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"La idea es invertir para desarrollar la industria del cannabis en Tucumán"

Marihuana de acá

El ex diputado tucumano Facundo Garretón, abocado a la industria cannábica en Uruguay, destacó la potencialidad de nuestra provincia y sus proyectos para que el negocio de la marihuana desembarque acá. Qué tenemos y qué falta todavía. El plan verde de Alberto Fernández.

Garretón junto a la redituable planta milenaria.





Hace una semana, el ex diputado de Cambiemos Facundo Garretón fue noticia en los principales medios del país al conocerse que uno de sus emprendimientos dedicados a la industria del cannabis adquirió la mansión que pertenecía a Susana Giménez en Punta del Este para seguir ampliando sus inversiones en este rubro aún incipiente, pero económicamente próspero. Apenas días después de conocerse la noticia, en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, el presidente Alberto Fernández le dio luz verde al desarrollo industrial de la marihuana en nuestro país. Ese anuncio, que referentes locales de esta industria calificaron como histórico, abre la pregunta sobre el lugar que podría ocupar la provincia en el mapa cannábico argentino. Para Garretón, acá las condiciones son todavía más propicias que en el país vecino. ¿Del Tucumán de la caña al Tucumán del cáñamo?

“Todo el norte de Argentina tiene buena potencialidad por el clima, la lluvia y los suelos. Eso hace que en Tucumán puedas cosechar las plantas entre tres y cuatro veces y hasta cinco veces, quizás, al año; mientras que en Uruguay lo podés hacer sólo dos veces al año. Con el intendente Mariano Campero estamos vinculados en un proyecto de investigación para hacerlo en Yerba Buena, pero, hasta que no haya claridad en qué se puede hacer, todavía no hicimos nada. La idea es invertir para desarrollar esa industria en Tucumán, pero antes necesitamos claridad con el tema regulatorio”, explica Garretón en diálogo telefónico con eltucumano.com.

A lo largo de la entrevista, el emprendedor tucumano insistió en que la principal falencia actual para el desarrollo de la industria del cannabis tanto en Tucumán como en el resto del país es la falta de legislación en la materia. En este sentido, el anuncio realizado el lunes por Alberto Fernández ante el Congreso puede abrir un nuevo panorama para el rubro en Argentina. "El cannabis tiene propiedades de gran utilidad con fines medicinales e industriales. La industria mundial del cannabis medicinal triplicará su volumen de negocios en los próximos cinco años. El proyecto prevé la utilización del cultivo exclusivamente con fines de industrialización para uso medicinal e industrial", fueron las palabras del mandatario quien anunció que enviará un proyecto de ley al Congreso para promover la producción de cannabis con fines industriales y medicinales.

Por su parte, Pablo Fazio, presidente de la Cámara Argentina del Cannabis (ArgenCann), en diálogo con el diario Página 12, lo calificó como un día histórico para el sector tras el anuncio de Alberto Fernández: "No es una sorpresa porque lo veníamos trabajando con el Ministerio, pero es un hecho relevante que en la sesión inaugural el presidente ponga en valor el potencial estratégico de la industria del cannabis".

¿Se trata del impulso definitivo para esa patria cannábica con la que soñó Manuel Belgrano? El prócer fue el primero en tratar de fomentar el cultivo de marihuana con fines industriales en estas tierras. Según consta en la investigación realizada por el periodista Fernando Soriano, en 1797, cuando se desempeñaba como secretario del Consulado de Comercio de Buenos Aires, Belgrano escribió un texto titulado “Utilidades que resultarán a esta Provincia y a la Península del cultivo de lino y cáñamo". Se trata de una especie de manual con sugerencias para los interesados en apostar al cannabis que en aquel entonces se utilizaba en la fabricación de telas para uso doméstico y aparejos de navegación. La patria no era patria todavía ni el Estado era Estado aún y ya se pensaba en la marihuana como motor del progreso. “Un Estado que posea con la mayor perfección el verdadero cultivo de su tierra es el verdadero país de la felicidad pues en él se encontrará la verdadera riqueza", postulaba el intelectual y militar.

¿Será este entonces el tiempo de la planta milenaria de la mano del “Plan Cannabis” que propone Alberto Fernández? Conocedor del paño, Garretón se muestra cauto todavía al respecto: “Argentina recién está incursionando. Uruguay tiene ya muchos años regulando esto, como Colombia y Canadá, por lo cual Argentina está todavía sin claridad al respecto. Más allá de los anuncios del presidente, la realidad es que hoy sólo se puede producir para investigación. En teoría, por el anuncio del presidente, ahora va a salir una ley que va a permitir no sólo la producción, sino también la extracción y la exportación y el uso de distintos medicamentos cannábicos. Hay que ver cómo evoluciona, por ahora, estamos lejos. Sin embargo, teniendo en cuenta el conocimiento que hay en Argentina en el agro, puede ser una buena oportunidad para el país. Pero, para que lo sea, hay que moverse rápido para tener una buena regulación al respecto”.


Según explica, actualmente el ex diputado participa de emprendimientos de cannabis en varias partes del mundo. Esas empresas intervienen en distintos eslabones de la cadena de valor productivo de esta industria. Entre esas firmas, las más importantes son dos: YVY Life Sciences que está radicada en Uruguay y está relacionada con los primeros eslabones de la industria. Desde la venta de genética, esquejes, plantines y la cosecha de las plantas de marihuana. Una vez cosechadas esas flores pasan por un proceso de secado, se las envasa al vacío y se las exportan. Mientras que la segunda es Blueberries Medical Corporation, empresa que está en Colombia y Canadá de la cual Garretón es presidente. Esta firma se dedica a la etapa de extracción, es decir, recibe las flores y, con tecnología industrial, extrae los distintos aceites esenciales de la planta y exportan los distintos cannabinoides en formato de aceite a laboratorios y droguerías para hacer medicamentos.

La firma YVY Life Sciences es la que adquirió la casa de Susana Giménez en Punta del Este. El tucumano revela cuál será el destino de la mansión que perteneció a la diva televisiva: “Hace tiempo que estábamos buscando un Hub, que es un centro que agrupa a los distintos productores de cannabis, pero que también sirve para capacitar y educar, no sólo a los distintos productores, sino también al público en general. El proyecto de YVY tiene doce granjas distribuidas en todo Uruguay y la idea es utilizar el Hub ese como centro de acopio, donde se hace el secado y parte de la industrialización, que sea un centro neurálgico dentro de la industria del cannabis”. Pero el lugar también es pensado como un posible centro de atracción turística similar a los viñedos y bodegas que participan de la ruta del vino en nuestro país: “La idea es que además del Hub también se pueda desarrollar todo lo que es el turismo cannábico, que la gente pueda ir a ver las plantaciones, ver cómo se hacen los distintos medicamentos, ver cómo se procesa, que haya un hotel y un restaurante cannábico... educar a las personas sobre cannabis y que entiendan que es una planta de bienestar que genera distintos tipos de impactos positivos para la salud de las personas. Hoy en Uruguay se está avanzando con la regulación al respecto y esperamos que el próximo verano esté implementado todo esto”.

Garretón se interesó por la industria cannábica cuando era diputado nacional: “Me vinculé cuando nos tocó regular la industria. Me puse a investigar y a ver legislación comparable. Ahí vi qué era lo que se había hecho en distintos países como Canadá, Uruguay y cómo avanzaba Colombia con la cuestión.  Ahí empecé a conocer sobre la industria, a involucrarme para entender más, cuando terminé mi función pública empecé a ver adónde invertir dentro de la industria y conocí YVY que tiene mucho impacto social y ambiental”. A fines de 2019, se instaló en Uruguay para hacer sus primeras armas en esta industria que a nivel global ya mueve alrededor de 150 mil millones de dólares, de los cuales 95 mil millones de dólares corresponden a la rama medicinal de la planta milenaria.


En septiembre de 2017, mientras Garretón era diputado por Cambiemos, se reglamentó en nuestro país la ley 27350 que habilitaba el uso del cannabis con fines medicinales, pero sólo autorizaba el acceso a los pacientes con epilepsia refractaria y tampoco contemplaba el autocultivo por parte de los usuarios. El tucumano reconoce las falencias de la legislación promovida en aquel entonces: “La regulación argentina es muy acotada, muy mala, porque está orientada solamente para epilepsia refractaria y de uso compasivo. Hoy por hoy la regulación argentina no sirve, hay que hacer una nueva regulación, esa que anunció el presidente sobre la cual se va avanzar. Veremos qué sale de eso”.

En noviembre del año pasado se cambió la reglamentación de la ley impulsada durante el mandato del presidente Mauricio Macri. Con las modificaciones instauradas a través del decreto 883/2020, se amplió la utilización del cannabis más allá de la epilepsia refractaria a un amplio abanico de patologías. Esta nueva reglamentación permite el autocultivo, garantiza la provisión para pacientes, fomenta la investigación y autoriza la producción pública y privada de aceite y otros derivados. Aunque reconoce que significa un progreso, para Garretón todavía queda mucho por hacer: “La nueva reglamentación es un avance, pero lejos está de dar claridad y solución al contexto actual. Si bien se abre a distintas patologías, la realidad es que no aclara cómo son los procesos. Cualquiera que quiere importar el aceite hoy ¿cómo lo hace? No hay claridad. Hoy me llaman todos los laboratorios para preguntar cómo podemos hacer y la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) no tiene claridad al respecto. Entonces no hay forma, hoy por hoy no se puede. La nueva reglamentación dice que laboratorios y droguerías podrían importar el aceite, pero no dan claridad de cómo es el proceso. Todavía están viendo cómo se hace”.

La primera experiencia en el país de industrialización de la planta de marihuana es la que lleva adelante Gastón Morales, hijo del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, en la finca de la localidad jujeña de El Pongo. A comienzos de 2019, el Estado nacional habilitó a la empresa Cannabis Avatara, una sociedad creada por el Estado provincial y que tiene como presidente a Gastón Morales. Para el tucumano, la falta de legislación atentó contra este emprendimiento: “El caso de Jujuy es emblemático y muy negativo, por el hecho de que permitieron el cultivo y la empresa contaba con todas las autorizaciones, cultivaron, cosecharon y a esas flores no las pueden vender, no las pueden exportar, no pueden hacer extracciones y no las pueden transportar internamente para hacer otra cosa. Entonces vos decís: ¿Alguien va a invertir en la producción? ¿Para qué? Si no se puede venderla, no se puede exportarla, no se puede extraer, no se puede transportarla. Eso es donde se necesita mucha regulación, mientras no haya eso, no creo que se avance en Argentina”.

Tucumán dentro del “Plan Cannabis”
 
La planta de marihuana tiene principalmente tres tipos de usos y de posibles desarrollos industriales: el cannabis medicinal, el industrial y el recreativo. El último es quizás el más polémico porque es el que involucra al THC, el componente psicoactivo de la marihuana. Facundo Garretón se manifiesta a favor de la reglamentación del cannabis recreativo, aunque considera prioritario avanzar en los otros frentes: “Yo creo que es importante reglamentar bien el cannabis medicinal como primer punto. Como segundo punto, me parece que también hay una oportunidad con el industrial, es decir, usar la planta para extraer fibras para hacer ropas y textiles que es una industria gigante que viene creciendo a nivel mundial y Argentina podría tener una potencialidad ahí, pero eso tampoco está regulado. Después, creo que el uso recreativo tiene que avanzar también, pero le falta bastante más, primero, regulemos lo otro y, después, avancemos con el recreativo”.

En este sentido, también se mostró a favor del autocultivo, es decir, de la posibilidad de que los usuarios de cannabis puedan cultivar sus propias plantas. Eso sí, en este punto considera esencial el control de parte del Estado como sucede con el modelo uruguayo: “En Uruguay está autorizado que las personas puedan tener hasta seis plantas en floración en forma simultánea, para eso te tenés que registrar. Yo creo que está bien, que se lo puede hacer, el tema es qué se hace con eso. Si es autocultivo para consumo propio está bien, el problema con eso es que, muchas veces, se utiliza para la venta y ahí el tema es si se hace con las normas y los procesos adecuados. El peligro es que, si no se regula bien, va a haber cualquier tipo de aceite y por ahí una madre le da a su hijo un aceite que no tiene la calidad ni los controles adecuados”.


“Tenemos un par de proyectos de investigación, no sólo en Tucumán, sino también en Jujuy. Esperemos que podamos hacer algo en Tucumán, yo lo que más quiero es hacer algo acá para contribuir con la provincia, siempre quiero hacer cosas acá. Tuvimos algunas charlas con las universidades, con el CONICET, con el INTA, pero falta claridad para ver dónde van a estar las oportunidades. En función de la reglamentación y de las leyes, vamos a saber dónde tiene sentido invertir para desarrollar todo esto”, adelantó respecto a la incorporación de nuestra provincia en el mapa industrial del cannabis.

“Hoy en Tucumán sólo se puede hacer producción para la investigación, para eso nosotros tenemos un proyecto conjuntamente con el CONICET liderado por Alberto Ramos y Emilse Méndez. Después, está involucrado Rubén Salim en la parte de liderazgo, de hecho, montamos toda una empresa para esto. También está Máximo Diosque que es médico. Queremos investigar para hacer elaboración de alimentos en base a cannabis, productos que están muy desarrollados en Europa. Esto es para hacer desde barritas de cereales hasta infusiones. Todo es proyecto para la investigación, falta mucho todavía”, confiesa.

Tras el anuncio de Alberto Fernández, la industria del cannabis espera su oportunidad histórica en la Argentina. En ese contexto, Garretón ya ha dado los primeros pasos para hacer de Tucumán un polo productivo de esta planta que es, acaso, la soja del futuro. Hasta el momento, esas expectativas podrían desvanecerse como una voluta de humo en el aire ¿Y si no? Por acá, fumando esperamos.