Ni guantes, ni mímicas: la comunidad de sordos pide soberanía sobre la lengua de señas
Las personas que tienen esta discapacidad advierten sobre las dificultades que encuentran para acceder a derechos básicos, como la educación o la salud.

Imagen ilustrativa.
El 19 de septiembre fue instaurado como el “Día Nacional de la Persona Sorda” para sensibilizar sobre las personas que tienen esta discapacidad. Por eso, este martes, la comunidad de sordos de Tucumán, realizará una caminata que partirá a las 9.30 de la escuela Próspero García –ubicada en Chacabuco esquina Alsina- y se dirigirá a la plaza Independencia, en donde habrá stands para dar a conocer diferentes aspectos de esta condición. Las actividades se reanudarán a las 18 en la plaza Haimes, de Concepción, en donde se inaugurará un alfabeto dactilológico adaptado a la lengua de señas nacional.
La sordera es la incapacidad total de oír sonidos mientras que la hipoacusia es la disminución parcial de la capacidad auditiva, en uno o en ambos oídos. En la mayoría de los casos el trastorno es de origen genético y se manifiesta desde el nacimiento. Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, cada año se espera que nazcan entre 700 y 3 mil bebés con hipoacusias de diverso grado y diferentes causas.
“Existe una ley que tiene media sanción en el Congreso que tiene como ejes fundamentales, por un lado, la unificación de la lengua de señas y, por otro lado, la regulación de la formación de los intérpretes en lengua de señas”, explicó Julia Pellene, en representación de la agrupación Sordos del Sur que trabaja de manera mancomunada con la Asociación Tucumana de Sordos.
Actualmente, las acciones están enfocadas en crear un nuevo diccionario de lengua de señas, realizado de manera colaborativa con todas las filiales de la Confederación Argentina de Sordos. “Para dar un ejemplo, el mes de mayo se expresa de una manera diferente en el Norte, en el Centro y en el Sur del país”, sostuvo la profesional para dimensionar la tarea a la que se enfrentan.
“En general, los sordos consideran que su lengua ha sido desvirtuada por los oyentes, por eso, la tendencia es volver a las señas de los antepasados”, agregó. “La lengua de señas tiene una gramática y una sintaxis propia. Entre los fundamentos de la ley figuran que los sordos deben tener soberanía sobre su lengua”, reveló la intérprete, quien sostuvo que muchas veces en los actos protocolares se canta el himno con una lengua de señas “copiada de Internet” y “con guantes blancos”, lo cual no es bien recibido por la comunidad de sordos e hipoacúsicos. "Si invertimos la situación, es como que un sordo se ponga una bolsa en la cabeza para expresar el himno ante oyentes", comparó.
“Es bueno el mensaje de inclusión pero, por un lado, se copia la lengua de señas de cualquier lado y, por otro, la intención no se traduce en políticas concretas. Aquí, en Concepción, estamos alfabetizando a personas mayores porque fueron a escuelas especiales que no les garantizaron el acceso a una educación adaptada a sus necesidades”, apuntó la profesora, confirmando que los derechos de las personas con discapacidad son vulnerados, especialmente en el interior de la Provincia.
“La personas sorda tiene derecho a educarse con su lengua materna, que es la de señas, y a compartir sus dos mundos: el mundo oyente y el de los sordos”, concluyó.
Por qué el 19 de septiembre
En el marco de la Semana Internacional de la Sordera -llevada a cabo en todo el mundo durante la última semana de septiembre- en Argentina se conmemora el 19 del mismo mes el "Día Nacional de las Personas Sordas". En esta fecha, hace 132 años, el Congreso Nacional Argentino sancionó la ley 1662 que creó el Instituto Nacional de Sordomudos en Buenos Aires, constituido como la primera escuela oralista para sordos del país, que tiempo después se extendió por el resto de las provincias.
Sin embargo, la fecha conmemorativa -establecida como tal en 1.958 por solicitud de Asociación Sordomudos de Ayuda Mutua (ASAM)- pretende reivindicar y proteger además un elemento fundamental para quienes no pueden oír: la lengua de señas.