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Los ojos tristes de una niña lo inspiran a la aventura de fabricar 1.000 autitos

DAR TIEMPO AL OTRO

Un joven arquitecto que se dedica a la restauración de objetos lanzó una convocatoria para quienes quieran pintar los juguetes de madera que el fabricará y regalará en la Navidad de 2019. Además, recibe donaciones de madera y otros artículos necesarios.

El objetivo está puesto en la próxima Navidad. Imagen ilustrativa.





Hace algunos años, Fernando Cosentino se cruzó con los ojos de una niña que juntaba y vaciaba un vasito con arena, su único "juguete". "La cara de tristeza era terrible", recuerda hasta hoy el joven arquitecto, que se animó a emprender un proyecto ambicioso: hacer 1000 autitos de madera para regalar la Navidad de 2019. Para lograrlo, compartió su idea y la ayuda de otros tucumanos no tardó en aparecer. Conocé cómo podés ayudar. 

Fernando Cosentino, que trabaja en su taller de restauración y reciclaje -lleva el nombre de "Desechos Urbanos"-, contó en una charla con eltucumano.com que el proyecto de los mil autitos nació hace 3 o 4 años, cuando lo llamaron para dictar talleres de reciclado en Los Vázquez, un barrio que creció en un basural y en donde la pobreza es un factor común.

Ese día había una niña apartada que juntaba arena en un vasito, lo vaciaba y volvía a juntar. "No tenía con qué jugar", recuerda. "La cara de tristeza era terrible", agrega. En aquel momento pensó en hacer algo, pero la idea quedó ahí. Hasta este año. A horas del estreno del 2019, algo impulsó a Cosentino y decidió arrancar con el proyecto de los 1000 autitos. Compartió la iniciativa en Facebook y los ayudantes comenzaron a aparecer. 

"Este año voy a fabricar 1000 autitos de madera, para entregarlos la próxima navidad. Voy a necesitar de lxs artistas de todas las disciplinas, para que intervengan los autitos. De esta manera, cada niñx llevará a su casa, no sólo un juguete, sino también una obra única. Los artistas interesados en participar, comenten 'YO', en esta publicación. 1000 gracias!", fue el mensaje que escribió el 29 de enero en Facebook.

Sobre su iniciativa, señala: "Decidí visibilizar una porción de la sociedad que invisibilizamos todos los días". Y decidió hacer foco en los niños. Pero el objetivo trasciende el solo hecho de llevar un regalo a los chicos, sino que busca movilizar al otro y mostrar el impacto que puede generar el ceder parte del tiempo propio para satisfacer las necesidades del otro.


La propuesta
"Hacer mil autitos que fueran exactamente iguales era prototiparlo al niño y siempre renegué con eso", señaló. Entonces, se le ocurrió convocar a gente. "Quería que fueran principalmente artistas", agrega. En esta idea, Cosentino busca que los círculos del arte se abran a la sociedad y que, a su vez, surja la posibilidad de entregar un juguetes y también una obra. "También tejer redes entre los artistas tucumanos", acota.


Al principio, el joven había pensado en 5 mil autitos. "Ese número era una locura, así que decidí hacer mil", recuerda. "Sigue siendo un numero alto y me parecio bien que sea un número de asustar al otro. Mucha gente me dijo 'estás loco'', mil autitos es un montón", reconoce. Y agrega que al principio, pensaba en entregarlos para el Día del Niño, pero que por las fechas, será muy difícil.


En ese sentido, reconoce que al dimensionar la magnitud de 1.000 autitos, la cosa intimida. De repente, tenés que hacer 4 mil ruedas y 12 mil arandelas, por ejemplo. Si se calcula un promedio de 35 minutos por autito (Fernando calcula que en principio el armado de una pieza llevará 40 minutos y que luego, cuando gane agilidad, los tiempos se acortarán un poco), el armado de los autitos implicaría poco más de 24 días (día y noche sin descanso) de trabajo.

Pero él no se asusta. "Cediendo parte del tiempo se puede hacer algo grande por el otro", enuncia convencido. "Yo sé que no resuelvo ningún problema haciendo esto, la desigualdad, el hambre, no lo resuelvo. Pero si pudiera despertar en alguien más para hacer algo más o incomodar a alguien poderoso para que sienta pavura...", agrega. 

"El tiempo no es dinero, el tiempo es tiempo y creo que vale la pena ponerlo a disposición de  otro, creo que esa es la ganancia", explica Por eso, cree que la iniciativa puede ayudar a desterrar la idea de que "tiempo es dinero". "Tengo esperanza de que voy a despertar a alguien más", dice.



El plan
El cuerpo del auto es de madera así que, a través de las redes sociales pide restos a carpinteros y personas que trabajen con esos materiales. Ya fueron muchos los que aportaron. Incluso, un negocio que vende parte de los insumos para los autitos podría colaborar. También va a necesitar arandelas y otros articulos. "La idea es compartir el prototipo el fin de semana para que la gente tenga la dimensión concreta del elemento", anticipó. "En principio lo voy a hacer solo, la colaboración es en cuanto a materiales y herramientas", precisó.  

Luego, el proceso de personalización de cada autito quedará en mano de los artistas y personas que se sumen al desafío de preparar la sorpresa solidaria para la próxima Navidad. Queda poco más que once meses. ¿Ayudás?

Para contactarte con Fernando Cosentino, podés hacer CLICK ACÁ