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"Esto no es una tontera": qué siente Nieves Espeche tras recibir la vacuna

HISTORIAS DE ACÁ

Ícono de la radio tucumana desde Noche de Brujas en la Rock&Pop en los 90 hasta la actualidad en la Feel, relato a flor de piel sin filtros de la conductora que ha vivido encerrada toda la pandemia y que el lunes recibió la primera dosis de la Sputnik V. Los síntomas después del pinchazo, las reacciones ante la calle y un mensaje para tener en cuenta. AUDIO

Nieves.





Ese match en Tinder que te desvela mientras viajás con los auriculares y el barbijo puestos, apretado como un apretado, buscando aire en una ventanilla que no abre, toda la adrenalina que de repente aparece cuando alguien “gusta de vos”, todo eso ya lo había inventado Nieves Espeche en la radio Hitde los 90 cuando agarró arco, flecha y agenda de teléfonos para convertirse en una Cupida al aire y unir a los corazones solitarios tucumanos junto a Graciela D'Andrea y Frida Morel.

Ícono radial desde la Rock&Pop con Noche de brujas con Ana Bercovich, Alejandra Malaspina y Fabi Orqueda hasta la actualidad en la radio Feel, Nieves volvió al aire de la mano de Carlo Cazón justo en el momento en que el aire empezó a faltar en Tucumán y en el mundo. Fue cuando estalló la pandemia y agárrense de las manos, y lávense bien las manos, con alcohol en gel, con jabón en pan, con lo que sea. Fue en un momento crítico en el cual las voces comenzaron a sonar distorsionadas por el barbijo en cuestión y los micrófonos envueltos en papel film.

En medio de toda esta locura llamada Coronavirus que cumplió un año y que acaba de volver con más fuerza, Nieves atiende al diario el tucumano desde el lugar donde ha estado durante todo este último año a excepción de salidas excepcionales. “Soy paciente de riesgo por mi sobrepeso, soy insulino-resistente, y estaba en riesgo”, le contaba a sus compañeros de “El precio es el mismo” el lunes último, 20 minutos después de recibir la primera dosis de Sputnik V.

Pero a la noche del lunes, después de la vacuna, Nieves tuvo síntomas después del pinchazo: “Me agarró chucho, fiebre, náuseas, pero no me asusté. Me los esperaba. Tomé y sigo tomando Tafirol cada seis horas. Y agua, mucha agua recomiendo hay que tomar. Es fundamental tomar mucha agua. Fue feo mientras duró. Y más cuando la fiebre te agarra de madrugada. Te tira en cama. Sentís que te pasaron por encima los All Blacks, pero hoy ya estoy bien, lista para volver a la radio”.

¿Cómo ha vivido Nieves este año pandémico en el encierro? “Soy una persona que toda la vida dijo no temerle a la soledad. Creo que la soledad es un buen estado de ánimo. Quienes no tenemos marido o hijos, la vamos remando de otra manera. Siempre sostuve que en la casa hay un montón de cosas para hacer. A las plantas, por ejemplo, creemos que alcanza con sacarles las hojas secas y no las regamos. O agarrar el placard: las medias en un lugar, la ropa en otro, acomodar todo el desorden. Hay un montón de cosas para hacer. No me fue difícil, pero hubo un momento que me cansé”.

Durante una de sus excepcionales salidas, Nieves atravesaba la ciudad hasta casi el final de avenida Perón y ya veía la avant premiére de lo que estalló este último fin de semana en Tucumán: el quilombo de gente en bares, fiestas, casamientos y tralalá. “Los veía y me preguntaba: ‘¿Por qué hay gente que sale y yo no?’ Yo soy muy familiera. No tengo mamá ni papá. Pondero a mis tíos, ¿por qué tengo que estar encerrada y no puedo ir a merendar con ellos y estos perejiles hacen lo que quieren?’

“Me molestan los que no usan barbijos, se enojarán mis amigos que tienen bares, no me importa. Esto no es una tontera: es un bicho y no sé cuándo se irá. No somos omnipotentes. Tengo una amiga que me decía: ‘A mí no me va a agarrar, esto es un boicot mental’. Ya le va a agarrando dos veces positivo. ¿De qué boicot me habla? Es una falta de conciencia total, de respeto, es una falta de amor al prójimo. Si convivís con tu viejo, con tu tía mayor, si te vas a cualquier fiesta, si no tenés el recaudo más mínimo, tenés muy poco amor. ¿Tenemos que esperar que se te muera alguien? Aparentemente somos extremistas, somos hijos del rigor”.

“Veíamos la cantidad de miles de casos en Brasil y ayer hubo casi 21 mil casos en la Argentina... Una cosa es el laburante a quien no le queda otra que exponerse en los colectivos llenos, pero otra son estos inconscientes que se van a una fiesta clandestina. El mensaje es: 'No te arriesgués, no hay necesidad'. Hoy por tí, mañana por mí. U hoy por mí, mañana por tí, como quieran. El único modo es cuidándome, el único modo es cuidándote”, recalca Nieves, ya con el pinchazo en el brazo, pero con los vaporizadores, pulverizadores, rociadores y sprays con alcohol en gel desde la puerta de entrada de su casa hasta en cada ambiente y rincón de su hogar.

“Claro que hay un cambio desde que recibís la vacuna. Te sentís un poquito menos expuesta, pero eso no significa que deje de lavarme las manos, de que deje de usar el barbijo. Me siento como Poncio Pilato lavándome las manos todo el tiempo, pero no me importa: tengo tías a quien quiero frecuentar. Me tengo que cuidar por mí y por los demás. Y que quede claro: la vacuna es para prevención pero no es la salvación de la enfermedad. Que quede claro eso siempre: no nos deja al margen de enfermarnos”, agrega Nieves, quien cuenta las horas para el gran regreso al estudio de la radio el sábado, luego de que la producción del programa había montado un estudio en su casa durante todo este tiempo.

“Ya lo dije al aire y quiero que quede por escrito: alfombra roja, rosas amarillas, el aire acondicionado en 17º, y soda, mucha soda. Ninguna marca en especial, pero no me molesta si es la del sodero de mi barrio”, se ríe Nieves, ya más distendida, quien cierra: “Tengo muchas ganas de ir a la radio, pero muchas. No me considero una persona importante, pero he recibido muestras de cariño constantes. La gente me manifiesta una gran devolución de afecto. Quisiera poder abrazarlos, darles un beso. Como una compañera que me dijo: ‘No me importa la distancia: necesito darte un abrazo’. Quiero compartir más con ellos, tomar un café, poder estar, no quiero que sea virtual, quiero que sea real, quiero estar ahí, compartir juntos, estar ahí, vivir todo eso, que es la esencia de la radio, ni más, ni menos”.