Ernesto Andrés o la melodía que enamora en la peatonal Muñecas
La historia de hombre que creció con su instrumento y un video con la música que alegra, emociona y cubre de nostalgia a más de un tucumano.
Ernesto Andrés toca su acordeón en la peatonal Muñecas todas las mañanas, de 7.30 a 12.45, y después vuelve a tarde. En total, pasa siete horas por día ofreciendo su música a la gorra, a la voluntad de los tucumanos y tucumanas que caminan, con prisa algunos, pero que se detienen cuando escuchan la melodía de la peatonal.
Quien la ofrece es este músico nacido en La Pampa, que viajó por el mundo junto al instrumento que aprendió a tocar cuando tenía 9 años, y que hace doce años vive en Tucumán.
“Toda la vida, todos los días, la calle me dio dinero”, dice Ernesto antes de empezar con los acordes de La vie en rose. Una señora le entrega a su hijo unos pesos. El chico deja los billetes en la cajita que el músico tiene a sus pies y artista le agradece con una sonrisa.
“La calle tiene lo hermoso de estar en contacto directo con quien te escucha”, comenta Ernesto, quien también es profesor en el Instituto Superior de Música de la UNT.
Para quienes no lo vieron o disfrutan cada vez lo que ven, este es su arte:
