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Sin música ni colores: La yunga tucumana sufre los efectos del tráfico ilegal de aves

Ecoconciencia

Bandadas de pájaros descienden desde las cumbres durante el invierno en busca de alimento y refugio ante las bajas temperaturas. Lo que no saben es que el pedemonte esconde trampas que ponen fin a su libertad de volar. Los profesionales advierten que son necesarias medidas de fondo para desarmar el circuito del mercado negro.

Rey del Bosque, una de las especies amenazadas en Tucumán. La foto es de Gabriel Nuñez/Fotografía Natural.





Solamente en el último mes, los Guardaparques del Parque Sierra San Javier en conjunto con los profesionales de la Reserva de Horco Molle y agentes de la División de Delitos Rurales y Ambientales de la Policía de Tucumán rescataron 50 aves del tráfico ilegal. Se trata del emergente de una problemática que cada vez preocupa más a los especialistas, quienes sostienen que poblaciones enteras serán diezmadas si no se toman medidas de fondo para evitar el trampeo.   
  
“Cuando yo era chico era muy frecuente en Tucumán que los niños utilicen algunas herramientas como ‘juguetes’ para trampear aves. Sin embargo, con el correr de los años, y a partir de mi trabajo como Guardaparque, pude advertir que las cosas cambiaron: ya no estamos hablando de una cuestión de chicos que llevan pájaros a su casa como mascota o trofeo, si no de un mercado ilegal que fomenta el tráfico de animales silvestres”. La afirmación pertenece a Manuel Pachado, jefe de Guardaparques del Parque Sierra San Javier, quien coordinó el operativo del jueves pasado en el Valle de la Sala, una de las zonas más afectadas por esta práctica que, según Interpol, mueve miles de millones de dólares y se ubica como el tercer ílicito más rentable a nivel mundial, luego de las armas y las drogas. 

Los primeros rescates tuvieron lugar en la zona de Taficillo, en Tafí Viejo. El 12 de junio se recuperaron 8 aves y el 19 se liberaron 15 más. Con el operativo del 27 en el Valle de la Sala, en San Javier, suman 50 los ejemplares rescatados del mercado ilegal por los Guardaparques. 
La armonía del canto y la belleza de las aves que se encuentran en nuestra Provincia son unas de las principales razones por las cuales son tan buscadas por los trampeadores que se valen de equipos cada vez más sofisticados y onerosos para capturar de manera masiva los ejemplares que bajan desde lo alto de las cumbres en busca de alimento y refugio en la época de bajas temperaturas. Rey del Bosque, Cardenal y Reina Mora se encuentran entre las especies más buscadas, debido a que en el mercado negro se pagan altas sumas de dinero para mantenerlas en cautiverio.  
  
“Estas aves hacen una migración altitudinal, bajan desde la montaña durante el invierno y, en ese movimiento, es cuando son capturadas de una manera masiva. Estamos hablando de un comercio bastante grande, en el marco del cual se envían animales a Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Mendoza. Es probable también que salgan al exterior”, detalló Diego Ortiz, biólogo de la Reserva de Horco Molle, quien advirtió que es necesario detener estas prácticas para evitar que se siga dañando el ecosistema tucumano al punto de llevar varias especies a la extinción.   

Rey del Bosque, Cardenal y Reina Mora son las especies más afectadas por esta práctica ilegal que se busca combatir desde diferentes instituciones abocadas a la educación ambiental y la protección de la biodiversidad.      
“En las Sierras de Comechingones, en Córdoba y en San Luis, fue tal la caza de los Reyes del Bosque que lo llevaron prácticamente a la extinción. Actualmente, en esas sierras, las poblaciones naturales todavía no se recuperan. Como conocemos el caso, tenemos miedo que en nuestra sierra de San Javier los lleven de la misma manera a la extinción si los siguen cazando masivamente. Esperamos que esto no suceda”, apuntó Ortiz, especialista en ornitología y el responsable de recibir a las aves cuando son rescatadas para evaluar su situación sanitaria.  

A raíz del último operativo, 27 pájaros llegaron hasta la Reserva que depende de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) en una situación paupérrima: los Reyes del Bosque habían sido colocados hacinados de a 2 o 3 en caños de PVC para disimular su presencia durante el traslado. Es una modalidad común entre quienes se dedican a esta actividad ilícita, pese a que significa un grave perjuicio para los animales: 4 de cada 10 aves mueren antes de llegar a destino a causa del estrés y la deshidratación que enfrentan durante las largas horas que permanecen dentro de los tubos de plástico.

Los animales son trasladados en tubos, hacinados, para que pasen desapercibidos. La mayoría muere en el camino.  

Mascotismo vs. Educación

Los guardaparques tucumanos, un equipo de 13 personas en total, recorren de manera rotativa las 14 mil hectáreas que conforman el Parque Sierra de San Javier. Su programación anual contempla que durante el invierno la caza se torna masiva, por lo que tienen preparado un plan de contingencia en el que los vecinos colaboran activamente. 

“En esta época, lamentablemente, siempre estamos por detrás de los trampeadores”, avisa Pachado.  “Dentro del plan de manejo que hay en el Parque, se prevé que en esta estación del año vamos a tener incidencias de este tipo en sectores del Parque y alrededores. Entonces nos preparamos y empezamos a hacer recorridas y monitoreos de control. Muchas veces los vecinos nos avisan que ven gente con tramperas, con redes o que suben y bajan del cerro. A partir de esas pistas fortalecemos el control hasta que encontramos a quienes están capturando aves”, comentó sobre el trabajo que realizan cada día para preservar la fauna autóctona. 

La tarea de los Guardaparques no está exenta de riesgos: a veces cuentan con el apoyo de la Policía Rural, pero otras veces los guardaparques ponen el cuerpo en situaciones violentas, debido a que los trampeadores se niegan a entregar los animales y los equipos que utilizan. 
Comparando con otras experiencias que tuvo en Parques Nacionales de diferentes regiones del país, Pachado reflexiona que "en el Sur, por ejemplo, no tienen este tipo de problemas, tienen otros, como la invasión de exóticos. El Guardaparque que trabaja en el Norte sabe lo que es tener la presión de evitar la cacería o luchar contra el tráfico de fauna. En Tucumán somos 13 locos que desempeñamos esta tarea porque sabemos que es importante defender los recursos que son de todos". 

Consultado sobre cómo se puede revertir esta situación en la que hay muchos componentes culturales, el jefe de Guardaparques apuesta por una educación que atienda a los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS). “Esto tiene que ver con cambiar la cabeza de los chicos, difundir la educación ambiental desde las escuelas, que sea algo fijo como cualquier otra materia. El respeto por el medio ambiente y el desarrollo sustentable es fundamental”.  

Sin embargo, también considera que hay medidas que se pueden tomar en lo inmediato para que los Reyes de la Noche, las Reina Mora y los Cardenales puedan vivir sin amenazas. “Nadie va a capturar aves si no hay demanda, si no hay personas que las compran”, advierte para señalar la responsabilidad de los consumidores que, la gran mayoría de las veces, no saben que están integrando el circuito de la ilegalidad. 
 
En una feria callejera en Banda del Río Salí se venden Reyes del Bosque, entre otras aves silvestres. La foto fue enviada por un lector.

Por otra parte, también reparó en la necesidad de una legislación que acompañe el trabajo que realizan en terreno. "Los municipios, sobre todos los que están ubicados en zonas rurales como Tafí Viejo, Yerba Buena o Lules, deben tener su propia normativa sancionada en los respectivos Concejos Deliberantes para que se prohíba la venta de tramperas y gomeras en las ferreterías. También de rifles de aire comprimido y redes de niebla. No es díficil, sólo se trata de decisión política", remarcó Pachado. "Sólo los profesionales biólogos o veterinarios deberían estar autorizados para adquirir determinadas herramientas, con la debida acreditación", agregó.   

El jefe de Guardaparques recalcó que, además de la educación que un niño pueda recibir en la escuela, es fundamental que también en cada familia se incorporen conceptos ligados al cuidado y la preservación del medio ambiente: “cuando damos charlas a los chicos les decimos que no les pidan a sus papás que les regalen un ave como mascota, sobre todo cuando hay tantos animalitos que sí son domésticos y que no tienen dueño, que necesitan un hogar. Lo mejor es escuchar a las aves libres, cuando se acercan a tu casa o se asientan en el jardín y liberan su canto. Eso es lo mejor para ellos y también para nosotros”.   

Los teléfonos para hacer las denuncias son el 4253631 de la oficina del Parque Sierra de San Javier y los teléfonos 4218150 / 4210749 de la dirección de Flora, Fauna Silvestre y Suelos de la provincia.