Aislaron a los vecinos de Ticucho por un fuerte brote de coronavirus

Hasta hace un mes, la localidad de Ticucho, perteneciente a la comuna rural de Tapia, se jactaba de ser un pueblo que no tenía casos positivos de Covid-19. Sin embargo, la segunda ola de la pandemia se convirtió en una pesadilla para los 500 habitantes de esa localidad ubicada a 37  kilómetros de capital. “Es la primera vez que hay casos aquí. El año pasado no había habido ni uno. Esta vez todo empezó de a poquito, hace unas tres semanas. Empezó con un caso. Esa persona trabajaba en un frigorífico y lamentablemente no sabía que tenía el virus: compartió una comida con gente afuera. Ahí empezó todo y ahora ya están los mensajes: en los grupos dicen que nos quieren aislar”, le contó una vecina a este diario el pasado viernes. Antes de conocerse el primer caso positivo en el pueblo, los vecinos y las vecinas llevaban una vida casi normal, alejados del bullicio de la ciudad y las alertas de los noticieros. “La verdad es que no usábamos barbijos aquí. Nos habíamos cuidado mucho durante la primera ola y por eso no habíamos tenido casos y eso nos hizo creer que podíamos andar tranquilos. Pero la verdad es que empezaron a llegar muchas personas de afuera, se abrió el turismo, mucha gente vino al río a tomar, a hacer asados, a pasar el día. El virus no estaba acá”, aseguró la mujer en diálogo con eltucumano.com.Pasaron apenas horas para que el brote de coronavirus en el pueblo se volviera incontrolable. Los vecinos de la zona señalan dos eventos como los orígenes de los contagios: la función de un circo y la celebración de una fiesta de 15 años. “Hicieron dos funciones con carpa y todo. No era al aire libre o cielo abierto como dijeron. Era con payasos, malabaristas y hasta el globo de la muerte con las motos tenía. Fuimos todos los del pueblo, esa es la verdad. La primera función fue a fines de marzo y otra el 2 de mayo, después del día del trabajador. También hubo una fiesta de 15 donde mucha gente fue. Lamentablemente es así. Junto con el circo pueden haber sido dos focos de contagio”, se sinceró la vecina que accedió a hablar con este diario.

Por otro lado, denunció la falta de asistencia médica en el pueblo para las familias contagiadas que debieron aislarse y no cuentan con los medios para subsistir sin trabajar. “El CAPS solo funciona de lunes a viernes hasta las 12 del mediodía. Tenemos médicos solamente dos días: los martes y los jueves. Hay una enfermera en el pueblo, la señora Carolina, que nos salva, pero ahora no da abasto. Si tenemos una urgencia tenemos que ir al Hospital Avellaneda”, se quejó.

Debido al brote de Covid-19 en esa localidad, las autoridades sanitarias de la provincia resolvieron aislar al pueblo de forma preventiva para frenar los contagios. La medida incluye la presencia policial en los principales ingresos para evitar la circulación interjurisdiccional.  Los pobladores sólo podrán circular dentro de su zona de residencia y las autoridades del Ministerio de Salud extremarán las medidas de protección sanitaria. Además, quedaron suspendias las clases presenciales en los niveles primario y secundario de la Escuela 309 "María Teresa López de Paz".