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Un mono en el patrullero: el destino de Simón sin cadenas

Sólo en tucumán

Se viralizó un video en el que una camioneta de la policía de Tucumán traslada a un pequeño primate ¿De dónde salió y qué hacía ahí? ¿Estaba preso? La historia de Simón, el mono de “El show de Bartolito”.

Simón llevado por los agentes del orden.





“Ahí va el mono en cana… qué culiao bolu”, se escucha a quien filma el video decir entre risas mientras la imagen muestra a un pequeño primate encadenado a una jaula en la parte trasera de una camioneta de la policía provincial. En la misma semana en que la presencia de un cavernícola causó conmoción en el microcentro de la ciudad ya nada parece suscitar el asombro de los tucumanos. La filmación que se volvió viral en las redes sociales puede resultar risueña para muchos dada la intromisión del animal en un contexto inesperado, pero la historia de Simón, uno de los monos caí del circo “El Show de Bartolito", está marcada por la reclusión y el maltrato.  A él y a 45 palomas secuestradas ahora les espera un destino más feliz. 

La imagen puede ser contradictoria: un patrullero conduce a Simón hacía la libertad. Todo empezó el martes a las 13.30 en la localidad de Gastona Norte, cuando una comisión integrada por dos agentes de la Comisaría de Arcadia y el prosecretario de la unidad fiscal de decisión temprana y procesos composicionales, Miguel Varela, se dirigieron hasta donde se encontraban levantadas las carpas del circo "El Show de Bartolito". En el lugar se encontraron con tres monos caí encadenados y con candados y 45 palomas apretujadas en sus jaulas. “Los monos estaban atados y las palomas, a simple vista, te dabas cuenta que no estaban en buen estado: estaban hacinadas, peladas y algunas estaban pintadas”, cuenta Liliana Beatriz Farach, Directora de la Comisión de Derecho Animal del Colegio de Abogados del Sur. Un grupo de mujeres intentó impedir el allanamiento de los animales y amedrentó a los agentes del orden, que tuvieron que solicitar refuerzos. Mientras se producía la discusión, aprovechando la confusión del momento, el dueño del circo aprovechó para liberar a dos de los monos que huyeron hacía la cima de los árboles. Sólo uno de los primates pudo ser rescatado: Simón. 


A la hora de rescatar a los animales debieron proceder con cautela, ya que se trata de una especie de mono que puede reaccionar de manera violenta: “Son monos agresivos, los tenés que manipular con guantes. Además, no se sabe si tenía las vacunas correspondientes. Pero sólo es cuestión de sociabilizar con el animal, el mismo dueño del circo decía que no se acerquen porque los va a morder, pero me parece que era para intimidar”. Después de su vida encadenado en el circo, Simón inició el camino hacia la libertad. Por lo pronto, adelantó Farach, el animal se encuentra en un hogar de tránsito hasta que los especialistas determinen cuál es su condición física. Sin embargo, es posible que ya no pueda reinsertarse a su hábitat natural: “Se los recupera y después tenemos que buscar un santuario donde se lo derive. La idea es que pueda vivir al menos en semi libertad, ya que tal vez no tiene los conocimientos básicos para sobrevivir en la naturaleza”. Quizás el destino de Simón, ahora que se ha liberado de la esclavitud del trabajo circense, no sea el del oso protagonista de la canción de Moris,  pero también volverá al verde de la libertad.

La abogada contó que hace unos diez días se secuestró un mono de la misma especie de Simón en un domicilio particular de Concepción, por lo que existe la posibilidad de que no sea el protagonista del video que se volvió viral: “Ahora se están empezando a denunciar más este tipo de delitos. Se está trabajando con la división de delitos rurales y aplicando la ley de flora y fauna silvestre. Se hacen cada vez más procedimientos, sobre todo, en el caso de las aves como las catitas y los loros habladores. En estos casos interviene Flora y Fauna y la unidad de delitos rurales y ambientales”. 


Según explicó Farach, que también es delegada en Tucumán de AFADA (Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales), el procedimiento se realizó tras la denuncia realizada por una proteccionista, ya que se trataba de una violación de la ley 14.346 de maltrato animal y una infracción a la ley provincial 8924 que prohíbe la exhibición y participación de animales en espectáculos. La legislación vigente prevé una pena de 15 días a un año de prisión para este tipo de delitos. El propietario del circo, que sería oriundo de Santiago del Estero, quedó en libertad.   


A los monos caí también se los conoce como capuchinos o monos silbadores y tienen una longitud de entre 35 y 49 centímetros y una cola que puede llegar a medir 49 centímetros. Los machos pesan alrededor de 3,7 kg y las hembras 2,3 kg. Esta especie de mono es una de las pocas que pueden encontrarse en Argentina, principalmente, en la zona de las yungas en Jujuy, Salta y Misiones. Suelen ser muy inquietos y desplazarse por las copas de los árboles, siempre en grandes grupos. 

A Simón le tocó en suerte el destino solitario y cruel del circo, pero ahora, sin cadenas que lo sujeten ni personas que lo maltraten, podrá comenzar a transitar el camino de la libertad. Tal vez esté un poco viejo, pero las tardes volverán a ser suyas. 

Mirá el video de Simón en el patrullero: