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Con caballos y sogas, cruzan un río crecido para llegar a la escuela

UN PELIGRO

Un video muestra a estudiantes y docentes de la Escuela 349 de Ñorco, en Trancas, poniendo en riesgo su integridad para acceder a la institución. Piden puentes hace décadas.





En general, tanto los docentes como los estudiantes de la Escuela 349 de Ñorco, en Trancas, acceden a la institución a pie. Atraviesan montañas y un río que en condiciones climáticas normales acarrea poca agua. Pero, cuando ese río está crecido, llegar a la escuela se vuelve una odisea y un riesgo para la vida de la comunidad educativa, ya que deben cruzar montados a caballo guiados por sogas. 

Los padres que esperaban que sus hijos cruzaran el río, filmaron un video que fue difundido por la Fundación Primero los Niños. “El día que filmaron el video era sábado, porque el viernes no pudieron cruzar, así que tuvieron que quedarse a dormir hasta el otro día. Hace décadas que los lugareños piden al menos una pasarela para poder cruzar. Los políticos en campaña van, prometen y no vuelven más”, expresó José Tejeda, presidente de la Fundación.

El audiovisual fue filmado en abril y difundido en varias ocasiones a través de las redes sociales. “A veces logramos captar el interés y otras veces no. No es la primera vez que lo subimos a las redes y además le hice llegar el video a legisladores que no dieron importancia”, expresó José, y agregó que ya están pensando en realizar eventos solidarios para juntar dinero y construir la pasarela por sus propios medios, “a pesar de que le corresponde al Estado velar por los derechos de los niños”, aclaró.

12 localidades, separadas entre sí por un espacio de 7 a 10 kilómetros, conforman el valle de Choromoro. Una de ellas es Ñorco, una de las más pequeñas y la que aloja, además, esta escuela. Allí asisten niños no solo de dicho pueblo sino de otros cercanos y docentes de los valles y de San Miguel de Tucumán.

La Fundación Primero los Niños trabaja con la protección y promoción de los derechos de niños, niñas y adolescentes. Entre otras luchas, una de las más fuertes es la designación de un Defensor del Niño en Tucumán para representarlos y controlar las políticas públicas.