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"Todavía no caigo, sigo en shock": el horrible momento que pasó Silvina Saleme Posleman

INSEGURIDAD

La periodista y conductora de Tucumán Telefe Noticias se dirigía al canal por calle Laprida cuando le sonó el celular. Gritos, furia y final de un jueves de terror: “Sigo mareada”.

Silvina se encuentra bien después del mal momento vivido. Foto: Instagram.





Era un mediodía cargado de novedades para abrir el noticiero al mediodía por la pantalla de Telefe Tucumán. Lo que nunca imaginó la periodista y conductora Silvina Saleme Posleman es que hoy ella iba a ser la protagonista de un momento horrible: “Te juro que todavía no caigo, sigo en shock, sigo mareada”.

Antes de ingresar al estudio de Laprida al 100, Silvina había salido de maquillarse y bajaba por Laprida al 400 cuando empezó su calvario: “Volvía al canal para hacer el noti, me sonó un mensajito, saqué el celular, era Laprida y Córdoba, y no me preguntés cómo, si me estaba siguiendo o qué, pero el tipo con dos deditos, con una precisión de cirujano me sacó el celular de las manos, salió por Laprida, siguió por Córdoba hacia 25 y mientras lo veía que se iba, pese a estar shockeada, no me quedé enmudecida y empecé a gritar”.

“Tengo todo en mi celular, mi vida está ahí. Y empecé a gritar: ‘¡No, no, no!’. En ese momento, de una manera increíble, apareció la gente, la actitud comprometida de la gente que se la jugó y quiso detenerlo. No sabés si tiene un chumbo o qué. Lo de la gente es impresionante: no les importa, todos bajaban a la calle, le tiraban patadas, tratando de hacerlo trastabillar cuando ya había caído de la moto. El tipo iba zigzagueando para evitarlos, parecía un jugador de rugby evitando que lo tacklearan. En un momento, perdió el equilibrio, se fue a la vereda donde lo esperaban. Pensé: ‘Acá se cae’. Creí que era el final, se volvió a subir a la moto, se volvió a caer, y ahí sí ya lo atrapó la gente, que quede claro: la gente”.

Todavía se agita Silvina cuando dialoga con el diario eltucumano este jueves a la tarde: recién son las 19 y está por intentar calmarse, comer algo, descansar. Ha radicado la denuncia en la comisaría 1era luego de abrir el noticiero con el horrible momento que le tocó vivir y con llamadas del fiscal de la causa entre los cortes publicitarios, dando una muestra más del profesionalismo que pregona desde el primer día en la pantalla elegida por todos los tucumanos. 

“Lo que me partió el alma fue cuando, finalmente, pudieron atraparlo, y vino una señora tiene unos años menos que mi madre y me dijo: ‘Aquí tiene, me golpee la muñeca, pero le saqué el celular, aquí está’. Te juro que ese momento me partió el alma. Esa solidaridad de la señora y de la gente en general: mamás con criaturas en brazos, chicos jóvenes acercándome un vaso de agua, un caramelo, una solidaridad tremenda y mi agradecimiento eterno para esa gente que me acompañaron en todo momento hasta que llegaron dos efectivos de la Guardia Urbana, dos mujeres, y uno de civil”, relata la conductora.

“El ladrón ya tenía prontuario y el fiscal me informó que la denuncia va a permitir que mañana se lo encarcele. Espero que sirva para algo. Yo no sé cómo hice, pero todavía no bajo la adrenalina: después de ese momento horrible tenía que salir al aire. Como pude hice el informativo, pero en todo momento pienso en que vino de espaldas, en si me había seguido, en cómo me arrebató de la nada el celular. No sé si había hecho la tarea de inteligencia, si me reconoció, pero me lo sacó. Jamás me había pasado algo así: he tenido casos de amigos muy cercanos y a mis hermanos, pero a mí nunca”, explica con las sensaciones a flor de piel.

¿Cómo ha vivido estar del otro lado de la noticia? “Yo me involucro mucho en la noticia, me pongo en la piel del otro, siempre me pongo en la piel del otro, pero es distinto cuando te pasa: te duran los nervios, tengo rabia, impotencia. Sentía que me habían desnudado: en el celular tenés todo, es mi herramienta de laburo, sentía que se llevaba mi vida, esa vida que te pasa en un instante. Es un sentimiento raro, que te dura. Te juro que te lo cuento y todavía estoy shockeada”, jura Silvina, quien no puede dejar pasar el mediodía de terror vivido para dejar un mensaje contundente.

“Solo siento que la gente está cada vez más podrida, más harta. El nivel de apoyo de la gente no hace más que confirmarme que la gente está podrida de los políticos. Les decimos: ‘Basta’. Pónganse los largos. A los funcionarios se los digo. Siempre lo dije y es lo que pienso: basta de peleítas para la platea porque no les creemos nada: dedíquense a solucionar los problemas para los ciudadanos de a pie. Así ya no. Vivimos encerrados quienes debiéramos vivir dignamente, estamos hartos de vivir en el mundo del revés. Hartos”.