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Patricia, vidente natural: "Yo ya vi quién gana el domingo"

#VOTATUCUMÁN

A los 8 años tuvo su primera revelación en una finca de Ranchillos y desde entonces no paró: cómo ve y siente las cosas antes de que pasen la médium especialista en percepción extra sensorial. ¿Qué le pidieron los candidatos? Luces y sombras a horas del día que paraliza a Tucumán.

Patricia, vidente natural.





Patricia tenía 8 años cuando estaba sentada a la mesa cenando con la familia en Ranchillos: “Era en la finca de un tío y vi lo que pasaba mientras todos dormíamos: un hombre entraba a la noche, robaba granos, gallinas y animales de la granja. Les comenté a mis primas y después a mis tíos: todos se miraron entre sí y no me llevaron el apunte”.

Al día siguiente, bien temprano, al alba, la tía de Patricia iba efectivamente a alimentar a los animales de la finca cuando se llevó la sorpresa: les habían robado la noche anterior. Cuando fue a despertar a su sobrina, le dijo: “Patricita, ¿qué pasa, qué viste vos? Porque robaron granos y animales’”. Lo recuerda hoy, cincuenta años después, Patricia, vidente natural: “Le conté que vi gente que entraba y robaba. Y le recordé: ‘Estábamos cenando cuando se los dije’”.

Que esta historia, dice Patricia, haya comenzado a los 8 años no es casualidad: “El 8 es un número muy importante: además del infinito, representa la protección de la Santísima Virgen. Todos comenzamos a los 8 años en mi familia a ver cosas. Venimos de familias de videntes: bisabuelos, abuelos, mi mami, mis tías, mis primas, mis hijos, todos”.

Antes de hablar de sus hijos, Patricia recuerda que tenía 13 años y era Viernes Santo. Se preguntaba qué hacer con su capacidad de ver las cosas antes de que sucedieran: “Me paro frente al cuadro del Sagrado Corazón de Jesús y empiezo a ver niños enfermos con cáncer, gente llorando en el mundo. Empiezo a sentir mucho dolor en mi mente, en mi alma. Entonces me paro y ante tanto dolor le digo a la imagen: ‘Corazón de Jesús, te doy mi vida a cambio de la sanación y la salvación de los niños’. Si vos me llevás, yo voy a cerrar mis ojos y si querés, llevame’”.

Pero Patricia creció, fue madre y comenzó a trabajar como vidente natural en los tiempos libres de su trabajo como cosmetóloga y vendedora de ropa. Desplegaba su don entre su círculo íntimo y el rumor llegó un día a las maestras de sus hijos: “Él a los 5 años tiene la primera visión en el jardín. Un día vienen y me dicen las maestras: ‘Señora Patricia, su hijo tiene la bola de cristal, le dijo a la señorita que se iba a caer, y se cayó, luego le dijo que cuide la cartera y le robaron'. Hasta el día de hoy sigo atendiendo profesoras”.

Patricia tenía 33 años cuando empezó a hacer trabajos de videncia natural a tiempo completo: “Cada vez más gente venía a mi casa, cobraba poquito y todo lo repartía en la Iglesia como agradecimiento a este don que me dio Dios. Porque el vidente blanco, como es mi caso, tiene entrada a la casa de Dios. No solo ayudamos a las personas a través de lo que vemos sino que encaminamos. Hay que saber diferenciar: muchos se creen videntes, pero entran por el costado psiquiátrico, neurológico o simplemente leen. En mi familia es natural y espontáneo”.

Antes de meterse de lleno en los tiempos electorales que llegan a su fin el domingo, Patricia recuerda cómo junto a su hijo empezó a ver malas noticias horas previas a las placas rojas y alertas de la televisión: “Estábamos almorzando con mi hijo. Suelta el tenedor y me dice: ‘Uy, mamá, ¿lo sentís?’ Una visión negativa se siente en el pecho, una fuerte opresión que es el dolor del alma. ‘Sí, hijo, ¿qué es?’ A las horas confirmamos qué había pasado con el ARA San Juan”.

A veces Patricia no atiende en el barrio Próspero Mena, en Tafí Viejo. A veces sale y hace trabajos a domicilio o en centros de salud, por ejemplo, donde estuvo al borde de la muerte: “No siempre es paz, luz y amor. Lo conté en Tucumán Paranormal: me fui a bendecir un centro médico muy conocido de Tucumán, lo bendije, me quedé en un momento sola con un guardia que sentía y veía cosas, nos quedamos solos y en uno de los consultorios, empiezo a ver algo demoníaco que lo estaba poseyendo. Me dice el guardia: ‘Siento que me miran, que hablan, que no estoy en paz’. Los ojos se le fueron poniendo negros, profundos. Francisco se llama. Me alzó del cuello, me estrangulaba y sentí la muerte mientras me decía, totalmente poseído: ‘Conmigo no, no vas a poder’. Lo único que atiné a decir es: ‘Dios mío, en ti confiero mi espíritu’”. Lo echaron al guardia”.

Mientras Tucumán empieza a hablar de porcentajes de cara al domingo, Patricia no duda: “El 95% de las consultas son por temas de amor, infidelidades. Varias chicas que yo atendí a partir de los 17, vienen, me abrazan, me agradecen que las haya encaminado, que les haya dicho lo que yo veía. Hasta les decía las materias que les iban a tocar, una especie de trampa cariñosa hasta que mi ángel me dijo que no lo hiciera más. Pero la mayoría de las chicas que venían me daban las gracias por haberles sacado de la duda, por no haberse casado, por hacerme caso cuando les decían: ‘Tengan cuidado, no te conviene, no va a cambiar’”.

Ahora bien: Patricia, vidente natural, videncia, médium, percepción extra sensorial, limpieza de hogar y negocios, limpieza de aura, sanación espiritual, cartas, investigación paranormal, ¿qué va a suceder el domingo en Tucumán? “De todos los partidos políticos han venido a consultarme. Para no ser deshonesta, debo decir que hubo grupos de distintas localidades. No me han visitado directamente los candidatos, pero sí han llegado sus asesores. Te piden que los ayudes, que los ilumines. Yo veo las cosas malas que han hecho, no te van a decir qué han hecho. Pero todos están con muchísima energía positiva, con muchas pilas. La adrenalina aumenta cada vez más que se acerca el día”.

Entre los pedidos a Patricia de los partidos políticos que han contratado sus servicios durante las últimas semanas, hubo una preocupación en común y que tiene que ver con los trabajos de brujería o magia negra: “Meten fotos en la boca de un sapo, le cosen la boca al sapo, el sapo se seca y lo que rodea al protagonista o a la protagonista de la foto también empieza a secarse. Otros vienen y me dicen: ‘Siento como un montón de cuchillos y alfileres que me pinchan’. Ahora lamentablemente estaba viendo que vienen unos ataúdes chiquitos de vela y le ponen la foto adentro. O mandan cajas con gallo muertos, manteles rojos con copas. Son maldiciones”.

Patricia explica que no puede decir el nombre del ganador o la ganadora de los comicios electorales, pero anuncia: "Yo ya vi quién gana el domingo. No puedo decir el nombre, pero es claro y siento mi inclinación hacia ese candidato. He visto lo que va a pasar. El lunes hay luna en cuarto creciente y todo lo que se haya hecho el día anterior va a crecer. Hay mucha gente que está con pilas. Algunos han consultado a parapsicólogos, pero les digo que enciendan una vela blanca o amarilla a San Cayetano, que recen por toda la gente, que confiemos que ganará el mejor. He visto cosas oscuras el sábado a la noche que me preocupan, muchas energías entreveradas, pero me pongo en manos de Dios y en su divina voluntad: que Él disponga quién va a ganar. Que así sea por el bien de todos en Tucumán”.