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"Creemos que es lo que pasó, es muy posible": últimas novedades sobre Diego Spuches, el joven tucumano buscado

BÚSQUEDA

Diego no atiende el celular desde hace cinco días y su sobrino Jesús, junto a toda la familia que lo espera en casa, revela un indicio apenas, pero indicio al fin, de lo que puede estar pasando y le envía un mensaje conmovedor. ¿Qué pasó? ¿Dónde estás, Diego?

Te esperamos, Diego.





Desde el jueves, como es de público conocimiento para miles de tucumanos y tucumanas, todos estamos en vilo, cada uno a su manera, con el deseo, con la fe, con un rezo, con la esperanza, y con el único final que queremos: que Diego Spuches toque la puerta de la casa de su familia y todos estos días de angustia queden atrás, sean parte del pasado, que luego se charlarán las cosas que se tengan que charlar, pero que regrese sano y salvo a los brazos de su hermana Stefi, de su sobrino Jesús, de los amigos y amigas que lo esperan.


Las horas pasan y lo último que se sabía hasta el momento era que el mismo jueves, después del trabajo, Diego ya no volvió a la casa del patrón con quien vivía en Horco Molle. Tras horas sin responder mensajes ni llamadas, la familia activó los protocolos de búsqueda por Horco Molle y por el barrio Castillo: “Desde el primer momento nos sentimos acompañados por la Policía, pero por el momento las búsquedas no dieron sus frutos”, le cuenta su sobrino Jesús al diario eltucumano este martes, a seis días de la última vez que vieron a Diego.


Aquel día jueves 1º de julio, el joven de 35 años, salió de su trabajo con abrigado con un buzo rojo. Diego es alto y delgado, mide 1.80, es fanático de Los Beatles como lo marca la remera que lleva en su pecho junto a sus dos perros guardianes y lleva la música en su piel: en su antebrazo derecho tiene tatuada una lengua de los Rolling Stones y un faro en el hombro izquierdo.


Durante las últimas horas, en este contexto de búsqueda y deseo de pronta aparición, con el celular apagado durante todo este tiempo, la familia de Diego le habla a través de las redes sociales esperándolo prontamente: “¿Dónde estás, Diego? Cada día que pasa es una eternidad sin saber de vos. Ruego a Dios te encuentres bien. Tu familia te esperamos. No podemos más con tanto dolor, aparece por favor”.


Y es este martes que Jesús, el sobrino de Diego, en diálogo con el diario, revela un probable motivo de la decisión de Diego de tomar un respiro, un poco de distancia, de repensar lo que estaba viviendo y son apenas indicios, pero indicios al fin, basados en la última conversación que mantuvo Diego y en la palabra de su patrón: “La última conversación que mantuvo Diego fue con su última pareja y, desde ese momento, no sabemos más nada. Es muy posible que producto de esa conversación haya decidido tomarse ese tiempo. Eso es lo que se presume, eso es lo que presumimos”.


Por otro lado, Jesús relata que el patrón lo veía bajoneado a Diego: “Sí, lo notaba depresivo. Y, como Diego estaba residiendo con él, el patrón nos confirmó que Diego nunca volvió a buscar su ropa ni cargó nada: salió con lo puesto”.  


El acompañamiento de la sociedad tucumana es total: “Nos sentimos acompañados por parte de la Policía, de los medios de la prensa, de la Municipalidad de Yerba Buena. La difusión de nuestra búsqueda es lo más importante para que vuelva. Y queremos que sepa que se lo espera por parte nuestra, en el apoyo, que cualquier problema personal tiene solución, y que aquí estamos esperándolo y buscándolo, que solo queremos que vuelva, que aquí estamos, que si alguien lee esta nota se lo diga: aquí estamos, Diego, esperándote”.

Por favor: cualquier información sobre Diego comunicarse al #911 y al 3816718764. Muchas gracias.