivir esto. Entonces yo me digo: si yo hoy tengo esa posibilidad, ¿cómo no lo voy a hacer? Si a mí me llena el alma, ¿cómo no voy a ayudar? A cada minuto me lo voy a repetir. Y no es por la tarea social. Siempre fui un tipo generoso. La plata no me interesa. No soy millonario ni tampoco tengo 30 millones en el banco para nada. Vivo en un departamento alquilado. Tengo mi auto que con mucho sacrificio me lo pude comprar. Y vivo feliz. Vivo feliz pudiendo salir a la calle a tomar un café y caminar tranquilo. Pasar al lado de cualquiera y que nadie me puede decir nada. Esa es la mayor tranquilidad que tengo.

-¿Qué sentís que perdimos como sociedad, Hernán?

-Falta ser un poco más sensible. Perdió la sensibilidad. La sociedad perdió la sensibilidad. Siempre estamos quejándonos de todo. Siempre estamos encontrándole el pelo al huevo. ¿Por qué no empezamos a agradecer un poco todo lo que tenemos que es un montón? Salud, familia. Lo material no dura nada. Soy feliz con las cosas simples de la vida. Poder tender una mano, levantar un teléfono y solucionar un turno en el Hospital Padilla a alguien que lo necesita, a una persona con un problema muy grave, con un cáncer y que necesita que un doctor lo vea ya. Lo soluciono y eso me llena el alma y jamás espero nada a cambio. Nunca. Si te hago un favor, a mí no me debés nada. Yo no digo que voy a cambiar el 100% del sistema, pero sí puedo modificar un 15% o un 20% de ese 100% creo que ya es un montón.

-Al igual que el mundo del entretenimiento está muchas veces estigmatizado, la política también. ¿Cómo hacés para convivir en un mundo donde hay de todo? Porque ahí es donde entra también un gobierno al que apoyás y un gobierno que también te apoya. Nada más y nada menos tenés un gran amigo como el gobernador. ¿Cómo trabajás junto a él para un Tucumán mejor?

-Yo soñaba con conocerlo a Jaldo. Siempre lo vi a Osvaldo y supe que era un tipo al que lo admiraba sin conocerlo, sin haberlo tratado, sin nada. Un día tuve la posibilidad de conocerlo y nació una relación que fue surgiendo con el transcurso del tiempo, de los días, de los mensajes, de cómo ayudar, de la facilidad que uno tiene para esto. Siendo quien siempre fui. Soy un tipo que jamas le fue a pedir nada para mí. Cuando empecé a conocerlo a Osvaldo en profundidad, pude ver que es un tipo empático, que es un tipo de una sensibilidad única y que trabaja todo el día, un tipo que tiene un perfil muy austero. El gobernador Osvaldo Jaldo es un tipo que no descansa, que arranca a las 5.30 y a veces son las 12 de la noche y sigue trabajando porque recibe a todo el mundo. Ojo, es un tipo que tiene su carácter y está perfecto que sea así. Tiene perfectamente claro su objetivo y su horizonte. Lleva adelante una gestión increíble y que no para.

-¿Qué significa ser el amigo de Osvaldo Jaldo?

-Un honor y una responsabilidad muy grande también, porque no es cualquier persona. Es el Gobernador de la provincia. Yo me la juego por mis amigos, me la juego porque los quiero, y por ende me la jugué por Jaldo. A mí me amenazaron, me dijeron que yo no iba a hacer más una fiesta en Tucumán, todos mensajes del otro sector que en ese momento estaban enfrentados. Yo me la jugué sin importarme las consecuencias que pudiesen venir. No me gusta nada tibio, ni el café. Te lo digo yo, pero te lo dice él y te lo dicen las dos o tres personas que estuvieron bien cerca de él siempre. Y si no preguntale a Gladys Medina. Me lo dice siempre: ‘Vos fuiste uno de los pocos que estuvieron desde el primer minuto y que se la jugaron por Osvaldo a cambio de nada’.  Yo no tengo absolutamente nada de la Legislatura, ni de la Casa de Gobierno ni de ningún organismo del ejecutivo o el legislativo. Tengo mi trabajo en Tribunales desde hace 14 años cuando ni lo conocía a Jaldo. Cuando fue el tema de los subsidios de Carnaval, fui el primero en decir que yo para mí no quería ni iba a recibir absolutamente nada. Si hice una gestión para que los colegas puedan recibir un subsidio porque muchos ya habían hecho erogaciones muy grandes de dinero cuando la provincia decidió por una cuestión sanitaria suspender los eventos masivos y bailes de carnaval. Yo no lo necesitaba y tampoco me parecía correcto recibir un subsidio tomando en cuenta mi relación con el Gobernador. Yo no necesito una banca ni un cargo y Osvaldo lo sabe y se daría cuenta si yo tuviese otro tipo de interés. Tiene un olfato que no le falla jamás.

-¿Cómo imaginás el 2023?

-No me cabe duda que Osvaldo Jaldo es la persona más preparada para volver a ser Gobernador. Voy a dejar mi vida para que sea así porque lo quiero, porque es mi amigo, porque lo admiro y porque estoy seguro que es el tipo más preparado para conducir los destinos de Tucumán. No tengo dudas. He tenido la posibilidad de conocer a su familia. Mi relación con él excede cualquier cosa o cargo político. Aparte a mi no me moviliza un cargo, yo como le he dicho: lo mío no va por un cargo. Yo te quiero y te voy a ayudar para que seas Gobernador desde el lugar que sea. Desde mi lugar voy a poner todo lo que yo tenga a disposición para ayudarte en tu gestión. Si me preguntan, por supuesto me encantaría formar parte de la gestión de Osvaldo Jaldo, me sentiría orgulloso de formar parte de su gestión.

Gracias a Osvaldo y Gladys Medina hoy tengo la posibilidad de poder acercar soluciones concretas a la gente que más lo necesita. Gracias a ellos también tuve la oportunidad de conocer personas maravillosas de la política a las cuales quiero, admiro y respeto. Nosotros cuando vamos a los barrios no vamos a hablar mal de nadie ni vamos a pedir nada, al contrario vamos a poner a disposición de la gente los recursos que existen desde el estado. Hacemos política hablando bien con nuestros actos, con una actitud de no defenestrar al otro. Basta de incitar al mal. La gente está cansada del odio. Necesita un poco más de amor entre todos, por más que vos seas radical, de derecha, de izquierda, de centro, la gente necesita un poco más de amor, de sensibilidad. ¿Cómo llegar a fin de mes? Eso es lo que le preocupa a la gente. La gente no quiere escuchar más peleas de políticos. Si hoy Osvaldo me pregunta, me encantaría trascender a través de la política y se lo he dicho en reiteradas ocasiones.

Siento que tengo muchísimo para aportarle a la política, sobre todo las ganas y nuevas ideas. Plasmar lo que aprendí desde el sector privado y potenciarlo desde lo público haciendo mucho incapie en la gestión, en gestionar permanentemente. Con esto no te estoy hablando de candidatura, te estoy hablando de poder formar parte de la gestión de una persona a la cual, en primer lugar considero mi amigo, en segundo lugar admiro, quiero y respeto. Por eso imagino y veo a Osvaldo Jaldo Gobernador en 2023. Sé que va a ser un año muy importante para todos los argentinos, no solamente para Tucumán. Y vamos a trabajar por ello.