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Otorgan más libertades a agentes federales para usar armas letales

Seguridad

Las fuerzas federales podrán hacer uso de sus armas de fuego para combatir el delito sin necesidad de recibir una agresión directa previa. Conocé los puntos centrales de la nueva resolución.

Gendarmería Nacional queda dentro de la resolución. Foto Secretaría de Comunicación.-





El Ministerio de Seguridad de la Nación otorgó nuevas libertades a los agentes de las fuerzas federales al permitirles usar armas letales frente al delito sin necesidad de dar la voz de alto y sin agresión directa previa.

Así lo establece el Reglamento General para el Empleo de Armas de Fuego que fue publicado en el Boletín Oficial de este lunes.

La medida entró en vigencia el 28 de noviembre y permite que en cumplimiento de su deber se utilizarán armas de fuego "cuando resulten ineficaces otros medios no violentos".

La resolución 956/2018 firmada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dispone el uso de armas letales es válido en "defensa propia o de otras personas, en caso de peligro inminente de muerte o de lesiones graves" o "para impedir la comisión de un delito particularmente grave, que presente peligro inminente para la vida o la integridad física de las personas".


También, "para proceder a la detención de quien represente ese peligro inminente y oponga resistencia a la autoridad" o "para impedir la fuga de quien represente ese peligro inminente, y hasta lograr su detención", según detalla Clarín.

La norma considera "peligro inminente" cuando "se actúe bajo amenaza de muerte o de lesiones graves para sí, o para terceras personas", o en caso de que "el presunto delincuente posea un arma letal, aunque luego de los hechos se comprobase que se trataba de un símil de un arma letal".

Este principio se aplicará cuando se presuma verosímilmente que el sospechoso pueda poseer un arma letal". En este último caso podrá ser "cuando integrase un grupo de dos o más personas y otro miembro del grupo posea un arma o haya efectuado disparos, o haya lesionado a terceras personas".

Otra situación contemplada será cuando el sospechoso "trate de acceder a un arma en circunstancias que indiquen la intención de utilizarla contra el agente o contra terceros" o en caso de que "efectuase movimientos que indiquen la inminente utilización de un arma".

La medida que ya genera polémica, establece además que ante el necesario empleo de armas, los agentes "deberán identificarse como tales, intimando de viva voz a cesar la actividad ilícita" salvo "en aquellas situaciones donde dicha acción pueda suponer un riesgo de muerte o de lesiones graves a otras personas".

Tampoco es obligatoria la identificación como agente federal "cuando se pusiera indebidamente en peligro sus propias vidas o su integridad física, o cuando resultare ello evidentemente inadecuado o inútil".

El artículo 4 impone que en "toda situación donde el empleo de las armas ocasione lesiones o muerte, se procederá de modo que se presten lo antes posible asistencia y servicios médicos a las personas afectadas".

Además debe "comunicarse los hechos inmediatamente a la autoridad competente y la superioridad" para procurar"la supervisión judicial y la pertinente comunicación de los hechos a los parientes" de los involucrados.

Esta resolución alcanza a la Policía Federal Argentina, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval Argentina y Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), todas bajo jurisdicción del Ministerio de Seguridad.

Federal asesinado en Tucumán

La resolución fue firmada dos días después de que el Gobierno Nacional decretara duelo nacional con motivo de la muerte del cabo primero de la Policía Federal Pablo Ariel Rebollo durante un operativo en La Costanera.

Rebollo, oriundo de Formosa, formaba parte del equipo de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, con sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y había llegado a la provincia para realizar un trabajo especial.

El jueves 16 de noviembre, el agente y un compañero se colocaron en la avenida de Circunvalación, entre las calles Cuba y Guatemala, frente a la Costanera Norte, intentando realizar un control vehicular. En ese momento, Rebollo fue sorprendido por dos motochorros que intentaron asaltarlo. Al querer identificar a uno de los individuos, éste sacó un arma y disparó en la boca al oficial. Al ver la situación, su compañero, a bordo de la camioneta, abrió fuego contra los atacantes matando a uno de ellos.