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No era celeste: científicos del Conicet descubrieron el color original de la bandera

Historia y ciencia

Lo hicieron gracias a una muestra preservada en Tucumán. Mirá el video que acompaña la nota

Carlos Della Védova junto a Rosana Romano en el CEQUINOR. Foto: CONICET





Quizá, la polémica por los colores originales de la bandera que Manuel Belgrano ideó se termine con la investigación de un grupo de científicos del Conicet, que utilizaron una muestra que se preserva en la iglesia San Francisco. Creen que se trata de la bandera argentina más antigua del país. 

Un grupo de científicos del CONICET trabajó en equipo junto a investigadores de la Universida de Federal de Juiz de Fora (Brasil)  para analizar espectroscópica y químicamente algunas hebras de la bandera argentina que según algunos historiadores resulta ser la más antigua. Descubrieron que los extremos superior e inferior eran azules, más precisamente de un tono correspondiente al pigmento azul de ultramar.
 
La bandera que se utilizó para la investigación fue la ordenada por Bernabé Aráoz, primer gobernador intendente de Tucumán.

“Si bien esta no es la bandera que se izó en febrero de 1812 a orillas del Paraná, hay motivos para creer que Aráoz debe haber tomado el modelo de su creador, a quien era cercano. Fue el tucumano quien tras el Éxodo Jujeño lo habría convencido en el paraje de La Encrucijada para enfrentar las tropas realistas en su provincia y no en Córdoba, como había ordenado el Primer Triunvirato. Además, Aráoz recibió comentarios laudatorios por parte del jefe del Ejército del Norte tras la Batalla de Salta en febrero de 1813”, explicó Carlos Della Védova, uno de los investigadores del CONICET que participó del proyecto,
 
“Hoy son prácticamente incoloras por efecto del deterioro debido a la luz y la atmosfera de Tucumán a lo largo de los años. El polvillo que se genera en la cosecha de la caña de azúcar (zafra) resulta ser un testigo actual de la contaminación a la que fue expuesta esta reliquia”, agregó Della Védova.
 
Por eso, el grupo de científicos debió proyectar los colores originales a través de la detección de los componentes de las muestras mediante fluorescencia de rayos X, espectroscopia Raman y análisis químicos. “Lo que hicimos fue analíticamente exponer a una hebra de la bandera al ataque de ácido clorhídrico relativamente concentrado y vimos cómo disminuían en conjunto todos los componentes del lapislázuli, o azul de ultramar”, detalló el científico.

“Pudimos comprobar que fue tratada uniformemente con una sal de estaño. Esto debió servir para cuidarla, por ejemplo, del ataque de las polillas y coincide con lo que nos dijo Cecilia Barrionuevo – la persona que nos facilitó las muestras- quien nos señaló que la bandera había sido tratada para su preservación”, prosiguió Della Védova.

Barrionuevo, restauradora de la Casa Histórica- calculó que la bandera estuvo unos 70 años expuesta en la Iglesia, al lado del altar, hasta que en 2012 la bajaron para tratarla. “Estaba arrugada debido a que el marco en el que la habían colocado era de un tamaño mucho menor al de la bandera, pero colocada de tal modo que se vieran la fecha y el lugar de la inscripción”, recordó.
 
La iglesia San Francisco, el puntepié inicial

“En conocimiento de la existencia de la bandera en la Iglesia de San Francisco en Tucumán, el día 22 de noviembre de 2013 me animé a intentar conversar con fray Marcos Porta Aguilar, guardián franciscano de la Basílica, dado que ese día la noticia sobre mi designación como Profesor Extraordinario de la Universidad Nacional de Tucumán estaba publicada en los diarios y mi visita inesperada y propuesta inusitada, la de acceder a una reliquia histórica, tendrían algún tipo de sostén. Luego, con la inestimable colaboración del padre Marcos y de la licenciada Cecilia Barrionuevo, se comenzó a transitar esta historia”, recordó Della Védova.