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De colegio a condominio: la increíble transformación que logró un arquitecto tucumano

En Yerba Buena

Alejandro Iramain recicló una estructura abandonada y convirtió las aulas en originales departamentos. Cómo logró plasmar el proyecto que cuenta hasta con un jardín botánico.

Las fotos que acompañan la nota sonde Fernando Font.





"Se reutilizó casi románticamente", dice el arquitecto Alejandro Iramain al refererirse a "Los Patios", el condominio que creó a partir de lo que supo ser el Colegio San Juan El Precursor, la institución educativa que funcionó durante 20 años en Yerba Buena y que cerró definitivamente sus puertas en 2012. Quedaban 4.000 metros cuadrados a la deriva, en una de las zonas más cotizadas de la Provincia: un auténtico diamante en bruto.  


Pisos de granito, estructuras de hierro, aulas pensadas para albergar a cientos de chicos. Tal era el panorama que vio Iramain cuando entró por primera vez a la propiedad, tal como lo refleja las fotos que él mismo sacó. Sin embargo, recorriendo cada rincón, empezó a soñar que las aulas se podrían convertir en departamentos con diferentes tipologías y que el cemento del patio podría dar lugar a un jardín botánico del que todos los vecinos pudiesen disfrutar al salir de sus casas e, incluso, aprovechar para agregar sabor a sus comidas con aromáticas.    

“Enseguida me imaginé la estructura, era muy aprovechable. Además, Yerba Buena está teniendo un crecimiento demográfico muy alto, era ideal. Les presenté el proyecto a los dueños y se emocionaron, a ellos también les entusiasmó que el edificio no se demoliera sino que se transformara”, contó el desarrollador en diálogo con LA NACION.


Tres años después del cierre definitivo del colegio, en 2015, el proyecto estaba en marcha con el Norte puesto en el reciclado y en la armonía del condomio con su entorno. Arquitectos, diseñadores e ingenieros intervinieron para darle forma al sueño de Iramain de construir con un nuevo concepto en Tucumán. Recién a finales de 2016 la obra se puso en marcha y concluyó en los últimos meses de 2019.


Lo que alguna vez había sido un colegio con varias aulas se transformó en 26 departamentos residenciales, siete comercios y seis oficinas, con 36 cocheras, pileta, SUM y un patio botánico en el corazón del condominio, de allí el nombre con que fue bautizado.



Horizonte verde


El patio con piso de cemento que fue testigo de los recreos de los estudiantes del San Juan se reconvirtió en un jardín botánico con diferentes especies vegetales desde donde todo se distribuye. “Al piso cementicio lo convertí en un patio botánico, que además de cumplir con un rol de paisajismo tiene la función de bajar la temperatura del lugar, así no hay una necesidad de estar constantemente con los aires acondicionados. Además, como me gustan mucho las plantas, pensé en hacer algo educativo y próximamente cada especie tendrá sus carteles para que la gente pueda saber qué son y de dónde vienen. Fue pensado con un sentido temático, hay zonas con plantas aromáticas, otras con árboles cítricos”, indicó Iramain.


Limón sutil, limón de cuatro estaciones, naranjas y albahaca, son algunos de los frutos y condimentos que los vecinos del condominio Los Patios podrán utilizar -con regulación- una vez que las plantas se terminen de arraigar. También se plantaron 17 especies distintas de palmeras. “Estoy seguro que con el tiempo eso se va a valorar”, acotó.

No solo el patio central fue pensado para que tenga verde y un espacio exterior, sino que además cada departamento cuenta con su propio patio, terraza o jardín, para que sus habitantes “tengan la sensación de vivir en una casa” y no se sientan encerrados (detalle que, incluso, fue pensado antes de la pandemia). “Yerba Buena era una ciudad de casas con jardines, pero la tendencia urbanística se fue modificando y los departamentos que se construían tenían características más de la ciudad. Me parecía que, teniendo un entorno tan verde, había que aprovecharlo. Hoy siento que todo lo que se propuso cobró sentido con la cuarentena. Es gratificante ver cómo los vecinos disfrutan del lugar”, remarcó el arquitecto.

A puro reciclaje


Sobre los materiales, Iramain comentó a La Nación que se pudieron recuperar los pisos de granito que ahora se lucen en el hall de entrada. Por otro lado, el hierro presente en la estructura del ex colegio, sirvió para darle un estilo industrial a "Los Patios", que se combinó con otro sector más moderno y contemporáneo.  
Mientras algunas aulas se convirtieron en un departamento de 49 metros cuadrados, en otros casos se unieron varios salones para ganar metraje y se transformaron en unidades de 100 metros cuadrados, con uno, dos y hasta tres dormitorios. Cada inmueble se fue vendiendo a medida que se necesitaba dinero para fondear la obra, por lo que cada propiedad fue pensada junto a los dueños para hacerla a medida. Entre los 26 departamentos, hay un total de 14 tipologías diferentes.

“Se refuncionalizó el colegio con un sentido ecológico. Aunque los departamentos son nuevos, las aulas se recuperaron, así como los hierros, las ventanas, pisos y la estructura en sí dentro de los espacios comunes. Se reutilizó casi románticamente”, ponderó el profesional.