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Carlos vive en Alberdi, la ciudad sin casos de Coronavirus

HISTORIAS DE PANDEMIA

Al igual que Graneros y Tafí del Valle, Juan Bautista Alberdi no tiene casos de covid-19. El joven relata en profundidad y detalle cómo son los días en una realidad distinta a la que sucede en otros puntos de la provincia.

Alberdi, sin Coronavirus.





Carlos vive en Alberdi, la ciudad sin Coronavirus de Tucumán, al igual que Graneros y Tafí del Valle. Cómo vive Carlos en Alberdi es la pregunta que le llega esta noche mientras le suena el timbre de su casa: “Aguantame unos segundos, es el delivery, un lomito para mi papá”.


Cuando se va el delivery de Carlos, Carlos desarrolla la idea y cuenta cómo vive Carlos en Alberdi. Todos los Carlos, el Carlos: “Todos los días espero el reporte provincial. Cuando veo el detalle que indica que no hay casos en Alberdi, respiro. Es imposible relajar, más con todo el bombardeo de las noticias. Me gusta leer las buenas noticias como la de la vacuna, o que hay una pronta solución. Esas son las noticias que leo. Lo negativo llega por todos lados”.


Así como se informa Carlos en Alberdi, Carlos reconoce que el celular se ha convertido en esa arma de doble filo para todos los tucumanos. El celular se ha convertido para muchas personas en algo más que un medio de hablar o escribirse con otro, de informarse: nadie quiere que le suene el celular a la madrugada. Hay una tensión que late como un celular en vibrador.


“Estoy pendiente del celular., veo los reportes todos los días. En parte es un alivio saber que seguimos sin casos, pero tenemos a todos los casos cerca. El grueso de los casos está en San Miguel, pero Concepción a 30 minutos, Aguilares, Río Chico… Hay casos cerca. Te sentís entre aliviado y acorralado, entre la espada y la pared”.


Ahora bien: cómo viven la familia, los amigos, los vecinos, los conocidos de Carlos en Alberdi: “La gente sí le da la importancia a este tema, pero también creo que la gente se ha relajado antes del anuncio de circulación comunitaria. Ahora ves más a la gente cuidándose con el barbijo, pero la distancia social no está bien respetada, por ejemplo, en los bancos. Hay mucha más gente con barbijos en la calle. Hoy estuvo Gendarmería en la ciudad controlando, haciendo preguntas: quiénes son, adónde van, de dónde vienen”.


A Juan Bautista Alberdi, la ciudad donde vive Carlos, se entra y se sale sin problemas si se vive ahí: “No tenés dramas si sos de acá, pero si sos foráneo podés circular libremente hasta las 4 de la tarde”. 


Como ha pasado en cada departamento de Tucumán, el escrache, las noticias falsas, los comunicados truchos, la chica que atiende en tal lado que es amiga de tal otro que tiene una amante que atiende en tal lado, y así, eso también ha pasado en la ciudad donde vive Carlos: “Han inventado muchos casos, algunos de la municipalidad, otros de los medios locales, gente que ha tenido que salir a desmentir, un periodista de Canal 8 que cubre el Sur tuvo que salir a desmentir, mal la gente ahí”.


Además de Alberdi y Tafí del Valle, Carlos se distiende esta noche en el diálogo con el tucumano con la pica sana que se vive con Graneros, también sin casos de Coronavirus: “Estamos llegando a la final con Graneros sin casos. No queremos perder la final con Graneros con un gol sobre la hora. Si hay una ciudad con quien no queremos perder es con Graneros, tiene el 90% de las calles con tierra”, sonríe Carlos, quien tiene familia y amigos en la ciudad vecina.


En términos futboleros, es imposible no seguirle el juego a Carlos y hasta imaginarse una final real en Alberdi. Así como Lisboa ha sido elegida para los partidos de Champions por la baja tasa de casos en Europa, ¿por qué no imaginar una final de la Liga en Alberdi llegado el caso? “Nos falta una buena cancha, nada más. Pero, más allá de la broma, nos sentimos protegidos. No queremos que entre nadie por el momento. Nos cuidamos mucho". 


"Queremos que no haya casos en Alberdi, que bajen los casos en Tucumán, en la Argentina, en el mundo, que se vaya esta pandemia. Yo justo vivo a 100 metros de la ruta, los dos accesos de entrada y salida me rodean: hacia el norte, en la Nougués, está uno de los accesos; hacia el sur, en la avenida Sorteig, está el otro acceso que hace el control de carga pasada: por esa calle pasan solo camiones y tractores que van al Ingenio Marapa, y ves que los controles son constantes. Espero que sigamos así. Es lo que más esperamos en la ciudad donde vivo”.