El Instituto de Puericultura Alfredo Guzmán, también conocido como Casa Cuna, cumplió el pasado 18 de julio 108 años de existencia. Por tal motivo, se realizó en la institución un acto conmemorativo en el que se homenajearon a empleados jubilados y a personas con más de 30 años de servicio.
Participaron del encuentro, el ministro de Desarrollo Social,
Gabriel Yedlin, la secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia,
Sandra Tirado, la directora del área,
Myriam Martini, y la directora de la Casa Cuna,
María del Carmen Esteban.
Yedlin agradeció la gran tarea que llevan adelante los empleados: “Como funcionarios nos toca desde el Ejecutivo administrar el Estado pero ustedes son los que han hecho esta institución y los merecedores de todo el cariño”.
Además, agregó: “Una sociedad justa y digna cuida a sus chicos y a veces hay situaciones complejas en donde se vulneran los derechos de niños y niñas y es ahí en donde está el Estado, en este caso a través de la Casa Cuna, para cuidarlos”.
En tanto, Tirado sostuvo: “Queremos demostrarle nuestro afecto y agradecimiento a los empleados de la Casa Cuna por cuidar a los chicos y por eso los agasajamos”.
Destacó también la articulación del Ministerio con otras áreas del Estado: “Es fundamental trabajar articuladamente con todas las áreas del Gobierno y que los chicos estén integrados; ese es el desafío para que ellos estén mejor”.
Sobre la institución
La Casa Cuna es una institución dependiente de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia que alberga a niños en situación de vulnerabilidad. Reciben cuidado, contención y atención de sus necesidades básicas y se trabaja en el fortalecimiento de los lazos con el núcleo familiar. Además, en los casos en que esos vínculos quedan disueltos, Casa Cuna actúa mediante el Poder Judicial en la búsqueda de una familia adoptiva.
Los chicos están distribuidos en cuatro salas según sus edades: Lactantes (niños de hasta 12 meses), Sala I (uno a tres años), Sala II (tres a cinco años) y Pequeño Hogar, un espacio que aloja a grupos de hermanos de cuatro a ocho años, para que permanezcan en la institución y no sean separados por edad y sexo en otras instituciones.
