Top

Despedida: la corresponsal de Télam en Tucumán y la peor noticia

EN CRISIS

Sofía Romera es una de las periodistas históricas en la cobertura de los juicios de lesa humanidad: "Este jueves me llegó el telegrama de despido. Le habían dejado el aviso a la casa de mi mamá y fui a Correo Argentino. Era lo que esperaba”.

Las escenas de dolor por los despidos de Télam se replican en todo el país. La foto es de Matanza Digital.





El martes pasado Sofía Romera quiso entrar a trabajar a Télam y no pudo. Puso sus datos de usuario y contraseña para ingresar a la cablera de la agencia nacional de noticias y nada. Lo intentó una vez más. Tampoco. Y otra vez más. Menos. “Me bloquearon el acceso”, pensó. En el acto empezó a comunicarse con otros periodistas. La periodista de 30 años es uno de los cuatro corresponsales de Télam en Tucumán desde diciembre de 2013. Hace unos meses había formado parte de una capacitación para todos los corresponsales del país. Para entonces, los despidos ya habían empezado en radio Nacional y en la TV Pública. Pero no habían llegado a Télam.

Durante la capacitación conoció a los colegas de otras provincias, los mismos que ahora le confirmaban: “A mí también me bloquearon el acceso”. Y otros, en cambio, le decían: “Acaba de llegarme un mail que decía: ‘Sos parte de la nueva Agencia Télam. Confiamos en vos’”. “Estábamos al tanto de los despidos en la central de Buenos Aires. Algunos nos dijeron que no nos preocupemos por nuestra situación, que el recorte era para empleados administrativos, que no iban a llegar los telegramas a las corresponsalías”, cuenta Romera, pero lo cierto es que no llegaban garantías desde los sindicatos de prensa y Télam entró en paro total el martes a las 9.30 para pedir la reincorporación de los más de 350 trabajadores. “Este jueves me llegó el telegrama de despido. Le habían dejado el aviso a la casa de mi mamá y fui a Correo Argentino. Era lo que esperaba”.

Además de Romera, el fotógrafo Julio Pantoja también recibió el telegrama. Quedaron solo dos periodistas de la corresponsalía de Tucumán: Marcelo Caferro y Ariel Ibáñez. Luego de que Hernán Lombardi, titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, confirmara el despido de 354 trabajadores, llegó la repudiable explicación para justificar la medida de Rodolfo Pousá, el presidente de Télam: “Nuestro objetivo es profesionalizar la agencia. Hubo un núcleo duro que no se sumó a esto y que decidió mantenerse con un perfil muy ideológico”.

“Siempre hay una militancia en cada lugar de trabajo. Una de mis funciones era visibilizar a los sectores populares, al cooperativismo, hacer una nota si se inauguraba una unidad básica, violencia de género, especiales por el Día de la Mujer. Esas notas, con el paso del tiempo, empezaron a tener menos lugar en la agencia como la tenían con el gobierno anterior. Pero no hubo persecución ni fuertes bajadas de línea. Otro ejemplo: a la legalización del aborto la tratamos desde los dos lados: los que están a favor y en contra”, explica una de las periodistas históricas dentro de las audiencias en los juicios por delitos de Lesa Humanidad en Tucumán.

“Cubrí los juicios y ahí sí empezó a haber cosas que no me gustaron. Las órdenes eran cubrir el inicio del juicio y luego sólo si pasaba algo importante, pero no se puede realizar una cobertura seria cubriendo un día y volviendo a las tres semanas”, explica Sofía, quien lamenta la falta de empatía general de la sociedad ante el trabajador que pierde su fuente de ingreso: “Nunca vi un ñoqui en Télam. Todos somos trabajadores. Y por eso los compañeros en Buenos Aires están peleando por la reincorporación de todos los despedidos, tomando Télam y con un paro total”, cierra Romera, a la búsqueda de un trabajo, como muchos, muchísimos argentinos. 


El telegrama de despido que recibió el fotógrafo Julio Pantoja: