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"Hemos logrado llegar a lugares a los que nuestras abuelas no podían"

#8M

En el marco del Día de la Mujer Trabajadora que se conmemora cada 8 de Marzo, Cecilia Guerra Orozco, flamante directora por concurso del Museo Casa Histórica de la Independencia, recuerda el proceso de conquista de derechos en Argentina.

Cecilia Guerra, directora de la Casa Histórica en su despacho. Foto de Museo Casa Histórica de la Independencia.





María Cecilia Guerra Orozco asumió como directora del Museo Casa Histórica de la Independencia en enero de este año, luego de que se abriera concurso por primera vez para acceder al cargo. La destacada trayectoria de la historiadora sobresalió entre la de otros 12 profesionales y fue el ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto, quien tuvo la última palabra a la hora de concederle el honor. Apenas un mes después de su puesta en funciones y en vísperas del 8 de Marzo, la especialista fue consultada por eltucumano.com sobre los movimientos que posibilitaron que cada vez más mujeres accedan a puestos de decisión. 

ET.- Desde su especialidad, que es la historia, ¿cómo fue el proceso de conquista de derechos de las mujeres?
 
MCOG.- La mujer siempre ha tenido un papel protagónico en el trabajo aunque en ámbitos manejados por hombres.  A lo largo de la historia ha tenido una gran participación laboral pero ha sido invisibilizada. Durante los siglos XVIII y XIX, después de la Independencia también la mujer, sobre todo de los sectores populares, tenía una gran participación en el ámbito del trabajo pero no pagada, bajo el yugo del hombre.

Después de la década del 40 es cuando se empiezan a generar los primeros movimientos internacionales que repercuten necesariamente en América Latina. Principalmente por los derechos laborales porque después de la Revolución Industrial la mujer empieza a formar parte del mundo del trabajo por tener las manos más pequeñas, resistir más tiempo y obtener nulos beneficios de esa jornada laboral. Los niños y las mujeres eran altamente explotados en la fábrica.

De hecho, en el Día de la Mujer se conmemora a un grupo de mujeres trabajadoras que pedían por sus derechos laborales y el dueño de la fábrica no tiene mejor idea que encerrarlas en la fábrica y prenderles fuego en castigo por el paro de actividades en reclamo por las condiciones que sufrían.  

Por eso el 8 de Marzo no es un día festivo, no tiene que ver con la conmemoración de “¡qué hermoso ser mujer!” y que la gente nos regale flores, sino que tiene que ver con una reivindicación de nuestros derechos.

Hemos ocupado muchos espacios que siempre han sido invisibilizados: la conquista de Alicia Moreau que pudo estudiar o la primera mujer que fue aviadora, o la primer mujer que pudo acceder al Congreso en la década del 60, son ejemplos de lucha. Nos acordamos de las “mujeres destacadas” justamente porque eran espacios que estaban cerrados para nosotras. Fue una lucha de mucho tiempo.

ET.- ¿Cómo fue ese proceso en la Argentina?

MCOG.- La mujer empieza a votar recién en la década del 50, gracias a una modificación que se hace en la constitución gracias a un movimiento que ya venía de Europa, el de las sufragistas y que repercute mucho en América Latina. Eva Duarte tiene mucho que ver con la presencia del voto femenino y es una gran conquista que la mujer que también forma parte del mundo político, y de la sociedad, del civismo, pueda tomar la decisión de votar.

Hoy nos parece normal, pero la conquista del voto es una conquista que fue muy difícil y muy dura, a partir de la cual se pudieron seguir conquistando otros derechos. Es feo decir 'conquistar', pero nos da la pauta de cuán relegados estaban nuestros derechos que tuvimos que conquistarlos. Todo este proceso de lucha por los derechos ha tenido momentos violentos y de mucha represión para la mujer y las marchas y esa mirada negativa sobre el feminismo, porque es un movimiento que de alguna manera viene a romper con un orden de cosas dado desde hace más de cuatro siglos atrás. 

Todas estas conquistas que han tenido que ver con lo laboral, con el voto, con la posibilidad de estudiar en la facultad se van entrelazando: hubo una mujer que quería estudiar medicina y entró a la universidad y le hicieron la vida imposible, hasta que logró tener su título de médico. Esas mujeres que nos fueron abriendo el camino a las demás, son las que recordamos, pero hay muchas otras que por atrás de eso, de maneras invisibles, buscaron la conquista de esos derechos.


ET.- ¿Qué rol juegan las movilizaciones sociales para esas conquistas?

MCOG.- La movilización social es la que termina consiguiendo los derechos. Siempre los cambios son resistidos, hoy por hoy, hay como una “explosión” de feminismo, pero yo creo que es una profundización de un reclamo que se conoce y se ve más porque estamos en un  mundo súper interconectado en donde las redes sociales hacen que uno se entere  minuto a minuto lo que está pasando y eso le da una visibilidad. 

Cuando una escucha “el movimiento feminista no me representa”, el movimiento no busca representar a nadie, son mujeres que están buscando su propia representación y que están luchando por derechos que cada una cree que nos merecemos todas las mujeres. Pero si yo puedo ser directora de un museo y las chicas pueden estudiar, o podemos ir a la facultad y podemos ir a votar, es porque hubo feministas antes que pelearon por nuestros derechos. Lo que busca el movimiento con todas las diferencias que hay dentro, es la igualdad de derechos: que cobremos lo mismo por la misma función, tener las mismas posibilidades, que en una entrevista laboral a las mujeres se nos contrate aun siendo madres y que eso no sea un impedimento, por ejemplo. 

La movilización social y la visibilidad es lo que hace que la gente tome conciencia, que se interese, que pueda leer, estudiar y que elmovimiento vaya tomando cada vez más forma y construyendo más presencia y que cada vez más mujeres seanfeministas, creo que es a dónde vamos.


ET.- ¿Cuáles cree que son los derechos que todavía faltan conquistar?

MCOG.- El tema de lo laborales muy importante, la paridad de los salarios, el reconocimiento del trabajo en la casa como un trabajo. La labor mal llamada “ama de casa” es absolutamente invisibilizado y se da por sentado que eso debe formar parte del mundo femenino y no está reconocido como derecho laboral tampoco. Eso falta todavía. Está algo difuso pero creo que se ha avanzado bastante en respetar la decisión de la mujer si quiere o no ser madre,  cuándo, si desarrollar el área profesional o no formar una familia. Le falta madurez a esas cuestiones.


ET.- ¿En Tucumán cómo se da este proceso?

MCOG.- Tucumán es una plaza compleja, hay muchas científicas en el Centro de Referencia para Lactobacilos (CERELA) la que encuentra la fórmula de la leche "bio" y para que los niños palearan la desnutrición. En la colonia Manuela Pedraza, se puso el traje de militar para pelear en la guerra.

Nos pasa mucho en la carrera de Historia que no estudiamos "historia de las mujeres", estudiamos historia de los procesos y son básicamente masculinos y las formas en las que se cuentan los procesos también tienen que ver con el mundo de la masculinidad y todavía no hemos superado la instancia de que exista una historia de las mujeres, así como existe una historia de los sectores populares, una historia de los esclavos, somos un grupo de gente invisibilizado durante un montón de tiempo que no formamos partes de la historia. Eso también falta madurar. Todos formamos parte del proceso histórico. Cuando uno estudia deberíamos aparecer como protagonistas todos y no como algo separado.

Las muejeres hemos logrado llegar a lugares a los que nuestras abuelas no podían. O incluso mujeres de mucho antes,es un aprendizaje que hay que ir haciendo. No es casual que hoy la mujer se anime a denunciar abusos de poder o sexuales, maltratos. Los hombres también están aprendiendo a ser en esta cambio y todavía falta conquistar alugunos derechos.