"Los sentimientos están a flor de piel": el tesoro que guardan las cartas de Malvinas
Los recuerdos de la guerra afloran en las voces de sus protagonistas en una serie de podcast producida por el periodista tucumano Diego Jemio: “Las cartas son las fotografías de lo que sentían”. Escuchá los relatos.

Fotos: Nicolás Borojovich
“Creo que el lunes salimos para Malvinas a pegar un par de tiros con los ingleses. Vamos a ver qué pasa. Pronto te escribiré. Chau, besos y abrazos”, le escribe el soldado Edgardo Pramparo a su madre el 29 de marzo de 1982, días antes de partir en el Crucero General Belgrano. Quien lee las últimas palabras escritas por uno de los 323 caídos en el hundimiento del buque es el conscripto tucumano Juan Manuel Coronel, compañero de Edgardo y sobreviviente de la jornada más luctuosa de la guerra para los argentinos. A 40 años del conflicto bélico, el podcast Memoria Epistolar de Malvinas recupera sentimientos, sensaciones, recuerdos y despedidas de aquellos días que quedaron marcados a sangre y fuego en nuestra historia.
“El tono de las cartas es muy variado y están todos los sentimientos primarios que uno vincula a Malvinas: la incertidumbre de no saber qué va a pasar, la idea de lo heroico, el regreso a casa como el paraíso perdido, qué pasará si no vuelven. Por ejemplo, hay una carta donde un combatiente le deja a su esposa la lista de qué cosas hacer si él no regresa. Los sentimientos están a flor de piel”, comenta el periodista tucumano residente en Buenos Aires Diego Jemio, uno de los artífices de este proyecto producido de forma conjunta entre Epistolar Podcast y el Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur en el marco del archivo oral del museo.
Según explica Jemio, el podcast consta de ocho episodios donde veteranos de guerra y sus familiares leen cartas propias o de caídos durante la guerra de 1982: “Hay gente que estuvo en el buque Bahía Paraíso, marineros del Crucero Belgrano, hijos de veteranos, entre otros. El perfil es amplio y rescata la experiencia de lo epistolar en Malvinas. Los veteranos llevaron el material que querían compartir. Además, les pedimos que vayan al museo con algún objeto que remita a su participación en la guerra como zapatillas Flecha, cascos, identificaciones… Con eso se hizo un ensayo fotográfico que acompaña al registro”.
En aquellos días tumultuosos de 1982 las cartas eran, en la mayoría de los casos, la única forma de comunicación entre los soldados y sus seres queridos. Esos papeles marchitos de tiempo guardan mensaje de amor, de temor, de esperanza y, muchas veces, de despedida. El trazo apurado atesora las palabras como un legado que nos transporta a cómo vivían los protagonistas esos momentos cruciales: “En este proyecto veo la importancia de la carta en muchos aspectos, ya sea como documento, como prueba de vida y como relato. En muchos casos, a través de la carta, sus familias se enteran que los soldados estaban en Malvinas. Es muy importante la presencia corpórea de la carta porque es algo de carne y hueso, con la letra de los protagonistas. Cuando hicimos la convocatoria todos han llegado con sus cartas originales. Hay mucha emoción que aflora en la lectura y en las entrevistas”.
“Lo que más me movilizó fueron las mamás de mis compañeros, los que fallecieron, en el momento en que fueron a preguntar por sus hijos y no les pude contestar nada. Me quedó grabado eso para siempre. Ese es el motivo por el que siempre abracé esta causa”, cuenta Juan Manuel Coronel en uno de los episodios del podcast donde comenta que, antes de embarcarse en el Crucero General Belgrano, llegó a escribirle cartas a sus familiares que aguardaban noticias suyas en Tucumán. Al momento de leer, eligió recuperar las palabras de aquellos compañeros que ya no están.
“Las cartas son las fotografías de lo que sentían aquellos que ahora no viven para poder contarla. Además, están ahí las condiciones en que las cartas fueron escritas. Me parece importante el valor de la carta como un tesoro. La ilusión de los que recibían mensajes de sus familias y la desazón de los que no. Muchos le pasaban las cartas personales a los otros que las leían sólo para tener palabras del continente. Es un contenido vivo, que no caduca. La esperanza que tengo es que este material tenga rodaje en las aulas. Para mí sería un buen destino que sea usado como un insumo en las escuelas a la hora de abordar el tema”, remarca Jemio. Según adelanta, en las entrevistas que forman parte del podcast surgen comentarios sobre la censura que recaía sobre algunos de los mensajes que los soldados mandaban desde las islas. También los casos de conscriptos que fueron víctimas de torturas de parte de sus oficiales durante la guerra.
El proyecto Memoria Epistolar de Malvinas fue posible gracias a una beca de la Fundación Williams. Diego Jemio estuvo a cargo de la producción artística y Juan Terranova de las entrevistas. El podcast cuenta con música original de José Ferrufino y con la interpretación de Nicolás Chamorro y José Ferrufino. La grabación fue realizada por Matías Cavalieri y “Jota” Picone y la postproducción y mezcla de sonido por Tomás Sprei. Nicolás Borojovich hizo el registro fotográfico.
El periodista tucumano comenzó a producir podcast en 2018 y es el realizador junto a Tomás Sprei de Epistolar, que ya cuenta con 125 episodios y en los próximos días lanzará su cuarta temporada. En ese podcast, Jemio compila cartas de distintas personalidades que fueron leídas por actores, artistas y locutores como Graciela Borges, Norman Briski, Lalo Mir, Ana María Piccio, Gerardo Romano, entre muchos otros: “Cuando los invité en el 99% de los casos la respuesta fue sí. Me parece que es, por un lado, por lo atractivo del rescate de lo epistolar y, por otro, porque hay un gran desafío actoral al interpretar sin el cuerpo y solo con la voz. Este proyecto no podría existir sin ellos”.
“El lenguaje del podcast sigue siendo el radial. Lo que intentamos acá es reemplazar lo irremplazable de la letra por lo irreemplazable de la voz de alguien. Recuperamos lo personalísimo de la letra por lo personalísimo de la voz”, destaca el productor quien encontró en este formato una nueva forma de contar, todavía incipiente, pero en plena expansión: “Lo que me gustó del podcast fue su condición de posibilidad, es decir, el hecho de que tengo una idea y la puedo hacer ya, sin pedirle permiso a nadie. Pasar de la procrastinación de la idea al proyecto concreto era una forma de dar ese paso sin masticarla tanto hasta el hartazgo. El mundo de la creación de sonidos es muy interesante y está en una fase de crecimiento, todavía hay mucho por hacer. Creo que hoy la producción es vasta y efervescente, hay muchos podcasts, incluso con contenidos de ficción, pero también considero que, para que siga creciendo, hay que salir a buscar a los oyentes”.
Escuchá las cartas de los soldados haciendo click acá: Memoria Epistolar de Malvinas