Denunció al Gymnasium por discriminación en el INADI
Una docente de la Facultad de Filosofía y Letras sostiene que se acotan las posibilidades educativas para las mujeres.

La imagen pertenece a Gustavo Sosa
Susan Sarem es docente de Filosofía y Letras (FFYL) y mamá de cuatro chicos. Junto a su marido, Carlos Saavedra, no docente de esa misma Facultad decidieron tiempo atrás inscribir a uno de sus hijos varones en el Gymnasium y a las dos nenas a la Escuela Sarmiento. Eligieron teniendo en cuenta que los dos colegios tienen una orientación humanista que lleva el sello de calidad de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Sin embargo, desde que la Sarmiento dejó de ser únicamente de chicas para incorporar varones, en la familia se planteó una inquietud: ¿cómo se compensarán los cupos en estas dos escuelas que son equivalentes por su formación?.
“Como padres de la primera generación mixta de la Sarmiento pensamos que quedaban las posibilidades acotadas para las nenas”, contó la profesora en diálogo con eltucumano.com. “Sobre esa base analizamos que las posibilidades de acceso de mujeres a las escuelas experimentales se reducía considerablemente”, completó.
A la sazón, una conocida le contó que se había enfrentado a la situación de inscribir a su hija en el Gymnasium y recibir el rechazo de su solicitud. Fue entonces que juntas resolvieron hacer la denuncia en el Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI) en donde se firmó un acta acuerdo con las autoridades del Gymnasium para que la situación se revierta a partir de 2019. En caso de que hubiera vacante en el primer año, ella pudiera rendir.
La denuncia por discriminación fue efectuada el año pasado.
Ese acuerdo suponía que todos los estamentos que componen el Colegio comenzarían a debatir la inclusión de chicas en el Gymnasium. El objetivo era arribar a la co-educación de manera consensuada para evitar que una medida judicial lo ordene de buenas a primeras, tal como sucedió en la Sarmiento o en tradicional Montserrat de Córdoba.
Por otra parte, la docente indicó que “no había un argumento sólido o racional para negar el ingreso a las chicas, sólo la cuestión de la tradición. Lo cierto es que la educación diferenciada no se puede garantizar en la escuela pública, eso es para el sector privado, igual que la religión o cualquier otra especificidad”, argumentó.
Barajar y dar de nuevo
El debate sobre la incorporación de mujeres estalló en un momento donde el Gymnasium, al igual que la sociedad toda, se encuentra en plena adaptación a los nuevos tiempos. Algunas de sus banderas y verdades incuestionables, como la autodisciplina y la educación de excelencia, no flamean con tanta fuerza como en otros tiempos. Quizá sea esa la razón por la cual los cambios no sean bien vistos en la institución de 25 de Mayo al 600.
“Esto era algo que se venía debatiendo dentro del colegio, entre padres, alumnos y docentes a raíz del acta acuerdo motivada por la denuncia ante el INADI”, recordó la universitaria quien vaticinó que, pese a los intentos por consensuar la incorporación de mujeres, la última palabra la tendrá la Justicia.