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"Totalmente ilícito": lo sorprendieron sobre el río Tapia trampeando aves autóctonas

Ecoconciencia

La División de Delitos Rurales secuestró jaulas en donde se encontraban ejemplares de jilgueros, reina mora y cardenal para ser comercializados en el mercado ilegal. Se trata del segundo operativo de estas características en menos de un mes.





Efectivos de la División de Delitos Rurales de la Policía de Tucumán rescataron y liberaron cuatro aves autóctonas que habían sido capturadas en Tapia el domingo pasado. Se trata del segundo operativo de estas características en menos de un mes. 

En el marco de las tareas que se realizan para la preservación de la fauna silvestre, los agentes recorrían la zona del río Tapia cuando encontraron a un hombre que se preparaba para trampear aves.

“Un hombre de 38 años se encontraba en la mañana del domingo capturando aves con jaulas tramperas sobre el río Tapia. Logramos rescatar un jilguero, dos reinas moras y un cardenal”, detalló el comisario Jorge Díaz, jefe de la Dirección de Delitos Rurales, quien supervisó los recorridos que se realizaron en toda la Provincia y advirtió que "estas especies son capturadas para ser comercializadas, una actividad totalmente ilícita"

Por infracción a la Ley Provincial 6.292 de Protección de Flora y Fauna Silvestre, se secuestraron las jaulas y quedaron a disposición de la Subsecretaría de Asuntos Agrarios y Alimentos. Las aves, a su vez, fueron liberadas en el lugar, por orden de la titular de la División de Fauna Silvestre, Ana Palacio.

Antecedente

A principios de septiembre, Delitos Rurales recuperó otras 250 aves que permanecían cautivas de manera ilegal en la localidad de El Timbó Nuevo

A partir de las averiguaciones que realizó un equipo supervisado por el comisario Díaz, agentes de Delitos Rurales determinaron que se utilizaba una cabaña ubicada en la Ruta Provincial 305, a la altura del kilómetro 21, para la compra, venta y comercialización de aves silvestres de alto valor económico debido a que se encuentran en peligro de extinción.

Al llegar al lugar, los efectivos advirtieron que de la vivienda sacaban una jaula de gran tamaño, por lo que procedieron a la requisa. En el marco del procedimiento encontraron más de 250 aves, como así también aproximadamente 30 jaulas y tramperas. Entre los animales había ejemplares de cardenal amarillo, rey del bosque, cardenal copete rojo y reina mora, entre otras especies.


Los efectivos de la División liberaron a la mayoría de las aves en la zona de El Cadillal, mientras que las que estaban en peligro de extinción fueron llevadas a la Reserva de Horco Molle para que los profesionales evalúen sus condiciones sanitarias.

A la propietaria de la casa, una mujer de 37 años, se le labró un acta por infracción a la Ley Provincial N° 6292 de Protección de Flora y Fauna Silvestre.

Un negocio que mueve millones

La armonía del canto y la belleza de las aves que se encuentran en el pedemonte tucumano las hace especialmente vulnerables a los trampeadores que se valen de equipos cada vez más sofisticados y onerosos para capturar de manera masiva los ejemplares que bajan desde lo alto de las cumbres en busca de alimento y refugio en  épocas de bajas temperaturas. Rey del Bosque, Cardenal y Reina Mora se encuentran entre las especies más requeridas, debido a que en el mercado negro se pagan altas sumas de dinero para mantenerlas en cautiverio.  

Feria callejera en Banda del Río Salí. La foto fue enviada por un lector.

“Estas aves hacen una migración altitudinal, bajan desde la montaña durante el invierno y, en ese movimiento, es cuando son capturadas de una manera masiva. Estamos hablando de un comercio bastante grande, en el marco del cual se envían animales a Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Mendoza. Es probable también que salgan al exterior”, detalló Diego Ortiz, biólogo de la Reserva de Horco Molle, quien advirtió que es necesario detener estas prácticas que dañan el ecosistema.

“En las Sierras de Comechingones, en Córdoba y en San Luis, fue tal la caza del Rey del Bosque que lo llevaron prácticamente a la extinción. Actualmente, en esas sierras, las poblaciones naturales todavía no se recuperan. Esperamos que eso no suceda aquí”, apuntó Ortiz, especialista en ornitología y encargado de evaluar la situación sanitaria de las aves rescatadas del cautiverio.   

"Ya no estamos hablando de una cuestión de chicos que llevan pájaros a su casa como mascota o trofeo, si no de un mercado ilegal que fomenta el tráfico de animales silvestres", advirtió Manuel Pachado, jefe de Guardaparques del Parque Sierra San Javier, a raíz de un operativo que se realizó el año pasado en donde un equipo rescató a 50 aves autóctonas que permanecían hacinadas en tubos de PVC para disimular su presencia durante el traslado. 

Esta modalidad, adoptada frecuentemente por quienes cometen este tipo de ilícitos, contribuye a que 4 de cada 10 aves mueran antes de llegar a destino a causa del estrés y la deshidratación que enfrentan durante las largas horas que permanecen dentro de los tubos de plástico. 

Los animales son trasladados en tubos, hacinados, para que pasen desapercibidos. La mayoría muere en el camino.

Interpol ubicó al tráfico ilegal de fauna como el tercer ílicito más rentable a nivel mundial, luego de las armas y las drogas. Sin embargo, pese a la magnitud de un negocio que mueve miles de millones de dólares, los ciudadanos pueden actuar para detener -aunque sea en parte- esta actividad ilícita que atenta contra la conservación de la biodiversidad. En este sentido, Pachado remarcó la importancia de sensibilizar sobre este tema a la comunidad y concientizar para desalentar la compra y el mascotismo.

“Nadie va a capturar aves si no hay demanda, si no hay personas que las compran”, advirtió para señalar la responsabilidad de los consumidores que, la gran mayoría de las veces, no saben que están integrando el circuito de la ilegalidad.

Por otra parte, también reparó en la necesidad de una legislación que acompañe el trabajo que se realiza en terreno. "Los municipios, sobre todos los que están ubicados en zonas rurales como Tafí Viejo, Yerba Buena o Lules, deben tener su propia normativa sancionada en los respectivos Concejos Deliberantes para que se prohíba la venta de tramperas y gomeras en las ferreterías. También de rifles de aire comprimido y redes de niebla. No es díficil, sólo se trata de decisión política", remarcó e hizo hincapié en que "sólo los profesionales biólogos o veterinarios deberían estar autorizados para adquirir determinadas herramientas, con la debida acreditación".