La denuncia contra Alperovich y la mirada feminista

El caso de la denuncia por violación que enfrenta José Alperovich, despertó el análisis desde diferentes puntos de vista en medios de todo el país. La mirada feminista presente en la gran mayoría de los análisis.

En el noticiero de La Nación, entrevistaron a la abogada feminista, Sabrina Cartabia, y compararon el caso de la denuncia por abuso sexual contra el exgobernador de Tucumán con el caso del actor Juan Darthes, denunciado por Thelma Fardín el año pasado. La letrada hizo hincapié en la importancia respetar el principio de inocencia, pero también de no estigmatizar a las víctimas. “En el caso de Alperovich “estamos teniendo una  mirada más madura de afrontar estas cuestiones. Desde el punto de vista de aquellos que  dicen que las víctimas mienten cuando exponen estas denuncias o en el caso de realizar una condena anticipada”, expuso.

Por su parte, en una entrevista radial a Laura Cantore, Doctora en Derecho y Ciencias Sociales, en el programa “Bajo el mismo Sol” de Córdoba, explica la necesidad de la reparación social a las víctimas y el lugar que se les da a las mismas para que puedan expresarse y rehacer sus vidas. “La reparación es un hecho individual y también es un hecho colectivo. El hecho individual lo resuelve cada víctima. Lo primero que una víctima quiere es ser creída. El hecho colectivo tiene que ver con qué actitudes se tomen colectivamente o socialmente con esto de facilitarle a una víctima la posibilidad de credibilidad”, reflexoinó.

Por otro lado, Cantore  se refirió a que Tucumán es una “provincia que tiene antecedentes.Es la provincia donde, los dos médicos que practicaron una interrupción legal del embarazo a una niña abusada, fueron denunciados. Y donde la Corte interamericana de Derechos Humanos dijo que se habían violado la legislación”, añadió.

La periodista feminista, Mariana Carbajal, se pregunta en una nota para Página|12 ¿Cuántas mujeres se han aguantado y soportado situaciones similares en otros espacios políticos a lo largo de años? "Es fundamental que se implementan mecanismos administrativos que acompañen a las denunciantes y que las causas que llegan a la Justicia avancen con premura. Dejar solas a las víctimas, mirar para otro lado, querer meter bajo la alfombra la mugre machista, es la peor respuesta", declaró.

Carabajal refuerza la idea de que no se tratan de casos aislados, y enumera. "Hace unos meses, tres mujeres denunciaron al presidente de la Cámara de Diputados bonaerense y dirigente de confianza de la gobernadora María Eugenia Vidal, Manuel Mosca: dos de ellas, militantes de Cambiemos y la tercera, empleada pública del municipio de La Plata". En este sentido, apunta contra las respuestas que se les dan a las mujeres que sufrieron abusos o acosos. "La discusión debería ser ahora qué respuestas dará la propia política para ofrecer respaldo a las víctimas que se animan a hablar, pero también cómo se puede favorecer que otras puedan perder el miedo para denunciar. Al mismo tiempo se tendría que resolver qué pasos se van a seguir cuando el acusado ocupa un cargo en un cuerpo legislativo o en algún gobierno. La reacción de manual de quien es denunciado es negar los hechos y/o responder con una contradenuncia para amedrentar y disciplinar a las demás -porque siempre hay más- para que siga reinando el silencio; finalmente, él sigue siendo poderoso. Desde la política, se sabe, se pueden mover hilos en la justicia", sentenció.

En otro orden, una polémica columna de opinión sobre el acoso hacia las mujeres, escrita en 2018 por la periodista de Clarín, Gloria López Lecube volvió a circular luego de una publicacin que realizó en Twitter.

En la columna, López Lecube, habla sobre la "Liberación de la mujer" en términos de enemistad y acusaciones contra los hombres que pueden conducir a un destino incierto y solitario. "En la cuestión sexual debemos confesar que el “No”, no es siempre no", asegura en el texo. La columna fuertemente repudiada en las redes sociales, Para rechazar una seducción, el “no” debe ser categórico ya que el no, muchas veces, se transforma en sí. Muchas decimos primero que no para terminar en si, como parte de un cortejo cultural. Abrazos, toqueteos, besos. Al igual que los palomos que rodean a las palomas para picotearlas hasta su rendición, el hombre “acosa” a la mujer para su entrega final", expone.