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"El tipo la dopaba": denuncian que una mujer mayor era estafada por su vecino

De terror

Eva tiene 77 años y sus familiares la notaron desmejorada. Descubrieron que le robaban la jubilación y las cámaras de un banco confirmaron lo peor: la hicieron sacar un crédito para llevarse el dinero. “Este tipo es un perverso, un ladrón”.

Foto ilustrativahttps://www.diariopopular.com.ar/





Las sospechas comenzaron en julio pasado cuando sus familiares descubrieron que alguien se había llevado el sueldo y el aguinaldo de Eva Teresa del Valle Caram. Pero ese sería sólo el comienzo de la historia de terror que vivió esta mujer de 77 años. “Voy a su casa y la encuentro en un estado calamitoso, no estaba en sus cabales. Ese día estaba ahí en su casa este personaje, su vecino, y me dijo que le había salvado la vida porque la encontró con el gas de la cocina abierto. En ese momento lo he tomado como un buen vecino; una buena persona”, relata su hermana menor, Graciela. Entonces ella aún no sabía que estaba ante un enemigo demasiado íntimo; un lobo con piel de cordero.

“No sabíamos quién le había robado la plata y vimos que ella no estaba bien, no tenía ni para comer. Por eso, en ese momento, nos pusimos en campaña de buscarle un geriátrico. Cuando volvimos a verla días después, la notamos mejor y nos dijo: ‘Yo no voy a ir a ningún lado, ustedes me quieren llevar para venderme el departamento’. Después descubrimos que este tipo la estaba empuando con eso”, cuenta Graciela Caram a eltucumano.com. Ese tipo es el vecino de al lado de Eva quien vive sola en su departamento del barrio Patria. Hasta que se conocieron los hechos, un hombre servicial, atento. Lo que se dice un buen vecino y un buen samaritano.

Dado el robo que había sufrido, Eva le firmó una autorización para que Graciela fuera a cobrarle la jubilación y le administre el dinero. En agosto, cobró 25.000 pesos correspondientes a la jubilación mínima. Al mes siguiente, la liquidación fue de 18.000 y ahí fue que comenzó a desenredar la madeja de lo que había pasado con su hermana: “Cuando pregunté por qué me habían dado ese monto cuando su sueldo es de 25.000, me dicen que ella había sacado un préstamo de 102.000 pesos el 28 de julio. Era un préstamo a pagar en cuatro años y siete mil pesos mensuales es una enormidad para una mujer como ella que vive con lo justo. Ella no recordaba haber sacado ningún préstamo y buscamos en toda la casa y la plata no estaba”.

Graciela vislumbró que algo extraño estaba sucediendo y les pidió a los directivos del banco acceder a la grabación de las cámaras de seguridad para comprobar quién había retirado el dinero del crédito ese día: “Los del banco me llamaron y me dijeron que ella estaba con un hombre. Oh sorpresa cuando veo el video de las cámaras. Cuando entra al cajero, entra con el tipo este, el vecino. Lo deja a él con toda la plata y se lo ve cuando mete toda la plata en un maletín negro”. En las imágenes del video, ella notó que su hermana estaba como aturdida. De hecho, tras terminar la transacción, arrojó la lapicera y se fue del lugar dejando que el hombre cargue el dinero: “La veo en la filmación y está dopada, no es ella. El tipo la dopaba, me corto la cabeza de que fue así. Andá a saber qué le daba, pero para mí estaba dopada. Si vos ves la filmación, vas a ver que ella estaba completamente dopada”.

“Yo me animo a hablar ahora porque él ya no es más vecino de mi hermana. El tipo tenía la llave y el miedo te inmoviliza. Nunca publiqué ni hice una denuncia por temor porque él la amenazó a mi hermana, él le decía: ‘yo no te he robado la plata a vos, vos le has dado la plata a tu amante’. Cuando descubrimos todo esto, yo le pregunté y ella me decía: ‘¿cómo crees que yo voy a sacar un préstamo?, si no tengo un peso’. Él se abusó de un adulto mayor, pero me ha dado miedo porque ella vive sola y el tipo vivía a la par, entonces no vaya a ser que la empuje por la escalera y la mate”, cuenta todavía indignada por lo que le tocó vivir a Eva.

En su momento, al consultar sobre el caso con su abogado, este le dijo que era un caso difícil porque la única prueba con la que cuentan es el video del banco: “Me dijo que es la versión de ella contra la de él y, cuando lo hablé, esté tipo me dijo que sólo la había acompañado, que mi hermana se quedó con la plata. Después, no apareció más, le golpeaba la puerta del departamento y no salía nadie.

La mujer comenzó a atar cabos y descubrió lo que había pasado. No era sólo el crédito, sino que aparecían deudas en servicios por boletas que él supuestamente le había ido a pagar para hacerle el favor: “Mi hermana no decía nada, ahora me entero de todas esas deudas. Han empezado a saltar todos los muertos”. Según comenta Graciela, también vio que en varias oportunidades iban prestamistas a buscar al vecino de su hermana: “Le tiraban la puerta abajo y no salía nadie”. Ella intentó averiguar quién era el vecino que había estafado a su hermana, pero sólo consiguió un nombre: Lino. Las puertas del resto de los miembros del consorcio de le cerraban en la cara: “Nadie me quiso ayudar, de los vecinos ninguno me quiso dar un dato… será que no se quieren meter en un despelote. Hasta que un día la mujer que le alquilaba el departamento los corrió a él y a la mujer porque le debían un montón de meses de alquiler.

“Una vez que el tipo no entró a su casa, ella es otra persona, recuerda números de teléfono, los cumpleaños… está mucho mejor. Para mí está claro que la dopaba.  Vos nos sabés el daño que le ha hecho este tipo; es un daño infernal. Ella ahora esta lúcida”, comenta Graciela que tiene una hipótesis respecto a cuáles eran las intenciones del vecino de su hermana: “Antes de que se destape todo esto, cuando la vi mal a mi hermana, le dije vamos a buscar quien te cuide y el tipo este me había ofrecido los servicios de un pariente suyo, pero yo no quería meter extraños en la casa. Después ella me cuenta que él le decía: ‘hacé que venga mi pariente’. ¿Sabés cuál creo que era el fin de él? ¿Por qué quería meter a alguien en la casa de mi hermana? Para mí que la idea del tipo era que le firme el boleto de compra y venta del departamento”.

Después de todo lo que le tocó vivir a Eva, sus familiares lograron vencer el temor y Florencia, la hija de Graciela, decidió utilizar las redes sociales para denunciar al estafador de su tía: “El tipo ahora no vive más ahí, no sé dónde vive, pero tengo miedo de que él vuelva y le haga algo. Por miedo no he puesto la denuncia en su momento. El abogado me ha dicho que no vale la pena y la verdad que yo ya no creo en la justicia. Mi hija hizo la publicación porque no hay mejor justicia que la condena social. Parece que esta gente le debe una vela a cada santo. El único objetivo de la publicación es prevenir a la gente, que no se deje engañar por este tipo que es un perverso, un ladrón”.

“Ella le tenía mucha confianza y para mí, antes de enterarme de todo esto, era un buen vecino. Yo hasta le daba las gracias por ayudarla a mi hermana”, confiesa Graciela quien deja una reflexión acerca de lo que le tocó vivir a Eva: “Esto de la pandemia nos ha cagado a todos y a la gente grande, mucho más, porque yo creo que ella sufrió de soledad. Nosotros también debemos hacer nuestra mea culpa porque quizás la hemos dejado sola. Yo también soy grande ya y tengo que cuidarme, por eso no podía visitarla”.