Kinesiólogos tucumanos piden ser flexibilizados
TUCUMÁN EN CUARENTENA
Los profesionales de la salud no fueron tenidos en cuenta en las excepciones confirmadas para la provincia por el Gobierno nacional. ¿En qué se basa el pedido?

La kinesiología también es clave en pacientes recientemente operados.-
“Hay un gran eslabón en cuanto a la recuperación de pacientes traumatológicos”, dice Giselle Gorban, una de las tantas profesionales de la kinesiología que, al igual que muchas otras especialidades médicas, se encuentran impedidas para poder funcionar por el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) que este último sábado fue prorrogado 14 días más.
En diálogo telefónico con eltucumano.com, Gorban explica el porqué del pedido insistente al Servicio Provincial de Salud (SiProSa), que ya fue rechazado en dos ocasiones: “En Tucumán ya se están haciendo operaciones, pero no hay nadie que pueda rehabilitar a esos pacientes”. Y agrega: “Hay pacientes de doctores muy conocidos que les dijeron que si no rehabilitan van a tener que volver a operarse”.
“Independientemente de la cuestión económica, los médicos están volviendo a operar porque hay un montón de cirugías que estaban programadas. No podés dejar pacientes sin operar”, insiste Gorban, quien se refiere a la kinesiología como una de las tres patas de la medicina: los médicos que operan, los enfermeros y enfermeras que asisten y contienen, y los kinesiólogos que ayudan en el proceso de rehabilitación.
En Tucumán los únicos kinesiólogos habilitados para asistir a sus lugares de trabajo son aquellos que petenecen a hospitales públicos y sanatorios, y su tarea está estrictamente limitada pacientes sospechosos y positivos de COVID-19. La actividad kinésica, como parte de las denominadas profesiones liberales, ya fue exceptuada del cumplimiento del ASPO en provincias del norte como Corrientes, Catamarca, Salta y Jujuy.
La kinesiología ganó un rol preponderante en esta época de pandemia por Coronavirus, con profesionales capaces de ejecutar rehabilitación respiratoria y que se desempeñan en las Unidades de Cuidados Intensivos. La Sociedad Argentina de Terapia Intensiva los define como aquellos profesionales integrantes de un equipo de salud, quienes tienen la capacidad de intervenir, no sólo en tareas asistenciales, sino también en la toma de decisiones, dándoles así competencias generales, específicas y transversales.
El área de trabajo del kinesiólogo es bastante amplia: trabajan el ámbito respiratorio, en terapia intensiva, también con pacientes neurológicos que sufren algún tipo de parálisis y, por supuesto, con personas que se han realizado cirugías traumatológicas. “Acá hablamos de rupturas de tendón de Aquiles, de ligamentos cruzados, etcétera”, explica la kinesióloga que, ahora sí, se refiere a lo estrictamente económico que padecen sus colegas por los efectos de la pandemia. Gorban calcula que sólo un 10% de los profesionales que realizan trabajos kinésicos lo hace en hospitales y sanatorios. El resto, en una gran mayoría, son monotributistas nivel C o autónomos inscriptos. “En mi caso, que tengo lugar más grande, me trae problemas para pagar sueldos”, se lamenta Gorban, quien es propietaria de un conocido centro de kinesiología en San Miguel de Tucumán.
“Hicimos un pedido al SiProSa que fue negativo, que no entrábamos en la flexibilización. La respuesta fue ‘si quieran venir a hacer hisopados son bienvenidos’”, recrimina Gorban que, además, explica cómo se está manejando con sus pacientes que debieron interrumpir sus turnos de fisioterapia. “En mi caso todos los pacientes que no pude terminar de atender los estoy atendiendo gratis por mensajes y videollamadas; no es lo óptimo porque contamos con un montón de herramientas y la mejor de todas son las manos”, explica.
En este sentido, desde el Colegio de Fisioterapeutas, Kinesiólogos y Teraistas Físicos de Tucumán (CFKTF) enviaron una última carta a la ministra de Salud, Rossana Chahla, solicitando una vez más ser tenidos en cuenta en las excepciones que el Gobierno de Tucumán puede solicitar a la Jefatura de Gabinete nacional para su inmediata reactivación, protocolo mediante. “Hemos realizado un protocolo de atención que reúne todas las precauciones y cuidados en el campo de la bioseguridad asistencial, basado en la recomendación de las distintas asociaciones a nivel regional y nacional”, reza uno de los extractos de la misiva con fecha 20 de abril.
Con el invierno cerca, los kinesiólogos independientes ponen la vista en el brote de bronquiolitis, común para la época en la provincia, donde la kinesiología también tiene un rol clave y no sólo en el sector público, sino en consultorios y centros especializados que ayudan a descongestionar las guardias de los hospitales.
“Hay una demanda de salud que no tiene que ver con la pandemia que va a seguir estando cuando termine”, concluye Giselle Gorban que, como el resto de sus colegas, espera respuestas a su última solicitud. Por lo pronto, la kinesiología continuará paralizada en Tucumán.