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"Se hizo Justicia": prisión perpetua para Nadia Fucilieri por el crimen de sus hijos

SOCIEDAD

Entre la noche del 3 y la madrugada del 4 de octubre de 2017, en la casa de la calle Santa Fe al 1800, Fucilieri compró en la farmacia los elementos que necesitaba y después se dirigió a la habitación de sus hijos. VIDEO

Perpetua.





Este viernes, a las 19, se condenó a prisión perpetua a Nadia Fucilieri, la enfermera y obstetra quien degolló con un bisturí a sus hijos, de dos y cuatro años, para “causarle sufrimiento” a su expareja y padre de las víctimas en 2017. 

Ayer jueves, la doble homicidad había tenido la oportunidad de dar su versión de los hechos, pero eligió el silencio. Luego le gritó a la jueza: "¡Me da asco lo que está diciendo!"

"Volví a ver a mis hijos después de ocho meses en la morgue. Se hizo Justicia", indicó Aldo Martínez, padre de los niños, visiblemente conmovido con lágrimas en los ojos tras el fallo dictado hace instantes. 

Su defensa ha tratado que se la declare inimputable por haber obrado bajo un estado de emoción violenta y de no haber sido capaz de comprender el acto criminal que estaba cometiendo. La querella, representada por Silvia Furque pidió perpetua por el doble homicidio agravado por el vínculo, por la alevosía, y por haber sido cometido para causar sufrimiento a su expareja.

Al principio no declaró, luego se refirió a la relación que tenía con el padre de los niños, segura que fue violentada por él. Habló de su historial de vida, y que cuando quedó embarazada se convirtió en la madre que siempre quiso tener. No habló del homicidio durante todo el juicio, siempre mirando el suelo.

Mientras declaraba su expareja, Fucilieri dijo “Me da asco lo que está diciendo”. Tiene prisión domiciliaria hace más de un año. La querella ha pedido condena y traslado inmediato a la cárcel: “No quiero otro Rejas” dijo la abogada. En la parte más dura del alegato, durante la descripción de los homicidios, el juez se levantó sin decir nada, y pidieron un cuarto intermedio. Todo el tribunal de la sala lloró, hasta las mujeres policías, y sobre todo, el papá de las víctimas.