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Tucumán y la curva de contagios que no para de subir

ACTUALIDAD COVID

La cantidad de casos detectados crece todas las semanas desde el 15 de febrero. Aumenta la cifra de consultas y pruebas analizadas. A poco más de una semana de abril, el nivel alcanzado es similar a diciembre de 2020. Así están los números de la pandemia en territorio tucumano, un año después del “Caso Cero”.

"Hasta la próxima salida". (Foto: Leandro Zerda para concurso "Postales de la Cuarentena" de Pinturerías San Juan y eltucumano)





El pasado 19 de marzo se cumplió un año desde la detección del “Caso Cero” de Coronavirus en Tucumán, una mujer que había regresado de pasar las vacaciones junto a su familia en Europa. Desde entonces, la provincia supo mantenerse prácticamente aislada durante poco más de cuatro meses a la ola de contagios que ocurrían especialmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y en provincias de la zona centro. Sin embargo, las características demográficas, la presión epidemiológica en los límites provinciales y momentos claves llevaron a la provincia a ser la de mayor incidencia cada 100.000 habitantes del Noroeste Argentino (NOA).
 
 
A un año y dos días del primer contagio confirmado en territorio tucumano, el total de muestras positivas supera las 80.000. Esto corresponde al total, del que se desprenden las cifras de personas dadas de alta y pacientes que aún se encuentran luchando contra la enfermedad. Al cierre de esta nota son 75.427 quienes lograron vencer al virus SARS-CoV-2 y 3076 los que esperan por su recuperación. Las víctimas fatales, en tanto, ascienden a 1562. Otra lectura es que más del 94% de las personas que se enfermaron lograron recuperarse y menos del 2% lamentablemente perdió la batalla.
 
El pico de contagios, la llamada “primera ola”, se registró a mitad de octubre. A partir de allí, los contagios detectados comenzaron una estrepitosa caída que fue levemente interrumpida al comienzo de la segunda quincena de enero. “En enero de 2021, se registró un aumento, que podría deberse al efecto de las reuniones sociales por las fiestas de fin de año”, analizaron desde el Ministerio de Salud provincial. La interrupción volvió a registrarse al inicio de la segunda quincena de febrero, el 15, desde cuando los casos no paran de subir. Cuatro semanas consecutivas en que el número acumulado de la semana es superior a la de la anterior. 
 
Casos acumulados por semana
 
- entre el 15/02 y el 22/02: 708 casos
- entre el 22/02 y el 01/03: 893 casos
- entre el 01/03 y el 08/03: 960 casos
- entre el 08/03 y el 15/03: 1333 casos
- entre el 15/03 y el 22/03: 2016 casos
 
El repunte de casos ocurre casi en simultáneo con un aumento de las muestras analizadas, relaciones directamente a la cantidad de consultas en centros hospitalarios y sanatorios privados. Los últimos datos publicados por la Dirección de Epidemiología del Sistema Provincial de Salud (SiProSa) muestran que los testeos realizados pasaron de casi 6000 el 22 de febrero a más de 8000 el 1° de marzo.
 
En los últimos 14 días se ha reportado un promedio de casos diarios inclusive mayor al de todo diciembre del año pasado, que promedió 144 contagios diarios en 31 días y 126 en sus dos semanas finales. La positividad, que determina la cantidad de muestras positivas sobre el total analizado, es otro factor que ayuda a saber dónde estamos parados en la actualidad. Hasta el 16 de marzo se medía un 29% de positividad, apenas superior a la reportada el Día de la Primavera en Tucumán, en ese entonces del 28%. 
 
En números crudos, con 4309 casos, marzo ya superó los contagios detectados acumulados en febrero (3156) y se encuentra a un día o dos de superar diciembre (4476) y enero (4615). La curva sigue su marcha y, a diferencia del año pasado, las restricciones son menores: volvieron las clases presenciales, bares, restaurantes y comercios funcionan casi a niveles normales y las fronteras provinciales se encuentran abiertas (aunque con fuertes controles sanitarios).
 
En términos departamentales, San Miguel de Tucumán continúa siendo el territorio con mayor cantidad de casos computados desde el inicio de la pandemia, con más de 37 mil muestras positivas. Sin embargo, es Tafí del Valle el departamento con mayor incidencia acumulada cada 100 mil habitantes.
 
 
 
Camino a la “segunda ola”
 
Este último sábado se reunió de forma extraordinaria el Comité Operativo de Emergencia Sanitaria (COES) que, a diferencia del COE, está compuesto por todas las reparticiones que componen al Ministerio de Salud de Tucumán, encabezado por la ministra Rossana Chahla. En este encuentro se definieron nuevas medidas preventivas que responden, principalmente a dos situaciones particulares: por un lado, a la cantidad de tucumanos y extranjeros residentes que llegan a la provincia por vía aérea desde el extranjero y, por otra parte, al gran número de contingentes de estudiantes de viaje de egresados, trabajadores golondrinas y camioneros que ingresan por tierra.
 
El objetivo principal es evitar que las nuevas cepas del virus SARS-CoV-2 se propaguen descontroladamente en territorio provincial. Ya fueron detectados y bloqueados dos casos con la cepa británica, más contagiosa y mortal que el virus común.
 
Nuevas definiciones del COES
 
- Personas que vengan del extranjero deberán cumplir un aislamiento de 10 días con control de PCR, el día de ingreso y al final de la medida.
 
- Mayor control por vía terrestre con fortalecimiento de los puntos de diagnóstico existentes (controles fronterizos, Estación de Ómnibus y Aeropuerto Benjamín Matienzo).
 
- Triplicar la capacidad de testeo en el Aeropuerto Benjamín Matienzo para bloquear la propagación de nuevas cepas del virus como Manaos, la de Estados Unidos o la de Inglaterra.
 

 


Un año y momentos claves de la pandemia en Tucumán
 
A un año y días de la detección del primer caso de Coronavirus, hubo momentos claves que terminaron por convertir a Tucumán en la provincia de mayor incidencia acumulada de casos cada 100 mil habitantes del NOA, más allá de sus ya conocidas características demográficas, que la ubican entre los tres territorios más densamente poblados de Argentina.
 
 
El anuncio fue realizado por la ministra de Salud, Rossana Chahla, el jueves 19 de marzo a las 19. Se trataba de una mujer de 46 años que había vuelto de vacaciones junto a su familia desde Europa. Ingresaron a la provincia vía aérea desde Buenos Aires y se trasladaron en taxi hasta su hogar, en un conocido country de Yerba Buena. Poco más de una semana después, el esposo de la paciente, con diagnóstico por Coronavirus, murió en un sanatorio privado de la Capital.
 
 
 
El 7 de junio un colectivo con 62 personas, adultos y niños, ingresó a la provincia desde Buenos Aires. Lo hizo pese a la prohibición dictada por el gobierno de la Nación, que ordenaba a las personas a permanecer aislados donde se encontraban. Del total de pasajeros, 26 fueron diagnosticados con Coronavirus, más casos que los registrados en todo ese mes.
 
 
 
El 14 de julio se hace efectivo el cierre de fronteras sancionado por la Legislatura provincial una semana antes. La medida, que fue altamente criticada por sus extralimitaciones constitucionales, disponía que solo podían ingresar a la provincia personas afectadas al traslado de mercaderías, productos e insumos por operaciones de comercio a través del transporte de carga, personas que realizan vuelos y traslados sanitarios y también productores rurales. Ninguno podía permanecer en el territorio tucumano por más de 48 horas.
 
 
Minutos antes de la medianoche del viernes 24 de julio, las ambulancias invadieron un barrio de la localidad de Lastenia, en el departamento de Cruz Alta. Ocho personas fueron trasladadas desde sus domicilios con destino a distintos centros hospitalarios públicos, todos con diagnóstico por Coronavirus. La intervención del Sistema Provincial de Salud (SiProSa) desembocó en el bloqueo total de la zona, medida que duró más de un mes.
 
Una investigación posterior del SiProSa determinó que el inicio del brote habría estado relacionado al contacto de uno de los contagiados con un camionero proveniente de una provincia vecina en una estación de servicio de la ciudad. En ese entonces, las fronteras ya habían sido cerradas por disposición de la Legislatura de Tucumán, pudiendo ingresar solo vehículos con mercadería y personas esenciales con permisos especiales.
 
 
 
El 12 de agosto, todos los miedos sobre el virus se cumplieron en Tucumán. La temida “circulación comunitaria” dejó de ser una pesadilla para convertirse en realidad. Esa noche, las autoridades médicas debieron admitir que ya no era posible determinar con claridad el origen de algunos contagios, rompiendo con la cadena epidemiológica. Desde entonces, los casos pasaron a contarse de a tres cifras hasta alcanzar el pico el 17 de octubre.
 

 
 
En pleno ascenso de casos, y pese al rechazo del Ministerio de Salud de la Provincia, el Comité Operativo de Emergencia (COE) dispuso la reapertura de locales gastronómicos y de actividad física. La crisis económica agravada por el cierre preventivo, no dejó más opciones a las autoridades que responder a la presión de los comerciantes. 
 
El respeto de los protocolos sanitarios por parte de dueños de negocios y por la gente pasó a ser el centro de atención y una acción clave para frenar el avance de la curva de contagios.
 
 
 
Mediante un convenio firmado entre los entes de Turismo de las provincias del NOA, desde el 1° de diciembre se disponía el reinicio de los viajes de placer entre los territorios de la región. En Tucumán, los turistas locales y vecinos se concentraron en Tafí del Valle, que pocas semanas después se convirtió en la zona con mayor incidencia de casos acumulados cada 100 mil habitantes, incluso por encima de San Miguel de Tucumán.
 
 
 
El regreso a las aulas fue uno de los pedidos más repetidos por padres y referentes políticos opuestos al gobierno de turno, incluso durante el peor momento de la pandemia. La vuelta se concretó el 1° de marzo con modalidad mixta de dos veces de presencialidad por semana.
 
Unos 10 días luego del inicio de clases, se registra un repunte de casos detectados que, al día de hoy, llevó a aislar a cerca de 30 “burbujas” escolares de más de 27.390.
 
"Si bien se han notificado casos esporádicos de COVID-19 en entornos educativos, las escuelas no se han identificado como ambientes de propagación", enfatizó Marcelo Romero, secretario de Estado de Bienestar Educativo.