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La lucha de Amalia Ojeda y los tres años sin Milagros y Benicio

NI UNA MENOS

La mujer sigue inamovible en su pedido de Justicia, mientras el principal sospechoso por la desaparición de su hija y de su nieto aguarda el inicio del juicio en libertad. Mientras tanto, ella cría a uno de sus nietos, que le pregunta: "¿Cuándo la encontrás a mi mamá? ¿cuándo lo encontrás a mi hermano?".

Amalia Ojeda espera que el responsable de la desaparición de Milagros y Benicio diga la verdad para terminar con el calvario. Foto: Eltucumano.com





Amalia Ojeda es madre de Milagros Avellaneda y abuela de Benicio. Ambos desaparecieron el 28 de octubre de 2016. La causa aún no fue elevada a juicio. Mientras espera, cría al hijo mayor de su hija. "Cuándo la encontrás a mamá, cuándo lo encontras a mi hermano", le pregunta el nieto, que está por cumplir 10 años y casi tres sin su madre.

La última vez que Amalia supo de Milagros fue el 28 de octubre de 2016. Desde entonces, empezó a golpear cada puerta que pudo para pedir Justicia. El principal sospechoso por la desaparición de ambos, Roberto Carlos Rejas, es un exguardacárcel que quedó en libertad el año pasado luego de que se cumpliera la prórroga de presión preventiva. En su momento, las pericias en el interior de su vehículo permitieron el hallazgo de cabellos largos y, además, la prueba de luminol que permite detectar rastros de sangre dio resultado positivo. 

Si bien fue acusado por “homicidio agravado por alevosía (por el niño) y por violencia de género (por Milagros)”, Amalia señaló que "anda suelto como si nada". "Me encuentro en la marcha de 'Ni Una Menos' porque a mi hija Roberto Carlos Rejas la hizo desaparecer". En ese sentido, suplicó con bronca "que hable, que diga qué hizo con los cuerpos de Milagros, de los dos". 

"Acá sufrimos día y noche. Milagros tenía un niño mayor, a ese ñino lo tengo yo. Él pregunta por su mamá, '¿cuándo la encontrás a mi mamá? ¿cuándo lo encontrás a mi hermano?", describió Amalia, que fue acompañar la movilización que se realizó este lunes en plaza Independencia, en donde familiares de víctimas de violencia de género compartieron los infiernos que generaron esos femicidios y travesticidios. 

"Hay veces que yo no tengo palabras, él estaba a punto de cumplir los siete (cuando fue la desaparición), ahora él va a cumpir 10 años en noviembre, ya está en 4 grado. Ha sido una tristeza muy grande cuando juró la bandera porque era el único chico que no estaba con su mamá", lamentó Amalia, que hace siete meses sufrió la muerte de su hijo menor en un accidente de tránsito.


La mujer, que se sumó a las movilizaciones y sostiene una lucha incansable por Justicia, señaló en cuanto a la situación judicial que "tenemos sorteo de sala, nos tocó la Sala VI, los primeros días de octubre se va a hacer la apertura de pruebas y esperamos que de ahí nos den fecha de juicio ya, porque no podemos vivir son tres años de estar en la oscuridad". "Es algo horrible levantarse y no verla, el chiquito llora porque la extraña muchísimo a su mamá", continuó. 

Amalia es consciente de que "nunca va a ser una vida normal la de nosotros porque todo el tiempo pensamos si está viva o si está muerta". Sin embargo, espera que la verdad se sepa durante el proceso penal. Y además, encuentra consuelo en pensar que "hay una Justicia divina que es la de Dios, de esa no se va a escapar". Mientras tanto, sin pensar si quiera en claudicar, se refugia en el abrazo sororo de otras mujeres, que alzan la voz con ella para pedir Justicia por Milagros y Benicio.