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"La verdad es que no sé por dónde empezar": qué vio durante la vacunación masiva en Tucumán

HISTORIAS DE ACÁ

Rompe el silencio y lo revela por primera vez: "No me quejo, al contrario, estoy orgulloso de mi trabajo, pero lo que vi ya me sobrepasó. Y lo preocupante es que puede volver a pasar".

Vacunación masiva en Tucumán.





Él y ella son pareja. Cada uno por su lado, en distintas funciones, trabajan en la masiva e histórica campaña de vacunación que se realiza en Tucumán. Cada uno por su lado, desde sus distintas funciones, lo ven todo. Y por primera vez, desde que empezó la pandemia, explotaron. “No me quejo, al contrario, estoy orgulloso de mi trabajo, pero lo que vi la última vez ya me sobrepasó”.


El hecho que activó la explosión en él, que trabaja en uno de los hospitales públicos de Tucumán, se lo contó ella, que trabaja en otro de los hospitales públicos de Tucumán y en uno de los nodos de vacunación: “Lo que pasó es deprimente por donde lo analicés, no le veo nada positivo. La verdad es que no sé por dónde empezar, pero pasó después de las 16”.


Se está vacunando todos los días y eso es muy bueno. El personal que vacuna empieza a las 8 (aunque llega a las 7 para preparar todo) y termina de vacunar a las 16. Hoy, recién, por citar un ejemplo: cinco enfermeras vacunaron a 1300 tucumanos y tucumanas en un solo nodo. Y no son robots, son personas. Entonces te da bronca cuando pasó lo que pasó en el nodo de vacunación al finalizar el turno, después de las 16”.


“Un grupo grande de personas no llegó a horario para vacunarse e intentó entrar a la fuerza. Hubo gritos, insultos, empujones. Quisieron pasar a la fuerza, faltando el respeto al personal que está trabajando en todo momento. Perdón si lo digo mal: pero, hermano, te están vacunando, pedile permiso a tu jefe. Lleva todo un proceso aplicar la vacuna como la cadena de frío. Hay que pensar un poco más en la enfermera, en los que estamos trabajando sin parar. Todo tiene un límite”.


El lado b de la vacunación masiva es el que remarca el trabajador de la salud, a quien su señora le ha relatado lo que acaba de contar y otras situaciones en carne propia como en la guardia del hospital: “Hay gente que llega sacada y quiere un calmante y empieza a insultar y el otro día le pegaron una trompada a una enfermera. ¿Sabés lo que pasa? Hay poco personal policial en las afueras de los hospitales y en los nodos de vacunación. Y son situaciones que si no se las frena a tiempo se te pueden ir de la mano”.


“Hay enfermeras que están amenazadas por personas que no llegaron a vacunarse ese día. Hay gente que tuvo que poner la denuncia para pedir una perimetral. No digo que hay que agradecer, pero te están vacunando, es gratis, llegá en horario, hacé un esfuerzo vos también. Pero bueno, nada te sorprende en la zona que vivimos”, se lamenta.


“En las afueras del hospital donde yo trabajo, por ejemplo, se viven situaciones muy lamentables: me han querido robar el audio, vinieron los zorros y me quisieron llevar el auto… Estoy de guardia 24 horas en el hospital. No puedo pagar un estacionamiento 24 horas. Le expliqué la situación y lo mismo me han querido secuestrar el auto. Falta protección en todos estos aspectos. Pero sobre todo falta empatía en algunas personas”.


“Lo más importante que se debe tener en cuenta, y no es por menospreciar el trabajo de nadie, te juro que no es así, pero la primera línea de combate son ellos, somos nosotros, el que está mano a mano con el virus. También hace falta presencia policial en los caps, hay enfermeras asaltadas porque vuelven tarde a sus casas".

"Insisto: estoy orgulloso del trabajo que hago, no me quejo: entré como reemplazante, ingresé en pandemia, presto un servicio, pero hay que fijar las prioridades para evitar que pasen cosas como las que te cuento. Y falta más personal: hay chicos que estudian Enfermería que podrían dar una mano, por ejemplo. Es enorme el esfuerzo que se está haciendo, pero muchos no pueden más”, cierra en diálogo con el tucumano al lado de su compañera, antes de cenar algo rápido, mirarse a las caras en silencio y darse un beso: esta noche tiene guardia de nuevo.

Ya son más de 585 mil personas vacunadas entre la primera y la segunda dosis en Tucumán. Más empatía, por favor.