Apostillas de una noche de fiesta en el búnker de Cambiemos

Unas pocas caras conocidas circulaban el domingo por la noche en el búnker de Cambiemos, ubicado en un hotel frente a Parque 9 de Julio. De a poco, a medida que comenzaron a llegar los datos desde el Correo y los números de las mesas testigos, el panorama comenzó a cambiar en el salón que se había preparado con estética PRO: pantallas para seguir el minuto a minuto, globos de colores y la música de Tan Biónica.

La aparición de José Cano y Beatriz Ávila estaba pautada a las 21.30 pero demoró mucho más de lo previsto debido a la demora en la carga de los datos. Sin embargo, a medida que transcurrían los minutos y se acercaban hasta el búnker los dirigentes más reconocidos de Cambiemos, los rumores de una muy buena performance de Ricardo Bussi dieron lugar a la certeza de que la esposa del intendente Germán Alfaro se quedaría con la cuarta banca en juego.

Fue entonces que llegó hasta la explanada del Catalinas Park una camioneta que traía desde su casa de barrio Sur al jefe comunal y a su esposa para reunirse con el ex titular del Plan Belgrano. Envueltos en el fervor de los militantes que cada vez eran más, lograron subir al ascensor que los llevó hasta el séptimo piso, donde se encontraron para cotejar datos y asegurarse la victoria. El mal trago de las PASO, el 3-1, era historia. Minutos después bajaron por la escalera cantando fervorosamente “Sí, se puede”.

Todo lo que siguió a continuación es conocido por quienes estuvieron siguiendo las transmisiones en vivo tanto por la televisión como por Internet. Sin embargo, vale apuntar los siguientes datos: 

1.- La interna: El empate 2-2 con el oficialismo provincial, fue capitalizado como una victoria en las filas de Cambiemos. Sin embargo, el resultado electoral plantea un panorama complejo en cuanto a las internas que deberán dirimirse de cara a 2019. Si algo quedó en evidencia anoche es que José Cano, Germán Alfaro y Silvia Elías de Pérez están dispuestos a pelear por la gobernación. 

2.- El mensaje de Elías de Pérez: Cerca de las 22, la senadora nacional llegó por avenida Soldati encabezando la ruidosa columna de Radicales en Acción. La acompañaban los legisladores José María Canelada y Adela Estofán de Terraf. En la calle, atendió los requerimientos de los periodistas y se encargó de destacar el desempeño del macrismo a nivel nacional, el apoyo a los candidatos locales y su intransigencia en los relativo a denuncias clientelares, aun las realizadas contra su propio espacio. Consultada sobre la diferencia de los resultados de las PASO, respondió: “Hemos trabajado todos, en toda la provincia y se ha podido demostrar lo que significaban las bancas del Congreso y el apoyo al Presidente”. Sobre las denuncias, sostuvo: “Es un delito, venga de donde venga lo reprocho, lo rechazo y espero que la Justicia vaya siempre hasta las últimas consecuencias”. Al llegar a la puerta del hotel, los militantes comenzaron a cantar: “Olé, olé, olé, olá con Silvias Elías se va a acabar toda la mafia que gobierna Tucumán” para dejar en claro los términos y condiciones del apoyo que iban a ofrecer. 

3.-La euforia de Germán Alfaro: El intendente de San Miguel de Tucumán estaba exultante por el resultado electoral. Encabezó la columna que bajó por las escaleras cantando “Sí, se puede”, el himno macrista, rodeado por muchos de sus colaboradores del municipio. La victoria comenzó a aparecer así como un triunfo del propio Alfaro contra el gobierno provincial, a quien enfrentó –personalmente- utilizando como caballito de batalla el conflicto con la SAT y cuestionando duramente -a través de emisarios- el millonario gasto en la Fiesta de la Luna Tucumana. Una vez que subió al escenario, fue el primero brindar un discurso macrista con mística peronista: “Quiero decirles a los tucumanos que esto recién comienza. Si quieren que no haya corrupción: iCambiemos!; Si quieren que no haya desocupación: iCambiemos!; Si quieren que haya institucionalidad: iCambiemos!; Si quieren más trabajo: iCambiemos!; Si quieren vivir con dignidad: iCambiemos!..Adelante, compañeros”. 

4.- El deseo de José Cano: El radical estuvo apostado desde temprano en el hotel, aguardando los resultados mesa por mesa, tanto del interior como de la Capital. Si se hubiera confirmado el 3-1 de las PASO a favor del Frente Justicialista por Tucumán, el futuro política de ex titular del Plan Belgrano hubiera sido jaqueado. Sin embargo, el empate técnico le dio oxígeno para afirmar frente a los partidarios que “en 2019 seremos gobierno”. De esta manera, reafirmó sus intenciones de conquistar la Provincia siguiendo el camino de su amigo personal Gerardo Morales, actual gobernador de Jujuy tras una lucha de varios años con el Justicialismo. En su discurso, Cano agradeció de manera particular el apoyo recibido por su esposa y sus hijos frente a una “campaña difamatoria de quienes entienden la política de una manera muy distinta a la nuestra”. Entre sus definiciones estuvieron la voluntad de consolidar Cambiemos en toda la provincia e instaurar el voto electrónico en 2019.

5.- El bajo perfil de Domingo Amaya: el secretario de Vivienda y Hábitat de la Nación llegó al Catalinas Park momentos antes del arribo de la familia Alfaro. Recibió el abrazo de algunos militantes y se lo vio conversando con el diputado nacional Facundo Garretón. “La palabra cambiemos tiene un significado muy grande, hay que cambiar la forma de hacer política”, declaró reafirmando su encuadre en el macrismo. “Hay que seguir trabajando, queda mucho tiempo para las próximas elecciones”, sostuvo escuetamente ante la pregunta sobre su futuro político. 

 

6.- El llanto de Beatriz Ávila: La diputada electa puso la vista en el techo, se tapó los ojos y lloró. Ya lo había hecho anteriormente en la intimidad de su hogar. Sobre el escenario quedó en evidencia que, junto con Alfaro, conforman una sociedad política que busca llegar a Casa de Gobierno dentro de dos años. Con ese objetivo, primero se apartaron del PJ liderado por Beatriz Rojkés, luego fueron los artífices del Acuerdo para el Bicentenario (ApB) en donde resultaron los principales beneficiados con la intendencia de San Miguel de Tucumán, dejando en el camino a Elías de Pérez y al mismísimo Amaya. Acto seguido, Ávila renunció a su banca en el Concejo Deliberante para evitar un ‘conflicto de intereses’ aunque, es vox populi, el verdadero objetivo era no enredarse con ‘pichinchas’. En este 2017, los Alfaro fueron los grandes aliados de Cano, a quien trajeron algunos sinsabores, como la falta de apoyo de algunos dirigentes radicales afligidos por el avance de la 'pata peronista'. Ahora, el objetivo del matrimonio municipal es seguir avanzando apelando a cuanto recurso vaya apareciendo en el camino a 2019.