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José Alperovich y la estrategia de Juan Darthés

ESCÁNDALO NACIONAL

Una campaña sucia se ha activado para desestimar la denuncia de quien denuncia a su tío por violación. En qué consiste la maniobra.





El relato de la víctima, expresado en una dura carta el pasado viernes 22 de noviembre, parece haber pasado a un segundo plano desde hace algunos días. Ha sido reemplazado abruptamente por el morbo de saber quién es la víctima, cómo es físicamente y si su “no” acaso pudo ser en realidad un “sí”.

No es nuevo esto que ocurre en medio del escándalo nacional que genera que el exgobernador sea acusado por violación por su propia sobrina. La puesta en duda del padecimiento de la denunciante responde a una estrategia comúnmente utilizada por las defensas de los acusados. Y recientemente fue adoptada por el equipo técnico de Juan Darthés, actor denunciado por la actriz Thelma Fardin por un abuso sexual agravado registrado cuando ella tenía tan solo 16 años y él 45.

"Es muy difícil interpretar una situación violenta", señaló Fernando Burlando, abogado del actor, meses después de que se hiciera pública la denuncia de la joven actriz. Una aseveración que responde a la puesta en duda de la denunciante, a quien se le recrimina no haber sido clara a la hora de expresar su negativa para intimar, aún a pesar de su minoría de edad.

En este mismo sentido transita la estrategia de José Alperovich, defendido por el abogado Mariano Cúneo Libarona. A través de las redes sociales, el exgobernador primero violentó la confidencialidad de la víctima y, luego, la acusó de extorsionarlo, acción por la que asegura presentó una denuncia penal. De esta última acción judicial no hay rastro alguno. Se intenta, por estas horas, cargar la responsabilidad en los hombros de la víctima.

A la maniobra de Alperovich se suma una campaña sucia, cuyo origen no está claro aún pero que responde a los intereses de la defensa, que pretende hipersexualizar a la víctima por medio de fotos y videos subidos de tono, poniendo a la víctima en posición de “depredadora sexual”, además de la difusión de audios en los que se esgrimen hipótesis que apuntan a oscurecer la figura de la denunciante.

“Sabemos que esto recién empieza, nos llegaron los audios y vemos la voluntad y la insistencia de dar a conocer su imagen y su nombre. Entendemos que es parte de la campaña de la defensa. Conocemos que en el mundo de la política es moneda corriente el descalificar candidatos o candidatas de esa manera”, explicó días atrás a este diario la vocera de la denunciante, Milagro Mariona