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"Pirotecnia Cero": La campaña para resguardar a personas con autismo

concientización

Fundaciones y ONG’s que trabajan junto a pacientes con Trastorno del Espectro Autista (TEA) se suman a una campaña para erradicar el uso los fuegos artificiales sonoros.

Buscan erradicar el uso de la pirotecnia sonora.





Se vienen las fiestas de fin de año y los tradicionales fuegos artificiales no pueden faltar en la mayoría de los hogares. Sin embargo, en otros la llegada de las 00 hs, en lugar de una fiesta, se viven situaciones altamente angustiantes.

Los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) tienen una hipersensibilidad sensorial, es decir que no pueden procesar la información como lo hacen los demás, con un filtro y selección de la información que se recibe de un entrono.  Al respecto, Celia Gerardi presidenta de la fundación Autismo y Discapacidad Tucumán, detalla, “cuando llegan las doce de la noche algunos niños se van de sus casas huyendo del ruido que los atormenta. Entre los estímulos visuales y los auditivos, no pueden discriminar la información y todo está potenciado. Esto genera crisis de ansiedad y hacen brotes, se auto lesionan o pueden lesionar a terceros o escaparse”. 

La fundación trabaja con un equipo interdisciplinario que realiza diagnósticos y tratamientos en pacientes con autismo. Además buscan concientizar, visibilizar informar y orientar e intervenir en personas con TEA y Discapacidades. Este equipo se sumó, junto a ONG’s que trabajan sobre la temática, a la campaña “Pirotecnia Cero” que se difunde en todo el país y busca terminar con el uso de pirotecnia con ruido. En este sentido, la única provincia que consiguió prohibir el uso de ese tipo de fuegos artificiales, es Neuquén. Por su parte, en Santiago del Estero lograron hacer un convenio con los gremios de venta de pirotecnia para restringir la comercialización de pirotecnia con ruido. “Por eso nos unimos con todas las organizaciones de la provincia para pedir firmas y que se reglamente el uso". 

Gerardi hace hincapié en las vivencias que pueden llegar a suscitarse, "en vez de ser una celebración la llegada de las doce de la noche se transforma en una situación altamente angustiante. Porque terminan con sus hijos escapándose, escondiéndose, las madres recluyéndose en sus dormitorios o en lugares donde el niño no escuche tanto ruido”.

Por último envía un mensaje a la sociedad, “aprendamos a aceptar que vivimos en una sociedad diversa y que hoy el autismo no tiene que ser una cuestión del otro, sino propia. Todos nos tenemos que involucrar, tratemos de ser empáticos, entendamos el sufrimiento de las familias y disfrutemos todos de las fiestas”.