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"No se puede creer": Alexis es policía, lucha contra el Coronavirus y relata lo que vivió al mediodía

HISTORIAS DE PANDEMIA

Alexis Chacana sale todas las mañanas de su vida para trabajar en la división motorizada de la Policía de Tucumán: evangelista, se refugia en la Fe ante este escenario de pandemia, pero sabe que no alcanza: qué le pasó en el último patrullaje.





Alexis Chacana tenía 10 años y vivía en Villa Amalia. Mientras su hermano Carlos se preparaba para jugar en San Martín, él tenía otro sueño: “De chiquito jugaba al ladrón y el policía. Yo siempre quería ser policía. Jugaba con mi amigo Chucky, que era ladrón. Imaginate lo que era Chucky con ese apodo a los 10 años…”

Tucumán vive escenas que parecen sacadas de una película de terror: el villano es un agente invisible que atemoriza a la sociedad y los héroes que pueden salvarnos trabajan en los hospitales, en las ambulancias, y también se suben como Alexis a una moto todas las mañanas.

"Antes de salir, oro por toda la gente. Si en estos momentos vos no estás con Cristo, todo es más difícil. Cuando oro, digo: ‘Padre Celestial, Dios de Amor, Dios de Misericordia: te doy gracias por hoy, Señor. Te pido que me protejas desde la salida hasta mi regreso. Y protege a la gente que está batallando todos los días contra el covid-19’. Eso pido”.

Luego de orar, Alexis Chacana se calza el barbijo, los guantes y cumple con el pedido que le hizo su madre: “Llevo una botellita con agua y jabón en pan para lavarme las manos además del rociador de alcohol. Mi mamá siempre me pide que me cuide. Sabe que todos los días arriesgamos nuestra vida para cuidar al prójimo. La verdad es que desde chico me preocupo por la gente, pero la gente tiene que ser más unida. Más allá de las creencias y las banderas políticas, hay que estar unidos”.

Tras el susto que generó en su División cuando un compañero de trabajo dio positivo de Coronavirus, Alexis se sometió al hisopado al igual que todos sus compañeros: “Todos dimos negativo, pero en ese momento decidí hacer la publicación en Facebook donde autorizo a que, si doy positivo de Coronavirus, se hagan públicos mis datos. Mucha gente ocultaba sus síntomas. Mi compañero tenía fiebre, estaba decaído, tenía 38,7, quería seguir trabajando, pero le hicieron el hisopado y lo aislaron. Más que nunca hay que ser responsables”.

Esa responsabilidad es la que pide Alexis cuando sale a patrullar los barrios tucumanos: “Está un poquito tensa la calle, la gente no entiende. Todo lo que es el Oeste II, Nicolás I y II, San José, ahí es difícil tratar con algunos vecinos. Nos llaman para reforzar las tareas en una comisaría, vamos en la moto con otro compañero, pero si hay 20 personas reunidas qué podemos hacer”.

“En algunos barrios, no en todos, uno le pide bien a la gente que se cuide, que no se junte, que mantenga la distancia, que se ponga el barbijo, pero la gente no entiende: reacciona mal, te trata mal”, dice no sin lamentarse Alexis, quien relata lo último que vio en el patrullaje realizado, luego de anunciada la circulación viral comunitaria en Tucumán por el Ministerio de Salud de la Provincia.

“En la zona de San José I, había 15 personas reunidas festejando un cumpleaños al mediodía. No se puede creer. Les pedimos bien que se desconcentraran, pero nos tiraron con piedras y limones. Así es difícil, entre todos vamos a salir de esta situación, más que nunca hay que entender lo que pasa y ser cuidadosos para que todo esto sólo sea un mal recuerdo”.