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El dólar pone a prueba la política económica del gobierno nacional

DOLAR SIN FRENO

Economistas tucumanos opinaron sobre el incremento récord de la divisa norteamericana. Las causas, sus efectos y el desempeño de la gestión actual. ¿Qué traerá aparejada la suba?





“¿Es tiempo de irse de la Argentina?”, se preguntaron en una de las revistas económicas más prestigiosas del mundo, justo después de que el precio del dólar se dispare $1,80 y supere la barrera de los $23. La última suba de la divisa norteamericana, la de este jueves último, no pasó desapercibida. Mientras tanto, en Tucumán y en el resto del país se preguntan cuándo se trasladará esta suba récord a los precios de los productos básicos y qué otros efectos negativos podría traer consigo.

El lunes recién pasado, cuando el precio se incrementó un 1,5%, los especialistas auguraban un dólar a $23 recién para fin de año. Hoy las proyecciones para el último mes arrojan entre $24 y $25. Sea cual sea el valor cuando culmine 2018, la mayoría de los economistas coinciden en las causas que llevaron al billete verde a aumentar un 7,3% en menos de 24 horas: las principales ─las razones ascienden a una decena─ son el atraso cambiario, la entrada en vigor del impuesto a la renta financiera y los tironeos políticos en torno al precio de las tarifas.



“Hay una combinación de cuestiones de coyuntura que tienen como trasfondo una política anti-inflacionaria equivocada”, afirma el economista Gustavo Wallberg, que se remonta a diciembre de 2017, cuando el gobierno nacional se replanteó sorpresivamente la meta inflacionaria: “El error estuvo en diciembre del año pasado con lo que se presentó como cambios de meta de inflación cuando lo que en realidad se estaba haciendo era camuflar una devaluación”.

Wallberg apunta como principal razón al atraso cambiario. El dólar se mantuvo “planchado” durante el año de elecciones de medio término, mientras que la emisión de dinero continuó a un ritmo acelerado. “Durante 2017 hubo aumento de la emisión para financiar gasto público por las elecciones y ese es el efecto inflacionario que vivimos hoy; el efecto demora de seis a ocho meses”, explica y puntualiza que el dólar y la inflación tienen una estrecha relación. “Lo que conviene es apuntar a bajar la inflación; a la larga el dólar se termina ajustando al precio de la inflación”, asegura.

Por su parte, el economista Eduardo Robinson apunta a factores tanto internos como externos para explicar la suba récord del dólar. El impuesto a la renta de tenedores externos y tironeos por las tarifas, por un lado; y la suba de tasas en Estados Unidos por el otro. “Lo que se produjo en los últimos días en el mercado cambiario es consecuencia de factores internos y externos: el impuesto que recae sobre renta financiera de tenedores externos con un 5%, una estrategia de relajar la política monetaria, lo que alimentó expectativas inflacionarias, retracción de la oferta de dólares y tironeos por las tarifas con la oposición. La suba de tasas en Estados Unidos hizo que se desarmaran posiciones en los países emergentes; de hecho hubo devaluaciones en varios”, indica.

La discusión por el precio de las tarifas es apuntada también como una de las razones que alentó el incremento de la divisa extranjera, ya que de prosperar el proyecto de ley que busca impulsar la oposición para frenar los “tarifazos” el gobierno deberá subsidiar parte del valor de las facturas. Esto, según Wallberg,  alienta la inflación e infla ─eventualmente─ el precio de la divisa norteamericana. “Si bajás las tarifas aumenta el subsidio que necesita cubrirlas e implica más emisión de billetes”, explica.

El principal efecto que traerá consigo la suba abrupta del dólar se verá en los precios en los próximos días o semanas, factor que terminará influyendo eventualmente en la inflación, un parámetro que continúa siendo un dolor de cabeza para el gobierno nacional. “Lo que más preocupa es el traslado a precios y que la inflación de mayo esté cerca del 3%”, advierte Robinson mientras que Wallberg destaca el lado lo positivo: “Un dólar alto alienta la venta; va a haber tenedores de dólares particulares y los exportadores van a salir a vender, lo que va a generar una baja”.

Sobre algunas de las comparaciones realizadas por medios nacionales e internacionales de la situación actual con la crisis del 2001, Wallberg es tajante: “Ni de cerca”. Para Robinson, en cambio, lo que está en juego es la credibilidad de la política económica del gobierno nacional.


Las causas de la suba abrupta del dólar

- Atraso cambiario: El valor del dólar estuvo prácticamente paralizado durante marzo y abril por las constantes ventas de divisa norteamericana del Banco Central para frenarlo y evitar su efecto en la inflación. Se suma además la parálisis forzada parcial durante 2017 por las elecciones de medio término.

- Impuesto a la renta financiera: El tributo de 5% sobre tenedores extranjeros de Lebacs generó una masiva fuga de capitales.

- Debate sobre tarifas: La posibilidad de retrotraer el precio de las tarifas generó malestar en el mercado.

- Caída del ingreso de dólares: La liquidación de divisas del agro mostro una caída interanual del 9%. En los primeros cuatro meses sumó u$s 6.057 millones, versus los u$s 6.444 millones del mismo período pero del 2017, y un 10% por debajo del promedio comprendido entre 2008 y 2017.

- Suba de tasas en Estados Unidos: El impacto de esta variable alcanza a todas las economías del mundo. Tasas de interés más altas significan, entre otras cosas, mayor costo de endeudamiento.

- Otras variables: Según consigna el sitio especializado Ámbito.com, se pueden enumerar otra serie de razones que podrían haber impulsado la suba récord del dólar: la vulnerabilidad de Argentina al escenario externo y el gradualismo implementado por el gobierno para bajar el déficit fiscal; las dudas sobre efectos en dinámica del déficit fiscal, de cuenta corriente, y comercial; altas necesidades de financiamiento.