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Ivana cumplió años haciendo barbijos gratis y su deseo conmueve a Tucumán

HISTORIAS DE ACÁ

Vive en Villa Alem y pasa la cuarentena día y noche haciendo barbijos para repartir a quienes trabajan en la calle. Hoy, ante una torta imaginaria con 39 velitas, juró: "Es lo único que quiero".

Ivana (primera la derecha) en familia haciendo barbijos.





No todas las heroínas llevan capa. En el corazón de Villa Alem, usan barbijos. Son personas reales de carne y hueso que combaten a enemigos silenciosos, luchan con las herramientas que tienen a mano, duermen poco si el tiempo no alcanza y ponen el cuerpo, sin exageraciones, para salvar vidas, para que una persona se cuide, se proteja, y nos proteja a todos.

Se llama Ivana Segura, es ama de casa, hoy cumple 39 años y lleva realizados más de 200 barbijos que distribuye gratuitamente. “La idea nació pensando en toda la gente, pero especialmente en la gente humilde y en las personas que tienen que salir a trabajar sí o sí para cuidarnos como policías o para gente que realmente trabaja. Hay gente que no puede comprar un barbijo: están de 80 pesos en adelante, y en la farmacia Del Pueblo de la vuelta de mi casa ya no hay y nos dijeron que no saben cuándo van a recibir”, le cuenta Ivana a el tucumano.

“Estamos en cuarentena y con mi familia queríamos ayudar a los vecinos. Teníamos la fiselina, teníamos la tela, ya veníamos viendo los videos (tutoriales) de YouTube y arrancamos con mis hijas y mis hermanas. Ya repartimos más de 200 a gente del barrio. La mayoría fueron para policías, gente de San Cayetano, de la Jujuy al 4000, gente muy humilde”, relata Ivana, a quien cada barbijo le demanda entre 25 y 30 minutos, y en las últimas horas sólo ha parado cuando alguien aplaudía con las manos o golpeaba la puerta pidiéndole un barbijo.

“La gente que viene golpea la puerta, pregunta por Ivana y le entregamos. Damos uno por persona, es para gente que realmente trabaja. Cada barbijo se hace de la misma manera: a la tela se la corta en cuadrados del tamaño de una servilletas y lo unimos al elástico con ganchos de metal. Quisiera una máquina de coser, pero como muchos aquí vivo al día”, cuenta la cumpleañera que este lunes ha recibido sus 39 años como nunca lo había pasado en su vida.

“La verdad que es raro cumplir años un día así. No hubo torta porque ni siquiera salimos a comprar las cosas para hacerla. Estamos cumpliendo la cuarentena como pidieron en el Gobierno. La alegría pasa cuando viene alguien y te da las gracias. Me emocionó mucho un vendedor ambulante que no tenía plata para un barbijo y se fue contento”, explica Ivana, quien también anda sensible como todos en esta época.

“Cumplimos la cuarentena a rajatabla porque no podemos exponernos. Por las calles del barrio circulan los policías, pero hay gente que no respeta. Me enoja que no tome conciencia. Aquí somos conscientes de lo que está pasando. Mi papá Ricardo y mi mamá María Inés me han enseñado siempre a pensar en el otro. Si en el barrio alguien necesita algo, hacemos loterías, bingos, lo que haga falta”, cuenta por teléfono al lado de sus hijas Melany luz y Yamira Carabajal. También la acompañan su hermana Constanza y su sobrino, el aspirante a cabo Maximiliano.

“Entre todos hacemos los barbijos, pero con el tema de este feriado no pudimos salir a comprar los ganchos”, se lamenta Ivana, quien avisa que hay vecinas costureras disponibles en Villa Alem dispuestas a hacer ambos de fiselina para los médicos del Hospital Avellaneda: “Hay ONG en el barrio o cooperativas que tienen los talleres y ni un barbijo hicieron”, agrega Ivana cuyo número de teléfono es 381 413-2990 para quienes deseen colaborar u ofrecerle un trabajo si es posible.

Son pedidos que desliza Ivana Segura mientras habla con el tucumano esta noche, pero los pedidos de verdad los hace ante una torta imaginaria con 39 velitas encendidas y pide tres deseos que conmueven a Tucumán: “El primer deseo que pido es que pasemos de todo esto y llegue la cura pronto para todo el punto. El segundo deseo es que Dios se acuerde de nosotros y ayude a la Policía y a los enfermeros y a toda la gente que nos cuida. Y el tercero es por mi familia y por nuestra provincia”.