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"Me agarraron con el machete": una mujer cuenta el calvario que sufrió a la salida de la escuela

INSEGURIDAD

Elizabeth Zelaya estaba con su hijo de tres años en los brazos cuando vivió una situación que la dejó helada: "Creo que me iban a matar y a mi hijito lo iban a partir en dos".





El 31 de mayo de este año, Elizabeth Zelaya transitaba los comienzos del juicio a Brian Joel Ignacio, el femicida de su hermana Daiana Juárez, quien inculpó a su propio hijo de tres años de haber efectuado el disparo mortal contra la mujer asesinada en mayo del 2021. El 10 de junio, fue condenado a perpetua. Sin embargo, lejos de poder comenzar a vivir con un poco más de paz o de tranquilidad, las cosas no han sido fáciles para Elizabeth y su familia, y mucho menos esta semana.

Este miércoles por la tarde, en la intersección de calles Bulnes y pasaje Virrey Vertiz, cuando regresaba de retirar a su hijo de tres años del jardín de infantes, Zelaya vivió un terrible momento que casi terminó en tragedia: “Ayer sufrí un violento asalto a la salida de la escuela. Me interceptaron tres personas que venían en un carrito de tracción a sangre. Una de estas personas se bajó del carro con un machete y me pedían el celular, yo lo tiré para una casa que justo que vi que la dueña de casa estaba” relata Eli para eltucumano, recordando ese acto que casi le cuesta la vida.

“Parece que el ladrón se enojó por haber hecho esto y me tiró un machetazo a mí y otro a mi hijo, yo lo tiré a mi hijo lejos y esquivé el que iba para mí, pero mis gritos eran desgarradores y salieron los vecinos, por eso se dieron a la fuga. Del miedo me terminé haciendo pis, llegó la policía rápido, los buscaron, los arrestaron y los llevaron a la comisaría 12. Hice la denuncia y me dijeron que me iban a llamar en 48 hs. para tener un zoom y asentar la preventiva con celeridad porque fue demasiado violento”, explica.

“No sé si esto pasó por pasar, pero desde el juicio de mi hermana vivo un infierno. Quería compartir esto y quería hacer una nota contando lo que pasó porque fue muy feo y vivo para contarlo. Cuando empezó el juicio fui a ver a mi hermana al cementerio y me quisieron tirar debajo de las ruedas de un auto, se me cayó el teléfono y se me rompió. Yo en las redes sociales escribí que estaba en pleno juicio y que no tenía como comunicarme y una mujer de Estados Unidos con la que me contacto hace mucho porque también tiene una hermana víctima de femicidio me habló”, dejó saber Zelaya. Y es que desde el femicidio de Daiana, la lucha por justicia de su hermana llegó a distintos puntos del planeta, haciéndose conocida de mujeres y hombres de otros puntos cardinales.

“Ella me preguntó si yo podía comprarme otro y le dije que no, que no tenía trabajo. Sin conocerme me envió 300 dólares para que yo tenga teléfono otra vez. Asé me pude comprar este celular, y no me dolía tanto por el teléfono sino por el acto de esta persona conmigo. Por eso lo tiré, solo se rompió un poco el vidrio. En ese teléfono también atesoraba muchas cosas de mi hermana”.

En ese momento, la tucumana no dimensionó la saña con la que actuarían los delincuentes: “Cuando me tiraron el machetazo me tiré contra la reja del portón y me golpeé. Tengo hematomas y moretones. Fui notificada a horas del hecho con los nombres de los asaltantes y yo lo califiqué como intento de homicidio y no como asalto, por la saña con la que me tiraron los machetazos a mí y a mi hijito”.

Esta tarde mediante juicio abreviado, se dictó la prisión preventiva para Facundo Marcelo Rivas y César Marcelo Juárez, los imputados de 19 y 23 años: “Les dieron 6 meses de prisión preventiva en Villa Urquiza hasta que se investigue todo, pero el fiscal investigó bastante, inclusive recuperaron el machete de 50 cm. de cabo negro. Estos tipos tenían varios antecedentes, uno estaba detenido desde el 7 de diciembre. El 6 de junio se le dio una condena por un robo agravado por la jueza Isabel Méndez, la misma del caso de mi hermana. El otro, Rivas, tenía pedido de captura porque se fugó del lugar donde tenía la domiciliaria en mayo”, relata, según lo indagado.

Lo que la víctima de este violento hecho quiere destacar, es que se trata de hombres peligrosos y que si la víctima era otra, seguro todo pasaba a mayores: “Presentaban 10 cargos en su prontuario, todos por uso de armas, es decir son peligrosos y estaban sueltos. Uno estaba con pedido de captura. Yo me defendí sola”, explicó.

“Me parece bien que les hayan dado la preventiva hasta que se adjunten más pruebas. Vamos a ver si vamos a un juicio para que tengan una buena condena porque son peligrosos. Si yo no hubiera esquivado el machetazo me sacaba el brazo y lo partía a mi hijo en dos. Yo de joven era boxeadora y soy muy ágil, por eso esquivé el golpe, pero a otra mujer seguro le cortaba el brazo” opinó.

“Además es peligroso pensar cómo estos delincuentes se manejan con esta perspectiva de agredir a una mujer que va con una criatura en brazos. Se abusan de que no tenemos la misma fuerza las mujeres que ellos, los hombres. No se miden estos dos delincuentes. Si no fuera por mi caso seguía prófugo. Cuando me pidieron el celular no medí el grado de peligrosidad, solo pensé en las fotos y audios de mi hermana y en la persona que me lo regaló. Era como borrar muchos recuerdos hermosos de ella también. No medí el grado de peligrosidad de que me vayan a agarrar a machetazos. Si no hubiera sido ágil yo ahora estaba muerta. Cuando el segundo machetazo fue a mi hijo lo empujé, si no lo empujaba lo mataban, lo partían en dos, el quedó súper asustado y no quiere salir de casa ahora” cerró Elizabeth, todavía asustada y afligida por el hecho que hace apenas un día vivía en plena capital tucumana.