"Soy madre soltera de tres chicos y después de lo que me pasó anoche no sé qué decirles"
SOCIEDAD
Rosario Giménez tiene 31 años y vive en Villa Carmela sola con sus pequeños de 8, 4 y 2 años. Trabaja como empleada en una casa de familia de Yerba Buena donde realiza tareas de limpieza todos los días durante seis horas.
Rosario con sus hijos.
Rosario Giménez tiene 31 años y vive en una casa machimbrada de Villa Carmela sola con sus tres hijos de 8, 4 y 2 años. Trabaja como empleada en una casa de familia de Yerba Buena donde realiza la limpieza de la misma durante seis horas. Anoche, al llegar a su propio hogar, Rosario encontró su casa dada vuelta: “Lo que más me duele es que se me llevaron hasta la ropa de mis hijos. Y los 300 pesos que tenía escondidos en la billetera. Eran mis ahorros. Además, me dejaron sin la tarjeta Alimentar. Soy madre soltera de tres chicos y después de lo que me pasó me anoche no sé qué decirles”.
“No sé por qué me han entrado porque la verdad es que no tengo nada. Cada lápiz me cuesta. Mis hijos van a la escuelita que está en la Curva de Los Vega. Se llevaron las mochilas de los chicos y se ve que las sacudieron y por suerte no se llevaron los cuadernos que es donde los dos mayores hacen las tareas. Además se llevaron el equipo deportivo que ahora están pidiendo por el invierno. También eso se llevaron”, le cuenta Rosario al diario el tucumano, mientras se abriga por un rato bajo el sol de este miércoles.
“Tenía un bote de aceite lleno sin usar que también me robaron y lo usaba para cocinarles a mis hijos. Y la garrafa: no sabés cómo sufro sin la garrafa por el frío y para cocinar. Mis patrones me compraron la machimbrada y me faltan algunas ventanas por donde se mete el frío y las rejas, pero todo está muy caro. Y estuve averiguando para comprar otra garrafa, pero una garrafa llena cuesta 6 mil pesos y la verdad es que no tengo esa plata”, explica Rosario, quien ha recurrido a las redes sociales luego de preguntar a los vecinos: “Aquí se indignaron todos con lo que me ha pasado, pero lamentablemente no vieron nada”.
“Hoy no he podido ir a trabajar, pero la señora por suerte me ha entendido y me dijo que solucionara todo tranquila y vuelva. Con mi hermana se quedan los chiquitos cuando salgo a trabajar y por suerte no estaban solos cuando entraron a robarme. Cuando volví a mi casa y vi que se habían llevado todo, no hay palabras para explicar lo mal que me sentía".
"Quería cocinarles, pero tenía toda la leña mojada por lo que había llovido. Así que me salvó el fiambre: mortadela con pan comimos. Y cuando queríamos ver la dvd con los dibujitos nos damos con la noticia de que estaba rota. Al querer arrancarla los ladrones para robarla, rompieron todos los cables. La tele es chiquita y anda, pero falta la antena. Yo no quiero nada para mí, lo que más me importa es que mis hijos puedan seguir yendo a la escuela y la ropa, la ropa de los chicos para que no pasen frío hasta que pueda comprar la garrafa”.
