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"Estamos yendo en el colectivo, pero no sabemos cuándo entraremos a Tucumán"

PANDEMIA

Gustavo Schiavone es uno de los repatriados por Coronavirus del cochecama que salió este viernes desde Buenos Aires junto a pasajeros que fueron bajándose en Rosario, Córdoba y La Rioja, donde fueron retenidos y se vivieron momentos de angustia. Cómo sigue el viaje que incluye Catamarca, Santiago del Estero y nuestra provincia como destino final.

Pasajeros repatriados. Las fotos son gentileza de Gustavo Schiavone.





Gustavo Schiavone está sentado en uno de los asientos cochecama del colectivo que ha salido ayer viernes a las 20 horas desde Buenos Aires. Había viajado a Alemania a visitar a su hija, donde lo agarró la cuarentena. “Apenas llegamos a Ezeiza el jueves 2 de julio, nos tomaron la temperatura. Desde Ezeiza nos trasladaron al Kerr Hotel, en San Telmo. Por medidas de seguridad, no había frazadas. Me puse medias térmicas, una camiseta térmica y dormí”.


A las 20 horas de este viernes, el celular de Gustavo sonó: era para informarle que en 20 minutos pasaba el colectivo que lo está trayendo a Tucumán: “Preparamos rápido las cosas, bajamos al lobby, nos volvieron a tomar la temperatura, y subimos. El colectivo viaja ocupado al 50% de su capacidad: 19 pasajeros en total de distintas provincias que se fueron bajando en sus lugares de residencia”.


Sin fiebre, tos, dolor de cabeza ni ningún síntoma, los pasajeros fueron bajándose por grupos: de los 19, unos cuantos bajaron en Rosario, otros en Córdoba, y en el límite con La Rioja es donde ocurrió el primer conflicto: “No nos dejaban pasar en el límite entre Córdoba y La Rioja: el chofer no podía hacer nada, el policía no reconocía el papel, finalmente se comprobó que todo estaba en orden y seguimos. Pero después, ya en La Rioja, donde hay un montón de controles, nos retuvieron. Ahí fue el momento más crítico”.


Sin cenar el viernes a la noche, sin almorzar, sin agua mineral, Gustavo Schiavone, con formación militar en la Marina y en la Armada, vio cómo un compañero de viaje solucionó la crisis y consiguió botellones de agua mineral y víveres para todos: “Logramos salir de donde estábamos varados. En un puesto de control ya nos habían permitido cargar agua. Luego, por buena voluntad de los choferes, nos equipamos para el resto del viaje”. Ese momento crítico incluyó el llanto de una joven que viaja a Santiago del Estero por un problema familiar, y una señora de 76 años, víctima de la lógica angustia del momento, de no saber si llegará o no a destino, se descompensó: “Hubo que ventilarla, pero ya está bien”.


“En este momento que estamos hablando, somos 11 pasajeros. No sabemos qué va a pasar en Catamarca con los controles porque estamos al tanto de que hubo casos en la provincia y sabemos que tienen intenciones de cerrar su límite. Quizás nos encontremos con una situación similar de La Rioja. Lo que aquí hay que entender es que los choferes tienen un permiso nacional para circular, estos colectivos pasan por un cordón sanitario. Es la forma más segura de viajar”.


De los 11 pasajeros que quedan en el colectivo, bajarán unos cuantos en Catamarca, la joven en Santiago del Estero y seis finalmente llegarán a Tucumán, pero no sin saber cuándo: “Nos han informado que esta noche se cerrará la frontera con Tucumán a las 22 y se reabrirá mañana domingo a las 8 de la mañana. Tiene que quedar en claro que los límites provinciales no son fronteras”, explica Gustavo, de 63 años, con experiencia en situaciones traumáticas y de confinamiento.


“Estuve en la Marina Mercante: situaciones de riesgo he vivido toda mi vida. Como dice un amigo mío: ‘Tengo la cultura del confinamiento’. A mí la pandemia me agarró varado en Alemania: allá hubo una semana que no salimos del departamento. He vivido períodos de embarco de entre seis y 10 semanas. En el año 92 hice un viaje de Pasadena a Odessa, donde estuve 40 días sin tocar tierra. Sé manejar estas situaciones. Aquí arriba del colectivo, el resto de los pasajeros son todos chicos jóvenes: la manejan bien. Había un chiquito de 1 año y medio que se portó de maravillas. Excepto las parejas, vamos todos separados respetando la distancia. Los asientos son cómodos”.


Luego de tomarle la temperatura en Madrid antes de embarcar con destino a Buenos Aires, Gustavo pasó nuevamente por la experiencia en Ezeiza y otra vez más antes de subir al colectivo: “No nos hicieron aún el hisopado. Eso será apenas lleguemos a Tucumán. Ninguno presenta evidencia de catarro, no hay ni un síntoma evidente. De todas maneras, claro, ya sabemos que cuando lleguemos a Tucumán, deberemos ser aislados inmediatamente sin contacto con nadie. Antes el aislamiento era de cinco días y a hora es de 14 días. Los lugares donde podemos cumplir el aislamiento es en el hotel Catalinas Park, el Hotel Premier, o en los centros de aislamiento de Horco Molle o La Rural para gente que no puede pagar un hotel. Yo voy a un hotel, así le dejo mi lugar en el centro de aislamiento a quien más lo necesite”.


Mientras el colectivo marcha por la ruta y está detenido en un control de Catamarca, Gustavo junto a los pasajeros repatriados comparten sus historias de vida: chicos que vienen de Chile porque la empresa donde trabajaban suspendió las operaciones, otro muchacho que quedó varado en Brasil, una parejita y él, Gustavo, quien comparte la preocupación del viaje: “Aunque todos nos sentimos bien de salud, esto se convierte en un posible caldo de cultivo: hay un solo baño, llevamos casi 24 horas arriba del colectivo, y después de tanto tiempo perdés el nivel de atención. Te tocás la cara. Creo que aumenta el riesgo estar tanto tiempo encerrado, pero lo sobrellevamos. Ya todos hicimos la merienda y estamos más calmados. Lo único que queremos es llegar a nuestras casas, cumpliendo todos los tiempos necesarios. Nada más, nada menos”.

Los pasajeros cumplen el recorrido dispuesto por el COE (Comité Operativo de Emergencia) y son permanente controlados en el cordón sanitario de las rutas argentina.

Ahora: el colectivo está detenido en el Control de Catamarca. Luego pasarán por Santiago del Estero y finalmente llegarán a Tucumán seis pasajeros que serán aislados durante 14 días en el hotel Catalinas Park, el Premier o los centros de aislamiento en Horco Molle o La Rural.