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Por qué se celebra hoy el Día del orgasmo femenino

EFEMÉRIDES

La fecha se instauró por la propuesta de un concejal brasileño, y no tardó en expandirse por el mundo. La palabra de una especialista tucumana.





Cada año, el 8 de agosto se celebra el Día Internacional del Orgasmo Femenino. El origen de esta iniciativa se remonta al año 2006, cuando el concejal José Dantas Lacerda, de Espertina, Brasil, impulsó una ley para defender el placer sexual en las mujeres, estudiarlo y abordarlo como una cuestión de salud pública.


El edil había accedido a una encuesta que reflejaba que un tercio de las mujeres de esa ciudad eran incapaces de llegar al orgasmo. Las redes sociales hicieron el resto y el 8 de agosto pasó a ser una fecha especial.


"Las mujeres debieran interesarse mucho en el orgasmo, los varones también por supuesto, pero las mujeres porque sobre todo el orgasmo femenino, que ha estado tan tapado, tan vedado y tan condenado durante tantísimos años", explica la experta tucumana Amelia del Sueldo Padilla, presidenta de la Sociedad Argentina de Sexología (SAS). "Hacernos cargo de nuestros cuerpos, de nuestras sensaciones, de nuestros propios deseos, es beneficioso para nuestra vida", detalló.


En este sentido, la profesional recordó que "hasta hace no mucho tiempo se diferenciaba al orgasmo en clitoridio y vaginal, diciendo que el clitoridio era más infantil y el vaginal era de una mujer adulta. Esto ocasionó muchísimos trastornos en mujeres que sentían que al tener orgasmos clitoridios no se convertían en mujeres de verdad. Eso era otra carga que teníamos las mujeres. El orgasmo es el orgasmo, no importa si es clitoridio, si es vaginal, si es anal, si es del sueño, tenes muchísimas posibilidades de orgasmo. Antes a la mujer le decían todo eso, ahora le dicen que tiene que ser multiorgásmica, y eso ya es mucho, es mucha presión, cuando lo único que tiene que tener la mujer en su cerebro es la posibilidad de goce, como se le dé la gana".


Esta situación afecta a muchas mujeres adultas, pero hay otros elementos de nuestra estructura social que también influye sobre las nuevas generaciones. “Hay chicas muy jóvenes que aún hoy tienen una carga importante en cuanto a la religiosidad, en cuanto a los prejuicios, y no quieren tocarse o estimularse. No se puede ir en contra de su voluntad, pero terminan dejando de lado una herramienta importantísima que es el conocimiento del cuerpo. Lo más importante es que cuando una niña o un niño empieza a tener sensaciones placenteras y se autoestimula, hay que hacer hincapié en que tiene que hacerlo en la intimidad y que es una actividad de él o ella sola, y que es fundamental para que ese niño descubra qué es lo que les gusta, cómo les gusta, dónde les gusta y cuándo les gusta, sin necesidad a que alguien de afuera venga a descubrir las sensaciones que le son propias".


“Para el hombre siempre ha sido más fácil y natural hablar de su placer, de su masturbación, de sus orgasmos. Para las mujeres eso estuvo muy prohibido. Es cierto que en los últimos años han permitido que la mujer se libere en mucho, pero tenemos una sociedad bastante pacata y prejuiciosa. Es fundamental que la mujer pueda encontrar su camino al goce y al placer, de la manera que ella lo pueda ir construyendo”, concluyó.