Maradona, Peronismo, Famaillá

No será aquel inolvidable 22 de junio de 1986 al mediodía en México DF, pero hay sol y hace mucho calor. El escenario no es el mítico Estadio Azteca, pero épica y elegancia no le faltan. Famaillá infla el pecho con orgullo porque ostenta desde hoy la primera estatua en homenaje a Diego Armando Maradona. "La primera del mundo", afirman. Con toda la liturgia peronista, la Capital Nacional de la Empanada se vistió de gala, se puso la 10 y rindió tributo al mejor jugador de todos los tiempos, al estilo Famaillá.

Bruno Salica y Ángel Moreno erigieron un Diego Armando Maradona en tamaño real, que se ve real y se siente real. Es El Diego. Son sus piernas, sus muslos llenos de fuerza, la zurda empapada de fútbol, los botines Puma, todo. Si hasta se ve cómo el Diego salta y parece que cabecea, que engaña para siempre al tunecino Ali Bin Nasser; se puede ver a Peter Shilton en el aire y luego protestando enajenado; a Jorge Valdano, que se acerca al 10 y le pregunta si fue con la mano y se escucha cómo le responde "callate, boludo, y abrazame".

Bajo el sol de enero y la sombra de los árboles que decoran el Parque Temático Ciudad de Famaillá, los vecinos y los maradoneanos que han venido de otros puntos de la provincia aguardan por el inicio del acto protocolar. Un manto cubre a la escultura de El Diego que todavía no se deja ver, que no puede ser revelado hasta que cuente con la presencia y bendición de Él. Desde la Municipalidad especulan que habrá “repercusiones internacionales” de lo que está a punto de ocurrir.

Petiso, morocho, de origen humilde. Vale para Diego Armando Maradona como para José Orellana. La Ciudad de las Esculturas, la que construyó su propio imperio turístico a base de creatividad al borde de lo lisérgico, la que vio nacer al Messi de Famaillá que no se parece a Messi del que habló todo el mundo, hoy vuelve a apuntar bien alto, con ambición, cómo quién hace jueguitos y le habla a la cámara para decir que sueña jugar un Mundial de Cebollita: Famaillá no pierde tiempo y rinde homenaje a Diego Armando Maradona, que ya tiene su lugar entre las notables esculturas y dinosaurios.

Arranca por la derecha El Líder del peronismo de Famaillá. Desde el Cabildo, emerge la figura del intendente Orellana, sin la habitual presencia de su mellizo Enrique. Entre aplausos, el jefe municipal llega y reparte abrazos, besos y saludos de puño a los presentes. No gambetea ninguno, hay Mellizo para todos. En vano, la locutora suplica cumplir con el distanciamiento social desde un micrófono, pero es imposible. Como en el velorio del Diego, el pueblo no pide permiso.

"Es la primera escultura, la primera imagen, somos los primeros que dimos el punto de partida de un reconocimiento, un homenaje a un grande como es Maradona. Cuando falleció logró lo imposible: que un hincha de River y un hincha de Boca se abrazaran, que todos lloremos y fundamentalmente manifestar lo que es la pasión. El mundo entero conoce a la Argentina por Maradona", remarcó el intendente, voz cantante del acto maradoneano antes de develar la obra.

Ha pasado un mes y medio desde el Paso a la Inmortalidad del Diego, que ahora vive para siempre en Famaillá. "Diego Maradona, con sus convicciones, que las puedes compartir o no, ha sido el más grande, lo más maravilloso, lo más lindo que los argentinos hemos tenido y vamos a seguir teniendo. Con esta imagen donde nuestros escultores pusieron toda su pasión, sus manos de ángel, porque acá hubo mucho amor y mucho compromiso", sostuvo Orellana, emocionado.

Acá no hubo una guerra, pero Famaillá también ha tenido que luchar contra la pandemia de Coronavirus y hasta ha lamentado la pérdida irreparable de Carlos Burieque, secretario de Obras y Servicios Públicos municipal. El Mellizo recordó la gesta de Malvinas y enfatizó que "esto se lo hace por lo que sentimos. Maradona ha sido, es y seguirá siendo el más grande en el fútbol y en todos los órdenes, porque la Argentina es Maradona. La Mano de Dios queda plasmada en esta imagen".

El intendente confirmó que hubo gestiones para que miembros de la mismísima familia Maradona participen del homenaje: "Una de las hijas tenía interés de poder venir, pero como hay estos temas de muchas sensibilidades y algunos inconvenientes que son propios de la familia nos han deseado éxito, reconocimiento, agradecimiento y nosotros también no podíamos esperar: con la escultura hecha no podíamos esperar el momento adecuado, para nosotros el momento indicado es el ahora", sentenció, a modo de declaración de principios.

"Maradona tiene esa magia, esa maravilla, de ser convocante: no es que queremos sacar ventaja de esto, pero nadie puede negar lo que despierta Maradona. Famaillá es una ciudad muy pintoresca, con muchísimas esculturas, con parques temáticos, balnearios como un Caribe, tenemos los dinosaurios, y eso trae mucha gente. Hoy con Maradona creemos que es mucha gente la que va a tomar interés por llegar a visitarnos en Famaillá y siempre van a ser bienvenidos y se van a sentir como en su propia casa", remató. De zurda y al ángulo.

Ha llegado el momento por todos esperado: se descubre la escultura y emerge El Diego. La promesa se cumple, Maradona está en territorio famaillense. "La Mano de Dios siempre estuvo en Famaillá acompañando a nuestro pueblo y hoy con Maradona una vez más: decían que iba a llover", bramó en su discurso el intendente, quien se refirió a los ingleses como "nuestros adversarios en todos los órdenes: institucionales, de relaciones internacionales y en el fútbol". Si hasta parece El 10 puteando a los italianos que silban el himno, Nuestro Himno.

Entre aplausos y la algarabía, entre el público se destaca especialmente la presencia de Elvio. Sin dudar, se saca la remera y descubre su propio homenaje al 10. Un gigante número 10 con la palabra MARADONA engalana toda su espalda. Las cámaras lo siguen, los flashes lo eclipsan, El Mellizo lo abraza, señalando al imponente tatuaje que viste su piel.

Desde el barrio Villa María en Bella Vista vino Elvio Guaterna a Famaillá. "El Diego es todo, el Diego nos trajo la Copa, es todo. Soy hincha fanático de Boca, marcó un antes y un después del fútbol. Vine porque sabía que se iba a inaugurar esto y lo llevamos en el alma, me gusta que esté acá, tan cerca de mi pueblo", explica.

"Diego hizo todo por nosotros, trajo la Copa, le ganó a los ingleses y es todo. Tengo 29 años, no lo vi jugar partidos oficiales, pero estoy todo el día viendo videos, partidos del Diego, así que imaginate. Siempre tuve la decisión de hacerme el tatuaje. Me hubiera gustado hacerlo antes de que falleciera", admite, también emocionado.

Elvio jamás olvidará aquel 25 de noviembre que marcó a fuego y golpeó directo el corazón de todo el país. "Preguntale a mi señora: no comí por dos días, estuve muy mal. Mi hermano me mandó un mensaje, yo no lo podía creer. Justo al mediodía estábamos comiendo, dejé de comer".

Como todo maradoneano, tiene un Maradona preferido, en el que piensa cuando lo recuerda, ese que lo lleva a su infancia, a sus propias batallas, y lo invita a soñar: "El Diego feliz, el que veíamos siempre bien. Ese es mi favorito. Lo que hace en su vida privada no me importa, así que el Diego feliz es el que más me gusta", cierra.

El show continua: David Acevedo, director de Turismo de Famaillá, destaca la importancia de la apuesta turística cultural de Famaillá con esta escultura que soñó todo un pueblo y se materializó gracias a las manos de Salica y Moreno. El primero de ellos se ha destacado construyendo los dinosaurios que sorprenden a los niños tucumanos en el Centro de Innovación e Investigación para el Desarrollo Educativo Productivo y Tecnológico (CIIDEPT) del Ministerio de Educación, y fue convocado por el intendente Orellana para inmortalizar al 10 en Famaillá.

"El 9 de diciembre me llaman y me dicen que el intendente tenía la idea de hacer la escultura del gol con la mano: no vi otra escultura de ese momento, había esa originalidad. Uno como pintor, escultor, maradoneano, imaginate lo que es que te encarguen esto. Con mucho orgullo se empezó con los diseños y en tres semanas se hizo esta escultura, laburamos día y noche. Es El Diego, había que dejar todo en la cancha", resume el artista.

Conmovido por el impacto de su obra, Salica rescata que "éste es el homenaje que uno puede hacer, seguramente habrá otros mucho mejores, este es el nuestro", y celebra cierta polémica en torno a la escultura, que pondera el gol con la mano que el mejor de todos los tiempos le hizo a Inglaterra. "Cualquier trampa a los ingleses es Justicia, El Diego hizo Justicia contra el imperio pirata", arremete con enjundia maradoneana.

Valora Salica que "El Diego empezó de abajo y fue el más grande", y apunta que para poner manos a la obra "estudiamos mucho la anatomía del Diego, está echa a escala mide 1,65 como El Diego". En ese sentido, precisa que "Él tenía tremendas piernas, tenía una fuerza impresionante, por eso cuando lo hachan no lo podían tirar por esa potencia tremenda. Son icónicas. Si te muestran una foto de las piernas o de los botines, vos sabés que es Maradona. No le podés errar nunca".

Johnatan López le pone voz y corazón a la versión inmortal de Rodrigo de ‘La Mano de Dios’. “Te quiero Diego”, grita, y retumba en el Cabildo famaillense. “Olé olé olé Diego Diego”, cantan todos, y algunas hasta bailan bajo el sol tucumano. El intendente permanece firme junto a la escultura del 10, saludando personalmente a quiénes se acercan a sacarse fotos con el Maradona de Famaillá.

Suena el teléfono y Orellana se excusa y atiende: “Ya hay gente sacándose fotos con la escultura”, jura y sonríe, junto al Diego Eterno. El homenaje que no podía esperar ya embellece el gran paseo histórico municipal. Llega el mediodía, los turistas se dispersan, la comitiva se aleja. A brindar con empanadas. Diego Maradona ya custodia el Cabildo de Famaillá cómo un Prócer.