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"Es grave": Alejandro Condorí, el periodista de Los Primeros y lo que pasó después de la nota viral

SOCIEDAD

El cronista del ciclo de Omar Nóblega lo ha visto todo en los más de 10 años que recorre Tucumán, pero nunca imaginó lo que viviría en la comisaría Sexta con los familiares de los detenidos. VIDEO

Alejandro Condorí, en la comisaría 6ta.





Es jueves a la noche y el día no termina para Alejandro Condorí: “Estoy por relatar boxeo en el Hilton mañana para Los Primeros y estoy a full con los últimos preparativos. Estoy contento. Es la primera vez que me tocará hacerlo. Ojalá todo salga bien”.
Quienes conocen las calles de Tucumán como el periodista de Los Primeros saben muy bien que hay veces que, de hecho, todo puede salir mal. A lo largo de una carrera de más de 10 años para el exitoso ciclo de Omar Nóblega, el colega lo ha visto todo.
“Me ha tocado cubrir muchas cosas, situaciones difíciles como el crimen de la chiquita en Lules el año pasado, el tiroteo del otro día en El Bajo o el récord de la página: 5 millones de vistas cuando mataron a un familiar con un destornillador. Pero lo del otro día, sí, fue impresionante”.
El otro día fue el 8 de mayo, el domingo, en la puerta de la comisaría 6ta, cuando un grupo de familiares de detenidos se acercó a preguntar por la salud de sus seres queridos luego de confirmarse la fuga de uno de ellos. “Me llama Omar, me dice que me llegue a la Sexta, que se había fugado un preso. Yo hace una semana había cubierto la fuga en la 12 y me parecía que era algo importante”. 
“Cuando llegué a la comisaría, ya estaba la custodia policial. Yo quería hablar con las autoridades policiales, pero nunca nadie apareció. Entonces hablé con la gente. Los familiares van a preguntar cómo se encuentran y a exigir que los traten bien. Ese día, encima, era el horario de visita. Por eso había tantas personas”.
Entre las familiares de los detenidos estaban la hermana de un preso y la abuela de otro: ellas, ante las cámaras de Los Primeros, denunciaron la violencia que sufrían sus familiares. “Cuando empieza el quilombo, denuncian que un policía les pedía el número de teléfono, les mangueaba cosas, que se había querido propasar con la novia de uno de los presos y que se armó el tumulto. Cuando se efectuó un tiro, lo cual ya de por sí ha sido algo muy grave, en ese tumulto se escapa un preso y la novia queda detenida”.
Durante la transmisión en vivo de más de 30 minutos, muchísimos seguidores entraron a comentar luego de los dichos que se convirtieron en materia de memes y contenido viral: “El Pelao es un degenerao”, “Huevito Kinder”, “Puré de tomate en la cola”, y otras frases derivaron en material viral, en canciones, en comparaciones con la cantante Karol-G, pero el trasfondo y la raíz de la denuncia quedó opacada, desatendida, ignorada y de una gravedad inusitada, de un secreto a voces que es moneda corriente en algunos establecimientos policiales de Tucumán: el abuso sexual y las amenazas de efectivos policiales a las mujeres que visitan a los detenidos.
“Lo que los familiares denuncian es que los tienen encerrados en malas condiciones, que están superpoblados las celdas. Cuando empecé a hablar con los familiares, noté que mucha gente se burlaba por cómo hablaban. Sabía que se expresaban mal, por momentos era complicado mantener la postura con las cosas que te decían, era raro, pero siempre que hago una cobertura le doy la seriedad al tema que merece, siempre trato de ser lo más profesional posible”, le cuenta esta noche Condorí a eltucumano.
“La reacción de la gente en los comentarios es habitual: la gente le tiene bronca a los familiares de los presos por lo que hicieron, también criticaron mucho cuando cubrí en la Anses la inscripción del IFE, todos les dan con un caño. En lo del IFE, puntualmente, mucha gente comentaba que eran todos planeros, que no trabajaban. Hablé con un muchacho y me dijo que vendía golosinas todo el día en el colectivo. No son todos lo mismo. No todos están en la misma bolsa. Siempre trato de ver el otro lado”, aclara el periodista.
De vuelta a la nota que se viralizó como ninguna esta semana en Tucumán, reconoce: “En su momento no me di cuenta que iba a ser para tanto la viralización. Trataba de concentrarme en lo que me decían las familiares, mientras que las formas de decirlo era en lo que reparaba mucha gente. Pero detrás de todo eso hay cosas complicadas. A estas cosas hay que prestarles atención”.
Durante la transmisión, muchas personas cuestionaron el rol de Condorí por darle voz y prensa a los familiares de los detenidos. Es difícil encontrar satisfacción cuando uno cubre estos temas de índole policial, uno se vuelve más duro para relatar lo que vive, lo que está viendo, para contar la realidad de lo que pasa en Tucumán. Sí, hay alivio cuando uno cumple la tarea, y dan ganas de seguir así. Ahora la gente es impresionante cómo me reconoce por esa nota, la verdad que me sorprende todo lo que ha generado. ¿La verdad? No paro de sorprenderme”.