Orgullosos de ser y sentir; de vivir

Jóvenes y adultes. Militantes, activistas. Hijos, hijes. Hermanos y hermanes. Madres. Personas que no se ajustan a las normas de que separan lo “normal” de lo “anormal”, que aún en el siglo XXI debe soportar la discriminación de una sociedad que, por más avanzada que se perciba, mira por sobre el hombro y de reojo, apunta y excluye.

Sin embargo, para quienes pertenecen al colectivo compuesto por Lesbianas, Gays, Bisexuales,Trans, Travestis, Intersex, Queers, No Binaries y + (LGTBIQ+), no todo es negativo. Para algunos la razón de la discriminación tiene nombre y apellido: Falta de Información. Para otros, en cambio, se trata de momentos que oscilan los distintos contextos que nos presenta la vida, el grupo familiar, las costumbres y la situación socioeconómica. Todos estos elementos también marcan una huella por la que se circula por la vida, esquivando y abrazando momentos.

En Tucumán no es fácil ser parte del colectivo LGTBIQ. Faltan oportunidades. Proyectos de ley para equiparar derechos a las minorías respecto al resto, aún aguardan ser debatidos en la Legislatura provincial.

Elegir ser y vivir para disfrutarlo. Eso es lo que muchos celebran este sábado 7 de diciembre en Tucumán. Putos, maricas, tortas, travestis. Festejan un año más de identidad, de libertad y de orgullo. ¿Orgullo de qué? Lo cuentan a continuación.

“El orgullo yo lo siento como el poder ser que una siente que es y quien elige ser. Más orgullosa uno se siente de poder estar viva, sintiendo eso, a la edad que uno tiene. Considerando el nivel de vida que una lleva, la sociedad en la que una vive, las oportunidades que se nos presentan dentro de esta sociedad. Sentir orgullo es una mezcla de muchísimos sentimientos y sensaciones, en el que principalmente nos atraviesa el poder decir que estamos acá presentes, vivas, visibilizando lo que durante muchísimos años se intentó ocultar”.

“Cuando me preguntan orgullo de qué sentís, lo primero que pienso es que si ya existe esa pregunta es porque realmente nunca han pasado por la situación de no pertenecer o que te hagan sentir que no perteneces a esta unidad. Porque esa humanidad está dada por ciertas normas binarias, patriarcales, hetero normadas, que sí o sí seamos varones o mujeres, sin género, y tenemos que ser heterosexuales. Cuando me preguntan, lo primero que pienso es que estoy muy orgullosa de detectar que eso no me hace feliz, que lo que me hace feliz pasa por otros lados, no por esas normas sino con otras formas de amar, pensar y vincularme. Estoy muy orgullosa de ser quien soy porque pude tener valor y pude salir al mundo siendo quien quiero ser.

Todo está condicionado por el contexto en que une vive, empezando por la situación familiar y socioeconómica, siempre estamos condicionados por las personas y por el contexto que habitamos. Siempre esta sociedad, por las normas impuestas, nos va a tratar de corregir como si tuviéramos algún efecto o fuéramos algún error. En Tucumán ocurren aún situaciones de discriminación, violencia en las calles, y todo por un beso o una expresión de género no normada. Me parece que en Tucumán nos falta muchísimo todavía para acceder plenamente a todos los derechos a los que deberíamos acceder. Vamos a seguir en las calles, en las escuelas, las iglesias, en las comisarías, las cárceles, en las cervecerías; en donde tengamos que estar vamos a seguir resistiendo y luchando por los derechos que nos merecemos y nos deben otorgar”.

“Me siento orgulloso de ser un chico trans, de pertenecer a la comunidad que pertenezco. Yo me siento orgulloso y no me arrepiento de ser lo que soy. Porque como soy, soy uno más de la sociedad, soy una persona. Comúnmente soy una persona, igual a todos los demás. Estoy orgulloso hasta donde yo llegué y de mucha gente de la comunidad. Y sé que a pesar de que hay mucha información, hay gente, personas que aún siguen con la mentalidad cerrada. Pero siento que a futuro eso va a cambiar un poco”.

“Orgullo. Siento orgullo de haber podido, de algún modo, superar los mandatos familiares, comunitarios y sociales de heterosexualidad y de hombría entendida como cierto modo de ser hombre muy vinculado a las características que son parte del problema de la violencia. Siento orgullo de haber podido encontrarme, de buscar y encontrarme con compañeres de la diversidad que me fueron enseñando muchas cosas: otros modos de ser, de pensar, otros modos de vincularme sexual y afectivamente con las personas. Siento orgullo de ser puto, como identidad política, y de ser peronista.

La sociedad en la que habitamos siempre es difícil. No podría decir tajantemente es buena, mala, inclusiva o excluyente. Son como distintos momentos. Creo que efectivamente la sociedad sí va modificándose y permeándose y generando como otros modos de vincularse con la disidencia y diversidad a partir de la experiencia concreta: de estar juntos, de estar, charlar con personas que son visibles. Esa experiencia muchas veces es empática. Creo que se puede cambiar el modo en que la sociedad entiende, o más bien discrimina, a todo aquello que no es binaria y heterosexual. Pero me parece que, a nivel macro, vivimos en una sociedad con muchísima ignorancia con respecto a derechos sexuales, salud sexual, a Educación Sexual Integral; una sociedad que necesita de políticas públicas que pongan sobre el tapete ciertas cuestiones básicas de modo de comprender la sexualidad. Que sea mucho más adaptado al presente que vive la sociedad. Hace falta que circule más información. Eso no quiere decir que con más información va a haber menos discriminación, porque no es matemático; pero con mas información sí va a haber más herramientas para aquellas personas que estén dispuestas a dejar de odiar”.

“Siento orgullo de mí, por la persona que logré ser. Luchamos para tener una vida normal, que la gente basta de mirarnos mal, de esos prejuicios. Ayer fuimos a comprar y me pareció hermoso encontrar dos chicas trans trabajando en casas de comercio. Me pareció algo tan espectacular, algo tan lindo. Y veo el cambio de la gente, como se van abriendo los caminos y me encanta. Me encanta abrir caminos para otros y como me hubiera gustado tener esa posibilidad yo. Y hoy no estaría peleando para estudiar y recibirme. Ya estaría recibida y haciendo otras cosas, pero es lo que me tocó”.

Este sábado, las calles del centro se llenarán de color en una nueva manifestación del colectivo LGTBIQ+. A las 17, convocan a concentrar en plaza Urquiza para trasladarse, por calle 25 de mayo, hasta la plaza Independencia. Allí los espera un escenario montado para la ocasión, en la que habrá intervenciones artísticas, performances, y un cierre a toda fiesta de la mano de las “Macumbias”.