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"Me dijo: 'Ya vuelvo'": el revelador testimonio sobre la desaparición de Milagros y Benicio

JUSTICIA

"Me dijo que no sabía con quién me estaba metiendo, que eran todos de la Policía Federal. Me fui a la comisaría 11, donde me hicieron demorar, y me dijeron que Milagros era bastante grande y que se podía enojar si yo hacía la denuncia". VIDEO

Milagros y Benicio, desaparecidos desde 2016.





Amalia Ojeda, la mamá de Milagros Avellaneda y abuela de Benicio Coronel, brindó un testimonio revelador en la audiencia del juicio oral y público para el ex guardiacárcel Roberto Rejas, el principal sospechoso de las desapariciones sucedidas el 28 de octubre de 2016: “Salió con Benicio en brazos. Me dijo: 'Mamá, ya vuelvo'. Milagros no volvió ese día. Supuestamente yo pensé que estaba con Flavia (Mamaní). Como eran íntimas amigas desde la primaria, me quedé tranquila. Flavia se quedaba a dormir con sus hijos en mi casa. Al no volver el día domingo empezamos a preguntarnos qué pasaba y le preguntamos a Flavia, quien no contestó los mensajes nunca porque lo tenía bloqueado a Coronel (padre de Benicio). (Coronel) se hace un face y le pregunta: ‘¿Milagros está con vos? ¿Benicio está con vos? Te estoy preguntando en serio. ¿Dónde están?’” 

De acuerdo al testimonio brindado por Amalia, Flavia Mamaní le respondió al padre de Benicio y ex pareja de Milagros: “Yo sé dónde están. Se iba a encontrar con un chico Roberto (Rejas)”. El padre del niño insistió: “¿Quién es Roberto?”. Hacia la casa del principal sospechoso fue Amalia junto a Flavia, luego de que le propusiera: “¿Quieren que vayamos a preguntar dónde está Milagros? ¿Quieren que vayamos a la casa de este chico?”. 

Indicó la mamá de Milagros y abuela de Benicio en la audiencia del juicio oral y público: “Yo no sabía que existía Roberto. Cuando llegamos a la casa (de Roberto Rejas) aplaudimos con las manos. Se demoran en atendernos y nos preguntan qué buscamos. ‘Lo buscamos al chico’, le decimos. ‘¿Qué chico?’, insisten. ‘A Roberto’, le dice Flavia. ‘Mi hijo está enfermo de las glándulas, está haciendo reposo’. Flavia le dice que salga ya este chico, que está la mamá de Milagros Avellaneda. Pero sale la madre del chico. Entonces yo le digo que salga el chico. Después salió él y dijo que no la conocía. Flavia le dijo: ‘No mientas más, Milagros estuvo con vos, me mandó mensajes diciéndome que vos le estabas pegando. Le pregunté a Milagros si quería que le pasara a buscar y me dijo que no porque se había cansado de pegarle’. Después (Roberto) dijo que sí la conocía, que en 2014, y después hace dos meses”.

Continuó su testimonio la señora Amalia Ojeda ante la fiscal Dra. Estela Giffoniello: “Yo le pregunté (a Roberto) si tenía alguna relación con mi hija. Yo le dije: ‘De acá me voy a hacer la denuncia’. Pero fui amenazada delante de Flavia por el señor dueño de casa. Me dijo que no sabía con quién me estaba metiendo, que eran todos de la Policía Federal. Me fui a la comisaría 11, donde me hicieron demorar, y me dijeron que Milagros era bastante grande y que se podía enojar si yo hacía la denuncia. No me tomaron la denuncia. Un ayudante del oficial Pérez me dijo: ‘Señora, quiere ir a ese lugar?’. Yo le respondí: ‘Sí, vamos a la casa de este chico’. Fuimos con un móvil de la Policía, bajaron ellos (los policías), estuvieron más de 15 minutos, volvieron a subir al móvil y me dijeron que Milagros no estaba ahí, y Benicio tampoco”. 

“En el mismo móvil de la Policía nos retiramos pacíficamente de ese domicilio, no le gritamos a nadie, yo ni me bajé del auto. Cuando llegué a la comisaría para hacer la denuncia por la desaparición, faltaba que me pusiera de rodillas para que me tomaran la denuncia. Le dije al oficial Pérez: ‘Milagros está con el bebé, no se llevó nada, no se llevó el documento de su bebé’. Me respondió: ‘Su hija se puede enojar por la denuncia, todo lo material se puede comprar’. Por eso la denuncia sale con otra fecha. Mi hijo, ya fallecido, le dijo: ‘¿Por qué das tantas vueltas? ¿Por qué le hacés esto a mi madre? Mirá, yo trabajo en Tribunales, si no me tomás la denuncia voy a hacer que se sepa que no están tomando la denuncia de Milagros Avellaneda ni de Benicio Coronel’”.

Durante su alocución, la mamá de Milagros puso el ojo en un auto que se encontraba en la puerta de la casa de la familia de Roberto Rejas: “Vi un auto rojo chapa patente 555 LUJ, color rojo, eso fue cuando estaba Flavia Mamaní. Cuando volví al domicilio, me dijeron que mi hija no estaba ahí. ¿Y el auto? Un auto rojo no está. No está. Me respondieron que (Roberto) se fue a la cancha. Si estaba operado, estaba en reposo, no podía manejar, ¿por qué se fue? Hay muchas cosas que vi en esta etapa. Ahí recién lo conocí a este chico. Cuando terminé de hacer la denuncia en la comisaría 11 eran más de las 12 de la noche. Este chico (Roberto) y el señor (su padre) se hicieron presentes a la comisaría. ¿A hacer qué? No sé. A ellos les corresponde la 11 sino la 4ta. Fueron a averiguar de qué se los acusaba, a averiguar qué denuncia hice yo”. 

Antes de que se le realizaran preguntas, en la transmisión en directo de la colega Mariana Romero para Los Primeros, Amalia remarcó: “Milagros era una mamá muy apegada de su hijo. Siempre estuvo pendiente de su hijo. Al mínimo resfrío corría al médico. Jamás dejaría solo al mayor. Milagros fue una excelente madre, una excelente hija. No porque sea mi hija. Milagros de los Angeles Avellaneda Ojeda fue la mejor alumna en la escuela Bernardo de Monteagudo y en el Colegio Jesús Sembrador. Fue medalla de honor, asistencia perfecta, hizo varios cursos, tenía proyectos, quería estudiar, esperaba que sus hijos fueran mayores para poder hacer algo. Milagros no se iba a ir nunca sin su hijo (...) Hoy por hoy no está Milagros, no está Benicio. Pero acá hay una persona que estuvo con Milagros, la última que estuvo con ella. Tiene nombre y apellido: el chico que la hizo desaparecer a Milagros y a Benicio”.