El primer vuelo de Avianca en Tucumán, desde adentro

A las 6 de la mañana el Aeropuerto Benjamín Matienzo se empezó a poblar de funcionarios y empresarios de turismo. El motivo era el primer vuelo de Avianca desde Tucumán. Cuando el reloj marcó las 6:45 los alto parlantes anunciaron que por puerta 3 debían embarcarse los pasajeros del vuelo A07020 con destino a Iguazú.El gobernador Juan Manzur se hizo presente junto a su vice, Osvaldo Jaldo, y otros funcionarios para despedir el avión que inaugura una nueva etapa en la conectividad aérea de la provincia. Después de que el mandatario saludara a cada uno de los empresarios que integran la misión comercial, el avión puso sus motores en marcha y ─puntual─ a las 7:30 comenzó a hacer los movimientos en la pista.  Mientras la aeronave tomaba posición las azafatas daban las clasicas indicaciones de seguridad. Una vez que la nave se ubicó en la cabeza de la pista, el piloto Eduardo Maroni saludó a los pasajeros e informó que las condiciones de vuelo serian buenas con un cielo despejado.El avion ATR 72/600 es notablemente más pequeño en tamaño y capacidad de pasajeros que los Boeing que usan las otras líneas aéreas que operan en la provincia. Sus asientos son cómodos y se reclinan un poco más que los de las otras aeronaves. Cada fila posee dos asientos, algo conveniente a la hora de guardar equipaje en cabina.Una vez que el vuelo alcanzó la altura crucero se escuchó a los pasajeros soltar sus cinturones. Empresarios continuaron hablando, algunos de negocios otros de la familia. En los primeros asientos pegados a la cabina los funcionaros charlan distendidos. Pablo Yedlin, secretario general de la Gobernación, está parado de frente a la tripulación. Luis Fernández, ministro de Desarrollo Productivo, se sienta en el apoya brazos de su asiento. Y Sebastián Giobellina, presidente del Ente de Turismo, está en su asiento chequeando papeles. A la hora de servir café, Yedlin toma el micrófono: "Buenos días, quiero recordarles que el café y té se sirven con azúcar, no con edulcorante", despertando risas entre los presentes. Snacks de Balcarce acompañados con café y una bebida fresca fue el servicio de abordo servido por Silvina y Romina, las asistentes de abordo. Pocos minutos después los pasajeros estaban parados nuevamente hablando entre sí, como si fuera un viaje de egresados.Cuando faltaba media hora para comenzar el descenso, Giobellina tomó el micrófono y anunció que habría sorteos. Los premios eran paseos, noches de hotel y vuelos en parapente que fueron cedidos por los prestadores de servicios que formaban parte de la comitiva.Despues de 2 horas y 41 minutos de viaje, el vuelo llegó a Iguazú. Aterrizó en el Aeropuerto Internacional de las Cataratas del Iguazú, que se encuentra perdido en medio de la selva misionera, a 25 kilómetros del centro de la ciudad de Iguazú.La empresa Avianca lleva tres meses operando como charter en en la temporada de ski en mendoza, clubes de futbol y algún que otro viaje de egresados. Un poco de ese espiritu jovial y festivo tuvo este primer vuelo desde Tucumán.