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"No te imaginás lo que es hasta que te pasa": el drama de un padre tucumano

SOLIDARIDAD

El 27 de octubre del 2021 la vida del policía Eduardo Rodríguez cambiaba para siempre. Superación, entereza, solidaridad y ganas de recuperar su vida.

Eduardo, previo al accidente que cambió su vida.





El 27 de octubre del 2021, la vida del policía Eduardo Rodríguez (38) cambiaba para siempre. Una simple invitación a jugar al fútbol con sus amigos, terminó en un siniestro vial en donde tras un terrible accidente en su moto que inclusive costó la vida de una persona, debió cambiar la suya para siempre.

Me trataron de salvar la pierna o la vida, rápidamente me amputaron porque ya no tenía signos vitales, la cirugía fue en el Sanatorio Parque, ahí estuve dos semanas en terapia y luego una semana en sala hasta recibir mi alta médica”, se acuerda con eltucumano.

Ese mismo día, a pocas horas del trágico momento, Eduardo era amputado arriba de su rodilla izquierda. Desde ese día hasta ahora, continúa de licencia médica aguardando oficialmente el cambio de funciones en la policía de Tucumán, para reincorporarse como administrativo.

Previamente a este hecho que marcó un antes y un después para el monterizo, su vida era muy activa: “Antes de que me pase esto hacía ejercicio, hacía boxeo, andaba en bicicleta, hacía zumba”, recuerda. Por eso mismo, apenas el muñón sanó, decidió que no iba a quedare sin continuar con su vida de deportista: “Hablé con un amigo que trabaja en una bicicletería por alguna puntera para los pedales, ahí la pude adaptar. La primera salida que hice junto a mi señora por el equilibrio fue de unos pocos kilómetros. Al día siguiente fui hasta Soldado Maldonado, y después conversando con mi entrenador me dice que mejor use pedales con trabas y así pude hacer hace poco la carrera que se llama Vuelta Monteros. El fin de semana la Trepada al Indio la hice con muletas por la lluvia, hice los últimos 3 km de la participativa”, cuenta, recordando que en esa carrera organizada por la Municipalidad de Monteros, fue también premiado y distinguido.

Eduardo tiene actualmente 4 hijos: de 16, 6, 2 años y una bebita de tres meses, quien estaba todavía en la panza de Daniela, su esposa, al momento del accidente. Pasar a vivir y transitar la vida con una sola pierna, como se imaginarán, no es tarea fácil, y por eso ahora tiene un sueño: comprarse una prótesis.

“Por ejemplo, pasa esto con mi hija de tres meses, si mi señora sale a hacer las compras y yo me quedo con la bebé en la casa, ella llora y tengo que saltar en un pie con ella en brazos para hacerle la leche, caminar con ella en brazos así, un peligro”, confiesa. Además, tal cual declaran la mayoría de las personas que se convierten en personas con discapacidad de un momento a otro, los problemas estructurales para transitar la vida en sociedad con una sola pierna son evidentes y fuertes en Tucumán: “Salir al centro con muletas es imposible, las veredas están mal, desniveladas. Antes no me daba cuenta porque caminaba con las dos piernas, claro. Siempre trato de salir adelante y remarla, trato de no bajoneárme, y ahora que se me cicatrizó la pierna apenas pude volví al gimnasio, de ahí empecé a entrenar de vuelta. Además para fortalecer más el muñón, yo pensando obviamente en una prótesis para poder seguir con mi vida y salir adelante”, nos dice.

Y es que el mayor deseo de este padre de familia de tan solo 38 años es el de poder acceder a una prótesis que le permita manejarse sin muletas, ser padre, policía, deportista, y que su nueva condición le afecte en la menor medida posible: “La prótesis que estoy viendo, la que podría yo llegar a pagar, me cuesta 600 mil pesos. Estuve averiguando otra para seguir haciendo deportes, hacer boxeo, esa sale como 4 millones y medio. A mí la obra social Subsidio, me cubre algo de la prótesis, pero siempre pelea por darte la más común. A mí no me sirve esa, por eso opté por pagarla particular”, nos dice.

Para solventar estos gastos, amigos y familiares del tucumano están vendiendo un bono contribución. Además, hace dos semanas se realizó un zumbatón solidario en su honor, tras el cual se le entregó la totalidad de lo recaudado:  “Quiero agradecer a toda la gente que me brinda el apoyo y la colaboración, es mucha gente, nunca me han dejado en banda, siempre me han colaborado. El otro día por ejemplo me hicieron un zumbatón solidario, todo a beneficio mío, yo también bailaba zumba. Ahora no puedo andar metido en todo pero las chicas de zumba me ayudaron”.

El sueño de Eduardo, será posible con la colaboración de todos, ya que en su nueva situación hasta lo más mínimo se hace cuesta arriba: “No te imaginás lo que es no poderse hacer una taza de mate cocido, tengo que sujetar taza, muleta, y así trasladarme hasta la cocina, traer agua caliente y todo, es imposible”, cierra.

Si querés colaborar con la causa de este padre de familia monterizo, podés adquirir el bono contribución comunicándote con Daniela Cruz, su pareja, al 3863507127, o también a través de una transferencia al número 2850600140001010358091 a nombre de Cruz Daniela Romina.