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Una moto, un prófugo y un crimen por encargo: los ejes de la investigación del árbitro baleado en Las Cañas

Judiciales

Oscar Pérez recibió un disparo en su espalda a fines de abril cuando dirigía un partido del popular torneo de Yerba Buena. Tratan de identificar a una abogada, que sería expareja del hombre que quedó postrado.





El pasado 30 de abril, Tucumán se conmocionaba al conocerse la noticia de que Oscar Pérez, un árbitro del torneo de fútbol de Las Cañas, había sido herido de un disparo en su espalda por parte de un desconocido.

A casi dos meses del hecho, que dejó postrado al sufrir una lesión medular en entre la novena y la décima vértebra, producto del balazo, la Justicia tucumana continúa con la investigación que apunta a un crimen por encargo.

A través de una audiencia, los funcionarios judiciales dieron detalles de la investigación que comenzó el mismo día que Pérez fue herido. Según el auxiliar Rogelio Rodríguez del Busto, según declaraciones de testigos, un niño que cumplía funciones de alcanzapelotas, le avisó a Pérez que una persona que estaba afuera del predio quería hablar con él. La víctima se acercó al lugar y un desconocido le efectuó un disparo que no dio en el blanco. Inmediatamente, se dio vuelta y comenzó a correr por lo que un segundo disparo impactó en la espalda del hombre que quedó postrado en una cama desde ese día.

“Estoy clínicamente estable, tengo una lesión medular en entre la novena y la décima vértebra. El diagnóstico es paraplejía y el pronóstico es reservado. Todavía hay que esperar baje la inflamación en la médula y para que se pueda determinar cuál es el grado de la lesión y recién entonces se sabrá si puedo volver a caminar. Imagínate verme postrado en una silla de ruedas, con un futuro incierto. Ya no está todo en mis manos, dependo de un milagro”, relató a eltucumano.com, a dos semanas de ser herido 

Gracias a las cámaras de seguridad de un country de la zona, se obtuvieron  imágenes donde aparecían los autores del hecho y el dominio de la motocicleta que utilizaron para cometer el ataque.

Sin embargo, a pesar de contar con los datos del vehículo la informalidad que existe en las transferencias las pesquitas para hallar la moto demoraron un mes, ya que primero se rastreó a su dueño en Santa Rosa de Leales, que afirmó haberle vendido a un vecino de la Capital. Luego, que el rodado fue comercializado a un hombre de Las Talitas, que informó que se la había prestado a un pariente. 

“Los policías allanaron el domicilio de Juan José ‘Juancho’ Cuevas en busca de la moto, sin encontrarla.  “Al día siguiente, se presentó en la sede de la Brigada la pareja con el rodado. Después, asistido por su defensor Javier Lobo Aragón, se puso a disposición del fiscal Gallo y contó todo lo que había sucedido”, explicó La Gaceta.

‘Juancho’  relató que el sábado 30 de abril recibió un llamado de Agustín “El Porteño” Taruja que le pidió que lo visitara. En la charla le solicitó que llevara a Ulises ‘Cabudo’ Abregú hasta Yerba Buena porque tenía que “asustar” a alguien. “Lo llevé hasta Las Cañas, y Ulises se bajó del rodado y le disparó a ese hombre. Después lo vi con un arma en la mano. Se subió en la moto y fuimos hasta donde se encontraba Taruja. Allí les dije de todo porque me habían metido en semejante problema”, habría declarado y después brindó los domicilios de esas personas.

El viernes, los investigadores detuvieron a ‘El Porteño’, pero no pudieron hacer lo mismo con ‘El Cabudo’ que, supuestamente, después del hecho, habría abandonado la provincia. 

En la audiencia, Rodríguez del Busto contó  cómo se había producido el hecho y definió los roles que cumplieron cada uno de los acusados de tentativa de homicidio: Taruja fue el que planeó el ataque; Cuevas, el que trasladó a los sospechosos; y Abregú, el que disparó contra Pérez.

‘El Porteño’ reconoció que estuvo con Cuevas, pero aclaró que él solo le había pedido que lo lleve hasta esa zona de Yerba Buena para realizar un trámite en un corralón, ya que tiene un camión para distribuir arena y ripio. “No tuve nada que ver en el hecho, si bien no pude hacer el trámite, me dejaron ahí y, como se demoraron en regresar, volví en taxi hasta mi casa”, declaró el imputado.

Rodríguez del Busto derrumbó esa coartada al asegurar que los tres mencionados “fueron registrados por las cámaras de seguridad a los minutos de haber cometido el ataque”. Solicitó que a Taruja le dictaran la preventiva por cuatro meses, solicitud que fue respaldada por los querellantes Víctor Padilla y Juan Zelarayán, y rechazada por el defensor Sebastián Púmara. “Estamos ante un caso grave. El representante del MPF presentó una acusación sólida en la que hasta aquí queda claro que hubo un plan y que queda uno de los señalados cumplió con un papel”, explicó la jueza Fanny Suriani que aceptó el planteo del auxiliar fiscal, pero por tres meses.

Ahora, la tarea de la Justicia es hallar a la persona que encargó el crimen. Según la declaración de Cuevas, Taruja le explicó que una abogada de Burruyacu le había pedido que le hiciera ese favor porque no había denunciado el caso. Ese hombre, al que no conozco, le había pedido prestado $100.000 porque sabía que tenía $500.000. Nos contó que cuando fue a buscar el dinero, la amenazó, se llevó toda la plata y después abusó de ella. Por eso quería que le dieran un mensaje al autor de ese hecho”, señaló sin identificar a la letrada. 

Cuando la víctima pudo declarar por su estado de salud fue categórico. “Estaba siendo amenazado por mi ex pareja”, señaló. Los investigadores también indicaron que varios testigos corroboraron la información que había dado Pérez informando que los parientes de la mujer, al rechazar el dinero que le ofrecieron para restableciera la relación, comenzaron a hostigarlo.

Los policías secuestraron los celulares de todos los sospechosos que están siendo analizados por el Equipo Científico de Investigación Fiscal (Ecif) para analizarlos. Esa pericia podría develar quién fue el que pagó para atacar al árbitro.